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Los árbitros denuncian una campaña de los clubes contra ellos

El colectivo acusa a LaLiga de crear un “clima irrespirable” y “devaluar el fútbol español” tras la oleada de quejas de muchos equipos, una crisis que tiene al ‘caso Negreira’ como telón de fondo

El País
Copa del Rey
Del Cerro Grande, en el centro de la polémica el pasado fin de semana en el Valencia-Sevilla.AFP7 vía Europa Press (AFP7 vía Europa Press)

Los árbitros españoles denunciaron este martes la existencia de “una campaña perfectamente medida y organizada” contra ellos. Después de las quejas cada vez más habituales de los clubes sobre la labor de los colegiados y en un momento en que el caso Negreira se ha instalado como una nube negra encima de todo el fútbol español, el colectivo de los colegiados profesionales puso el grito en el cielo a través de un comunicado. La agresión sufrida este pasado fin de semana por un trencilla en un partido de juveniles en Ceuta ayudó también a colmar el vaso del hartazgo de un sector que se siente señalado, atacado y devaluado. Sin mencionar expresamente la palabra huelga ni paro, su escrito exige un cambio de dinámica para “no tener que adoptar medidas drásticas”.

La nota de los árbitros apuntó directamente a LaLiga. “El vídeo difundido por su director de Competiciones, Luis Gil, tratando de señalar y ridiculizar las actuaciones arbitrales es una muestra más del interés de LaLiga en generar un clima irrespirable hacia nuestro colectivo, sembrar la duda sobre nuestras decisiones y menoscabar la profesionalidad arbitral. Solicitamos respeto y responsabilidad institucional ante un hecho sin precedentes”, subraya el comunicado de los colegiados. “Los dirigentes de LaLiga no pueden lamentar una crisis reputacional en el fútbol español y, al mismo tiempo, colaborar a generarla a través de una llamada a la crispación y la violencia contra los árbitros en una maniobra que solo conduce a la devaluación de nuestro fútbol y a su descrédito social”, añade.

La guerra continua que mantienen la Federación, de la que dependen los árbitros, y LaLiga es otro de los elementos que explica este clima de tensión. En Las Rozas sospechan que al organismo que dirige Javier Tebas le gustaría que los colegiados no estuvieran bajo el paraguas de la institución que comanda Luis Rubiales; una maniobra, en todo caso, complicada de lograr ahora mismo porque exigiría un cambio en la Ley del Deporte.

Responsables de las categorías no profesionales

Este miércoles, en la Asamblea de la patronal, está previsto que las entidades lancen propuestas para engrasar lo que ellos consideran una mejorable intervención arbitral. A su juicio, abonan una cantidad importante de dinero para financiar al cuerpo de los jueces de campo y, sin embargo, consideran que sufren una falta de criterio en jugadas tan clave como las manos dentro del área. El último en poner el grito en el cielo y utilizar palabras gruesas fue el Valencia, en posiciones de descenso, el pasado domingo, después de que Del Cerro Grande no pitara como penalti una mano del sevillista Fernando tras revisarla en el monitor del VAR. “Hoy al árbitro, cuando llegue a casa, le debe costar dormir, porque es una absoluta vergüenza”, soltó el director corporativo del club, Javier Solís.

“Queremos dejar clara nuestra autonomía, que debe serlo y lo será siempre de LaLiga y de los clubes a pesar de la confusión en la que se ha tratado de sumergir al aficionado. Urge una profunda reflexión ante comportamientos tan irresponsables que deben detenerse cuanto antes”, continúa la nota de los colegiados, que matiza también que el Comité Técnico de Árbitros no designa a los trencillas, sino el Comité de Designación, donde, según recuerda, hay un miembro de la Federación, otro de LaLiga y un tercero acordado por ambos o, si fuera necesario, por el Consejo Superior de Deportes.

Aunque el comunicado lo firman los árbitros profesionales, en el texto se lanza también una voz de alerta por la situación que, a su juicio, sufre su colectivo en las divisiones amateur, especialmente tras el incidente ocurrido en Ceuta hace unos días. “Es una situación que afecta a menores que comienzan en categorías inferiores y que carecen de seguridad en el campo. Niños que son señalados, insultados, amenazados y, lo que es más grave, agredidos físicamente”, advierten. Un problema del que también hacen responsables a los clubes de Primera y Segunda. “Es un efecto directo de la campaña mediática de desprestigio que sufrimos por parte de La Liga y los clubes profesionales”, censuran.

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