Dusko Ivanovic comienza su cuarta era a los mandos del Baskonia

Joan Peñarroya se mordió la lengua varias veces en los últimos días, pero reconoció que, “cuando las cosas se tuercen, se pueden torcer todavía más”. Hablaba así el domingo tras la derrota del Baskonia en Andorra (85-68), en un partido que su equipo afrontó con siete jugadores, que se quedaron en seis cuando se lesionó Markus Howard nada más comenzar. Hablaba también de su cantada destitución, aplazada durante unos días por el fragor de la competición. “Es que no puedo avanzar una cosa que no sé si va a pasar”, decía, e interpelaba a los periodistas, “que lo dais todos por hecho, tendréis vuestras fuentes, pero yo estoy aquí dentro y no sé absolutamente nada”. Ahora ya es oficial. Había comentado el entrenador catalán que seguiría trabajando mientras tuviera trabajo, y ya no lo tiene.

Un caso opuesto al de Dusko Ivanovic (Bijelo Polje, Montenegro, 66 años), que el viernes de la semana pasada fue despedido del Estrella Roja, pero apenas ha pasado unos días en el paro, porque el Baskonia ha anunciado que el técnico de amplio bagaje profesional, volverá a sentarse en el banquillo del equipo vitoriano para ocupar el puesto de Peñarroya. Será la cuarta vez. Josean Querejeta, el máximo responsable del club, nunca le cerró la puerta del todo a Ivanovic, que se fue tres veces de la entidad, pero conservó la llave de entrada. Su última salida no fue turbulenta, y entre la dirección y el entrenador no se produjeron resquemores, así que el retorno a su segunda casa ya es una realidad. Se acaba la era de Peñarroya como director de la nave azulgrana y comienza una nueva singladura.

En el club comenzaron a desconfiar del técnico catalán cuando, en los últimos meses de la temporada anterior, el Baskonia sufrió un bajón que le dejó fuera de los cuartos de final de la Euroliga en la última jornada regular, después de haber estado entre los ocho primeros las 33 anteriores. A eso se unió la eliminación en el play off de la Liga Endesa, en cuartos de final ante el Joventut, tras perder los dos primeros partidos de la serie.

Sin embargo, Joan Peñarroya siguió al frente del equipo porque no encontraron recambio, pero el mal comienzo en la Euroliga, con solo una victoria, y también la irregularidad liguera, han empujado a Querejeta a cortar por lo sano, algo habitual en la forma de proceder del dirigente, que nunca permite que los problemas se enquisten, y es reacio a creer que las heridas graves se curan solas. Prefiere amputar.

Y en los últimos días se han dado las circunstancias para que los astros se alineen y al responsable máximo del club vitoriano le cuadren los números. Desde hace un par de semanas, el Baskonia ya contemplaba la salida inminente de Peñarroya, y se puso a negociar con Ioannis Sfairopoulos para su incorporación. El que fuera entrenador del Maccabi hasta la pasada campaña, se salía, sin embargo, de los parámetros económicos que le podía ofrecer el Baskonia, así que aceptó la oferta del Estrella Roja tras la destitución de Ivanovic, que se puso a tiro de Querejeta, que sabe qué tecla tocar para motivar al veterano entrenador, sargento de hierro para los jugadores que han pasado por sus manos. Le ofreció un contrato hasta el final de temporada con opción de seguir una campaña más. Ivanovic apenas ha puesto más condiciones que la contratación de un base.

Desde que Querejeta tomó las riendas del Baskonia, ha sido noviembre donde el presidente baskonista ha solido establecer la frontera de su paciencia con los técnicos. Ese mes cayeron Herb Brown (1992), Manel Comas (1993), Salva Maldonado (1999), Dusko Ivanovic (2012 y 2021), Marco Crespi (2014) y Pedro Martínez, en sus dos etapas como preparador del equipo alavés (2005 y 2018), A Perasovic, en 2019, le aguantó hasta diciembre. Peñarroya no ha llegado al mes fatídico por unos pocos días.

Ivanovic es el hombre que más veces ha dirigido al Baskonia y también el más laureado. La primera etapa discurrió entre 2000 y 2005; regresó en 2008 y permaneció hasta 2012. Cuando Perasovic fue despedido en 2019 tomó otra vez el mando, y unos meses después consiguió su tercera Liga ACB, en las difíciles circunstancias de la pandemia. Ya la había ganado en 2002 y 2010, y suma también tres copas del Rey en 2002, 2004 y 2009. Además, disputó una final de la Euroliga en Moscú, que perdió ante el Maccabi. En su época anterior fue despedido en noviembre de 2021, después de 12 derrotas en 19 partidos, pero en el comunicado de su salida se hablaba, “de una relación especial de respeto y cariño personal”. Esa relación se plasma en un nuevo contrato. Dusko regresa a Vitoria para enderezar de nuevo a un club que siempre le ha tenido fe.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.