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PISTA LIBRE
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Benzema y Busquets abren un abismo a sus sucesores

Con ellos, que acaban de cerrar sus carreras en el Real Madrid y el Barça, se cierra el ciclo más importante del fútbol español, definido por la titánica lucha que comenzaron a mantener en 2009

Benzema y Busquets
Sergio Busquets realiza una entrada sobre Karim Benzema durante un clásico entre Real Madrid y Barcelona de la temporada 2018/2019.Manu Fernández (AP)
Santiago Segurola

Dos cifras, 374 y 18 goles, dicen mucho de dos jugadores, Karim Benzema y Sergio Busquets, pero explican muy poco de su verdadera trascendencia. Con ellos, que acaban de cerrar sus carreras en el Real Madrid y el Barça, se cierra el ciclo más importante del fútbol español, definido por la titánica lucha que comenzaron a mantener en 2009. Como es de ley en los jugadores difícilmente igualables, su ausencia provoca un vacío profundo, que obligará tanto al Barça como al Madrid a una delicada elección de sucesores.

Benzema llegó al Madrid en 2009, incrustado en la frenética operación de fichajes a la que se encomendó Florentino Pérez en el verano de su regreso a la presidencia del club. Fue la respuesta a la triunfal temporada del Barça, ganador de los tres grandes títulos —Liga, Copa de Europa, Copa del Rey— y la apetitosa calderilla que dejan: las dos Supercopas y el Mundial de clubes. Lo dirigía Pep Guardiola, apenas pertrechado con un año de experiencia en el Barça B, que militaba en la antigua Tercera División, y no había que ser un lince para adivinar que aquel equipo estaba dispuesto a instalarse en la cumbre del fútbol.

El Madrid contestó con una salva de fichajes: Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema y Xabi Alonso entre otros. Lo mejor que el dinero podía adquirir. Benzema, 21 años, era el jugador que más le apetecía a Florentino Pérez, que se tomó el fichaje como algo estrictamente personal. Tanto tiempo después, puede presumir de su buen ojo. Benzema sale del Real Madrid cargado de títulos, goles —el segundo cañonero en la historia del equipo, detrás de Cristiano Ronaldo y delante de Raúl y Di Stéfano— y una influencia tan fuerte como difícil de medir en números.

En este capítulo, mucho más próximo a las sutilezas del juego que a la data estadística, la sintonía de Busquets y Benzema es total. Pocas veces se ha visto en el fútbol a dos jugadores con una capacidad estratégica tan significativa. Con Busquets se definió el canon del mediocentro en el Barça. Ha sido el ojo que todo lo ve, un sabio minimalista que no ha encontrado comparación, ni sustituto, durante 15 años. Se equivocaron quienes vieron necesario el recambio o la sucesión. Por el Barça ha pasado una multitud de centrocampistas, muchos de ellos destinados a competir y arrebatar el puesto a Busquets, sin que ninguno lo consiguiera. De Jong, Arthur, Pjanic, y menos específicamente André Gomes, Paulinho y Arturo Vidal, llegaron, lo intentaron y fracasaron. Busquets se impuso a todos.

El Barça tendrá que afinar mucho y gastar poco, no hay más remedio en los tiempos que corren, para minimizar el daño que provoca la salida de Busquets. De Jong es el principal aspirante, pero sus características son radicalmente contrarias. A Busquets le ha caracterizado la concreción. En el jugador holandés resalta la dispersión. Sorprende que el Barça se haya reactivado con jugadores de la cantera —Araújo, Gavi, Balde y, antes que todos, Ansu Fati— en todas las posiciones, pero no encuentra al Busquets que sustituya a Busquets. Es lo que ocurre con los futbolistas únicos. Cuando se van, provocan el horror al vacío.

Junto a los veteranos Modric y Kroos, Benzema ha articulado al Real Madrid con una eficacia y una inteligencia admirables. Quizá más que sus goles, deja en el recuerdo el delicioso aroma que ha desprendido su juego, de una singular sutileza, imprescindible delantero y genial armador en un equipo que ha disfrutado de su segunda edad de oro. A diferencia del Barça, el Madrid dispone de los recursos económicos para buscar al delantero que produzca los goles de Benzema. No habrá dinero suficiente, en cambio, para contratar a un estratega parecido.

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