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Jon Rahm toma el mando del Masters de Augusta con una exhibición

El vasco firma siete golpes bajo el par, su mejor vuelta histórica en el torneo pese a comenzar con un doble ‘bogey’, y comparte el liderato con Viktor Hovland y con Brooks Koepka

Rahm, durante la primera jornada del Masters de Augusta.
Rahm, durante la primera jornada del Masters de Augusta.ERIK S. LESSER (EFE)
Juan Morenilla

Es la hora del juego. Ni Liga saudí, ni PGA Tour, ni juicios. Golf. Masters de Augusta. Un campo de museo y los mejores jugadores del mundo, sean del circuito que sean. Una chaqueta verde busca dueño. Y Jon Rahm pide cita con el sastre. El vasco, un gigante, ha cerrado la primera ronda con una clase magistral de siete golpes bajo el par, empatado en el liderato con el noruego Viktor Hovland (que jugó con Tiger Woods) y con el estadounidense Brooks Koepka, figura del LIV (-7). Los 65 golpes igualan su mejor vuelta histórica en Augusta, conseguida el sábado de la edición de 2018, cuando acabó el torneo en cuarta posición, su mejor puesto. Y rebajan los 66 de la segunda ronda de 2020 y la cuarta de 2021. Un ciclón.

Quién lo diría después de un arranque de pesadilla de Rahm, su peor inicio en Augusta: cuatro putts en el primer hoyo y un doble bogey que le obligaban a arremangarse desde muy temprano. El volantazo llegó pronto porque Augusta pone dos caramelos en el camino después de la primera curva. Rahm cazó un birdie en el par cinco del segundo hoyo y otro en el tercero, un par cuatro en el que pegadores como Cameron Young, Justin Thomas (sus compañeros de ronda) y él acarician el green con el cañonazo de salida. Regreso al punto de partida y unos gramos de confianza recuperada. La bolsa de la autoestima acabó de llenarse en el hoyo 7. Young, Thomas y Rahm se fabricaron una opción de birdie, pero solo el español exprimió el hoyo. Fue el interruptor que necesitaba para poner el motor a tope de revoluciones y abrochar en el par cinco del 8 un soberbio eagle que le llevaba ya a cerrar la primera vuelta con -3.

En la segunda parte, la continuación de un golf de manual. Muy firme siempre desde el tee, sin fallar ni una calle en todo el día (100% de acierto cuando su registro acumulado en este torneo es del 73%), certero en la diana a green (solo se le escapó uno, en el 7 y por centímetros, un 94% de efectividad frente al 67% histórico), sin visitar ningún búnker, sin rastro de fantasmales tripateos y descontando golpes donde Augusta manda hacerlo. En los cuatro pares cinco del campo, tres birdies y un eagle. De broche, otro acierto con el putt en el 16, un par tres que puso a sus pies. Y otro impacto de artista para alcanzar el green en el 18 (driver más hierro 8) y dejarse el birdie a un metro. Una exhibición, incluso cargando ese patinazo del primer hoyo. Es la vuelta más baja de cualquier jugador en la historia del Masters tras comenzar con un doble bogey.

“Si hay que hacer un doble, mejor al inicio. Siempre es mejor encajar el gol en el primer minuto. Tenía 17 hoyos por delante para levantarme. Al empezar el día así, con un error, te relajas, he aceptado lo que me había pasado y me he sacado la negatividad. Con el birdie del 7 ha cambiado luego la cosa. Estoy orgulloso del resto de la vuelta. Es lo más cómodo que he estado nunca en Augusta”, explicó el líder. Este viernes parte a las 19.18 (hora peninsular española, Movistar). Tras el trío de arriba aparecen Cameron Young y Jason Day con -5; y Shane Lowry, Xander Schauffele, Adam Scott, Gary Woodland, Scottie Scheffler, Sam Bennett y Sam Burns con -4. Scheffler, número uno del mundo, comenzó lanzado con un eagle en el hoyo 2, pero en el 3 falló un putt cortísimo que le dejó descolocado. No volvió a descontar un golpe hasta los pares cinco de la segunda vuelta, 13 y 15, y en el 18 erró de nuevo desde una distancia corta. Rory McIlroy terminó en el par.

Voló Rahm y se frenó Sergio García. El Niño aspira a repetir la gloria de 2017, su primer y único grande, el recuerdo de un pasado feliz que en los últimos meses se ha transformado en un presente muy convulso tras su fichaje por LIV Golf. El Niño no ha dejado de estar en el ojo del huracán desde que tocó el cielo hace ya seis temporadas —llamó Azalea, nombre del hoyo 13 de Augusta, a su primera hija—. En el curso siguiente firmó el peor hoyo en la historia del Masters: 13 golpes en el 15 después de mandar cinco veces seguidas la bola al agua. “Son cosas desafortunadas. He hecho 13 sin fallar un golpe”, aseguró.

Augusta es tierra de reencuentros y en el Masters el español intenta resurgir. José María Olazabal, campeón de la chaqueta verde en 1994 y 1999, compartió ronda de entrenamientos el miércoles con García y con Jon Rahm, y recomendó al Niño que buscara en el fondo de sí mismo esa “calma y tranquilidad” que necesitaba para disfrutar en el Masters. Pero El Niño entregó una tarjeta de dos golpes sobre el par pese a unos nueve primeros hoyos en -2. Un bogey al comenzar la segunda vuelta, en el 10, y un periodo en el que se hundió con bogeys consecutivos en el 13, 14 y 15 le mandaron abajo en la clasificación. Era precisamente ese tramo en el que Olazabal le reclamaba calma, pero que García no supo gestionar para escapar de la espiral. “Mentalmente estamos justitos. Estoy luchando”, admitió.

Sergio García, en el hoyo 13.
Sergio García, en el hoyo 13.David J. Phillip (AP)

El Niño salió a jugar en Augusta poco después de que se confirmara que la justicia da la razón al circuito europeo en el proceso judicial abierto contra la Liga saudí. El European Tour sancionó con 100.000 libras (unos 116.000 euros) a los golfistas de su organización que el año pasado se enrolaron en la cita inaugural de LIV Golf, en Londres, sin el permiso del circuito europeo. Ian Poulter, Justin Harding y Adrián Otaegui presentaron alegaciones contra ese castigo, que quedó en suspenso mientras se llevaba a cabo el proceso judicial. Otaegui, de hecho, ganó en ese periodo el Masters de Valderrama. Otros golfistas se unieron a las alegaciones, aunque algunos se descolgaron por el camino, y finalmente la justicia ha confirmado que el circuito europeo estaba en su derecho de sancionar a los golfistas que cambiaron de camiseta sin permiso. La sentencia abre la posibilidad de nuevas sanciones a partir de ahora.

Sufrió García, sufrió Olazabal (+5) y sufrió el Tigre. La primera ronda del Masters mostró a un Woods renqueante (+2). El cuerpo del Tigre no llega donde quiere su corazón. A los 47 años, y después de cinco operaciones de rodilla, cinco de espalda, y un accidente de tráfico que casi le cuesta perder la pierna derecha, Tiger padece para caminar en un campo tan exigente como Augusta y acumuló varios bogeys que empinaban su objetivo mínimo de pasar el corte este viernes, aunque intentara remar en los últimos hoyos para mantenerse a flote. Woods parece asumir que a partir de ahora deberá coleccionar más recuerdos y ovaciones que opciones de ganar, por mucho que Augusta sea como el jardín de su casa. Hoy los reyes son otros. Al mando, Jon Rahm.

Tiger Woods, en el hoyo 18.
Tiger Woods, en el hoyo 18.MIKE SEGAR (Reuters)

Clasificación del Masters de Augusta.

Horarios de salida este viernes (hora peninsular española). 13.30: José María Olazabal y Cameron Champ. 17.54: Sergio García, Kazuki Higa y Keith Mitchell. 19.18: Jon Rahm, Justin Thomas y Cameron Young.

TV: Movistar Golf y Movistar Golf 2. Viernes, de 15.30 a 01.30. Sábado, de 18.00 a 01.00. Domingo, de 18.00 a 0.30.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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