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Alcaraz maquina el gran golpe: Roland Garros

Pese a no ser su superficie predilecta, la progresión del murciano sobre tierra y la escasez de especialistas potencian su ambición: “Lo tengo entre ceja y ceja”

Alcaraz golpea la pelota durante la semifinal contra Evans.
Alcaraz golpea la pelota durante la semifinal contra Evans.PAU BARRENA (AFP)
Alejandro Ciriza

Aprueba con el gesto Carlos Alcaraz, satisfecho después de sortear el penúltimo escollo en Barcelona (doble 6-2 a Daniel Evans) y confiado en poder rematar el trabajo efectuado a lo largo de esta semana para revalidar el título del Godó. Para ello, este domingo (16.00, Teledeporte y Movistar) tendrá que rendir de nuevo a Stefanos Tsitsipas, con el que ya se encontró el curso pasado sobre la arena de Pedralbes. Entonces, el duelo transcurrió entre tensión y el griego, picado porque el chaval estaba adelantándole por la derecha y ya le había vencido dos veces, Nueva York y Miami antes, recurrió a todo tipo de argucias para desestabilizarle. No funcionó. Hoy por hoy, el tenista español ocupa el segundo peldaño mundial y aspira a todo, mientras que a él se le resisten las plazas mayores –a sus 24 años no posee ningún grande– e intenta descifrar cómo desarticular la vigorosa ascensión de Alcaraz.

Abrasado primero por la vieja guardia y relegado ahora a un papel de segundón por el chico de El Palmar, 19 añitos, al griego no le queda más remedio que aceptar la evidencia: actualmente, cuesta imaginar quién puede ponerle freno al español. “Necesito hacer algunos ajustes. ¿Qué opciones hay? Ser mejor que él. Me enfrento al mejor jugador del mundo en estos momentos. Estos dos últimos años ha demostrado que es capaz de dar su mejor nivel, así que es un reto”, apuntaba Tsitsipas tras batir a Lorenzo Musetti (6-4, 5-7 y 6-3); “debo concentrarme al máximo y dar lo mejor de mí. Así lo hice ante Nadal [al que superó en Madrid, hace cuatro años] y así lo hice contra Djokovic [al que llegó a dominar por dos sets en la final de Roland Garros de 2021]. Tengo que dar un paso hacia adelante, no hay otra opción”.

Aunque posean registros diferentes, él y Alcaraz comparten varios puntos en común. De entrada, su capacidad de golpear la pelota con una fuerza superior a la normal y para abrir ángulos, continuando con su sobresaliente capacidad física y con su demostrada versatilidad. Uno y otro encuentran en el cemento su hábitat natural, pero los dos disfrutan del juego sobre arcilla y potencialmente pueden llegar a ser dos prolíficos jugadores sobre césped. Tsitsipas colecciona trofeos en las tres superficies –cuatro en dura, cuatro en tierra y uno en hierba– y Alcaraz sigue destapándose como un fantástico competidor en un terreno que ha ido perdiendo especialistas, en tanto que la mayor parte de la temporada –tres cuartos del calendario, si el porcentaje no es mayor– la acción se desarrolla en pistas rápidas.

“Mucha gente piensa, y yo entre ellos, que juega mucho mejor en este tipo de superficie; lo que ocurre es que ahora, quitando al número uno sobre esa superficie [Nadal], no hay tenistas que la dominen de verdad. Por eso, pensamos que Carlitos puede sacar partido y a lo mejor ganar más torneos de los que imaginábamos en un primer momento”, indica a este periódico Antonio Martínez Cascales, mentor de Juan Carlos Ferrero e integrante del equipo del murciano.

“Él ve la oportunidad”

Efectivamente, cinco de los ocho premios que ha conseguido hasta ahora Alcaraz han sido sobre arena, donde este año ha firmado de momento una victoria (Buenos Aires) y dos finales (Río de Janeiro, donde compitió condicionado por una lesión muscular, y Barcelona). En total, 12 triunfos y una sola derrota, frente a Cameron Norrie.

“Todos los torneos son importantes para mí, pero el que tengo entre ceja y ceja es Roland Garros”, manifestó a su paso por Miami, consciente de que, Nadal al margen, ha ido generándose una suerte de vacío y algunos de los que se habían postulado como herederos –caso de Dominic Thiem, especialmente, devorado por las lesiones y fuera de los 100 mejores–, han ido desvaneciéndose por el camino. A otros como Daniil Medvedev, directamente les salen sarpullidos. “Esta gira no me gusta ni cuando gano. No me gusta. Cada bote es un mal bote, e incluso cuando es un buen bote, esperas un mal bote”, argumenta el ruso, número cuatro del mundo.

Alcaraz se fotografía con los aficionados tras vencer a Evans.
Alcaraz se fotografía con los aficionados tras vencer a Evans.PAU BARRENA (AFP)

Mientras la alergia a la tierra va expandiéndose entre las nuevas generaciones y va perdiéndose el perfil del terrícola, Alcaraz adivina un filón. Quizá le discuta Jannik Sinner, otro todoterreno, pero si alguien ha dado el paso para recoger el testigo es él. “Carlos nunca va a ser tan bueno en tierra como Nadal, pero si continúa mejorando va a tener sus oportunidades. Así lo ve él. Si comparas los especialistas que hay hoy día con los de los 90 [los Courier, Bruguera, Muster, Ríos o Moyà] o principios de los 2000 [Kuerten, el propio Ferrero o Gaudio], lo de ahora no tiene nada que ver. Carlitos tiene buenas condiciones y a él le gusta”, prolonga Cascales.

Mientras el resto de los jóvenes titubea y prefiere debatir a cuatro o cinco tiros, reticentes a la porfía duradera que exige la arcilla, Alcaraz lo tiene claro: quiere dar el gran golpe, y lo quiere ya. Ni al año siguiente ni al próximo, sino ahora. Protagonista la temporada pasada, cuando conquistó el Godó y la Caja Mágica, él y su equipo confían en asaltar Roland Garros. Ausente Nadal –sin fecha de regreso– y tocado Djokovic del codo, el chico va a por todas y no oculta su ambición. Y ojo: su convicción precede a los últimos acontecimientos.

DJOKOVIC, BAJA EN MADRID POR EL CODO

A. C.

Novak Djokovic, número uno del mundo, no podrá participar en el Mutua Madrid Open, cuarto Masters 1000 del año y que se disputará en la Caja Mágica del 26 de abril al 7 de mayo, debido a las molestias en el codo que arrastra en las últimas fechas. 

El serbio, de 35 años, cayó el viernes en los cuartos del torneo de Banja Luka (Bosnia-Herzegovina) y previamente perdió en su segundo partido de la temporada sobre tierra, en Montecarlo. Allí, Nole no pudo con Lorenzo Musetti y dejó ver que las molestias que tiene en la articulación habían condicionado su juego.

“Me sentía lento, sin ritmo. Pero la preparación va enfocada a Roland Garros. El año pasado también fui despacio y terminé jugando bien al final de la gira”, recordó el de Belgrado, que ahora mismo dispone de una renta de 565 puntos en el ranking sobre Alcaraz, al acecho.

La cita de Madrid tampoco podrá contar con Rafael Nadal, lesionado del psoas ilíaco desde el 18 de enero y que comunicó su descarte el jueves.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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