Un Dakar sin banderas: el mundo en conflicto borra los símbolos nacionales de los vehículos
La situación geopolítica global ha acelerado la introducción de un cambio en el reglamento del rally con la intención de mandar un mensaje de neutralidad
Si uno pone atención al trasiego constante de la caravana del Dakar este 2024, pronto se da cuenta de que un elemento habitual y representativo falta en la totalidad de los vehículos. La bandera nacional de pilotos y copilotos, un distintivo clásico en la prueba, ya no aparece al lado del nombre y apellido de los tripulantes. Es un cambio que ilustra la complejidad y los retos de seguridad que implica organizar una carrera de este calado y dimensiones en un contexto global plagado de conflictos.
“Es cierto que mucha gente se ha fijado en ese detalle, pero eso tan solo es la parte más visible de un plan que incluye más de 40 medidas”, explica David Castera, director del rally, a EL PAÍS. “Cada año trabajamos en un plan de seguridad, y el contexto global del mundo hoy en día nos ha hecho pensar que sacar las banderas era una manera de mandar un mensaje de neutralidad hacia afuera”, añade. La competición, que vive estos días su quinta edición en Arabia Saudí, ha reforzado la presencia policial a su alrededor y apretado un punto más las siempre estrictas medidas de seguridad. Su plan anual para evitar situaciones de riesgo incluye más de 40 medidas a aplicar.
En 2022, el Dakar sufrió dos atentados terroristas con artefactos explosivos cuando ni siquiera había arrancado la prueba. En esos ataques, el piloto amateur Philippe Bourton sufrió graves heridas en sus piernas, aunque afortunadamente no perdió la vida y ha podido recuperarse. Dos años después de aquel percance, vuelve este año a competir en la carrera. Desde entonces, el rally ha evitado las concentraciones previas en hoteles durante las jornadas de verificaciones, optando por campamentos de salida apartados de las grandes urbes virtualmente blindados a la interacción con el exterior.
La nueva prohibición se ha aplicado mediante una modificación del reglamento específico del rally que tanto la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) como la de Motociclismo (FIM) han decidido adoptar también para el resto de paradas en el calendario del Mundial de Rally-Raid (W2RC). El apéndice adicional al artículo 6.3 de la FIA manifiesta que “ninguna bandera es permitida al lado del nombre del competidor”. La fórmula de la FIM, en su artículo 6.1.1.3 de la normativa específica del Dakar, simplemente constata que “ninguna bandera está permitida al lado del nombre del piloto”.
En el pasado, el código que regía en el Dakar y las paradas del W2RC era el siguiente: “La(s) primera(s) inicial(es) y apellido(s) del conductor y del copiloto, seguidos de las banderas nacionales del país según el art. 9.4 del Código (Deportivo Internacional), debe aparecer en ambos lados de las aletas delanteras o puertas delanteras del vehículo. Las letras deben tener una altura de 30 a 50 mm”.
La restricción de banderas ya estuvo presente el año pasado, aunque solo aplicó a los participantes de nacionalidad rusa o bielorrusa, que compitieron con licencia de otros países. La guerra en Ucrania hizo que la FIA obligara a los pilotos a firmar una declaración de condena de los hechos y a usar otro pasaporte, y la FIM directamente aplicó una exclusión estricta de todos los pilotos rusos.
El estallido de la guerra entre Israel y Gaza ha provocado que tres participantes israelís en el rally cambien su licencia para competir, y se da el caso de un competidor ruso que en 2022 usó pasaporte israelí para poder competir y este año participa de incógnito en la carrera: ni su nombre ni licencia aparecen en la página web oficial, y en las hojas oficiales de resultados de la FIA su nacionalidad queda excluida.
El nuevo conflicto en Oriente Medio, reconoce la organización, ha acelerado los planes de poner en marcha esta nueva política de seguridad, una opción que se llevaba barajando desde hacía varios años. La decisión, de hecho, llegó cuando la mayoría de vehículos ya se encontraban en Barcelona preparados para embarcar en un carguero fletado por la organización rumbo a Arabia Saudí el pasado 7 de diciembre. Algunos pudieron quitar las pegatinas a tiempo, mientras otros optaron por tachar con rotulador negro la bandera.
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