Dinamarca, desatada
La entrada de Dolberg dinamiza a una selección que se clasifica para los cuartos de final después de golear a la inocua Gales de Bale
A Kasper Dolberg le sentó de maravilla jugar en el Johan Cruyff Arena. Aquel joven delantero que parecía imparable con el Ajax y que ha acabado en el Niza reapareció en el estadio de Amsterdam para firmar la clasificación de Dinamarca para unos cuartos de final que le enfrentaran al ganador de Países Bajos-República Checa. Nadie extrañó a Yussuf Poulsen, el delantero titular lesionado y que saltó al campo para cantar el himno y aplaudir después desde la grada a Dolberg, la figura el día que se cumplía precisamente el aniversario de la Eurocopa ganada por Dinamarca a Alemania en 1992.
Nada se supo de Gales desde que al inicio del choque dos tiros de media distancia de Bale salieron fuera del marco de Schmeichel. Y la selección de Page pierde cualquier encanto si no encuentra al delantero que aspira a regresar al Madrid. Menos se supo todavía de Ramsey. El equipo no tuvo presencia en ataque y no fue fuerte ni solidario en defensa, disperso desde que sus futbolistas posaron para la fotografía en los prolegómenos de la cita de octavos de la Eurocopa. La descolocación galesa contrastó con la alegría de Dinamarca, encantada de la vida, impulsada por la fuerza de su hinchada y el ánimo del recuperado Eriksen.
El cambio de Christensen
Nadie dudó de que la iniciativa del partido la llevaría Dinamarca. El ritmo del plantel de Hjulmand acostumbra a ser alto, el fútbol intenso y remata más que ninguno, siempre desafiante como se advirtió incluso ante Bélgica. No renunció a la posesión desde la salida y se orientó hacia la portería de Ward. El dominio escénico, sin embargo, le duró poco porque apareció la versión intimidatoria de Bale. El delantero se movía igual de bien entre líneas que por los lados y armó su zurda con facilidad ante la mirada sorprendida de los tres centrales rivales y de Schmeichel.
No atinó Bale con sus disparos y Dinamarca despabiló después de superar la presión galesa con la ayuda de Christensen, que dio un paso adelante para ejercer más volante que zaguero, y encontrar el desequilibrio con Damsgaard y Maehle. Así llegó el gol después de una jugada muy bien trenzada, iniciada por el carrilero zurdo del Atalanta y acabada por Dolberg. La conducción y el tiro de rosca del delantero nada más pisar el balcón del área no tuvieron respuesta de Gales.
No hubo noticias del equipo de Page hasta el descanso después del cuarto de hora inicial protagonizado por Bale. Toda su actividad de concentró en el cuerpo a cuerpo y los cabezazos en los balones divididos que complicaron la vida al árbitro alemán Siebert. Los siete saques de esquina botados por Dinamarca dan fe de su dominio y también de su desacierto en el remate porque el marcador continuaba 0-1. No reaccionaron los galeses en la reanudación sino que Dolberg repitió en un mal rechazo de Williams después de una transición muy bien manejada por la derecha por Braithwaite.
El delantero azulgrana completó un estupendo partido para suerte del Barça. El club que preside Laporta pretende vender al danés para cuadrar sus cuentas -la cantidad a recortar de la masa salarial es de unos 200 millones de euros- y firmar la renovación de Messi. Braithwaite cerró el encuentro con un gol cuando Bale ya no sabía dónde meterse tras haber cambiado de banda y dedicarse a cuidar su físico, alejado de la estampa de líder de Gales.
Los muchachos de Page acabaron mal el torneo con la expulsión de Wilson, desesperado después del tercer tanto marcado por Maehle, un puñal por el costado izquierdo, siempre protagonista en las jugadas de ataque de Dinamarca. El control, recorte y cambio de pierna en la acción del 0-3 coronaron su excelente partido y la apuesta de Hjulmand. Únicamente la lesión de su capitán Kjaer estropeó la excelente jornada de Dinamarca, una selección protagonista ahora por su fútbol después de aquel debut estremecedor ante Finlandia cuando se desplomó Eriksen. Hoy ya no necesita del calor del Parken de Copenhague sino que viaja liberada, entusiasmada y goleadora por la Eurocopa.
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