Ceferin apunta al Barça por el ‘caso Negreira’

El presidente de la UEFA, el abogado esloveno Aleksander Ceferin, hizo la clase de declaración que en el ritual jurídico antecede a la sentencia. “A juzgar por mi información, la situación del Barcelona es excepcionalmente grave”, dijo, en una entrevista concedida a la revista Ekipa de Eslovenia. “Tan grave, que me parece que se trata de uno de los casos más graves en el fútbol desde que me ocupo de él”.

Ceferin se refirió a la instrucción judicial que se sigue en España del caso Negreira por el presunto fraude cometido por el Barcelona, que entre 1994 y 2018 abonó 7,3 millones de euros a José María Enríquez Negreria, vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros de España. Las palabras de Ceferin fueron especialmente contundentes cuando le recordaron que las actividades aparentemente ilícitas del Barça no podrían castigarse en la jurisdicción deportiva de la Liga, al haber prescrito en España.

“En la UEFA nada ha prescrito”, señaló el mandatario, que abrió la puerta a una posible sanción al tiempo que advirtió que no puede responder a la pregunta de si el Barça sería castigado con la exclusión de la Champions. “No puedo comentar directamente sobre esto por dos razones”, explicó. “En primer lugar, porque tenemos un comité disciplinario independiente encargado de ello; y en segundo lugar, porque no he tratado este asunto en detalle”,

La UEFA impulsa desde el 22 de marzo una investigación interna. La conducen los inspectores del Comité de Ética y Disciplina, que, según fuentes del organismo europeo que actúan en régimen de confidencialidad, estudian aplicar los artículos 4.02 y 4.03 del reglamento de las competiciones. Estas normas, diseñadas para combatir el fraude, estipulan la sanción con un año de suspensión de aquellos clubes que resulten culpables de “cualquier actividad dirigida a arreglar o influir en el resultado de un partido a nivel nacional o internacional”.

A nadie afecta más este proceso que a los clubes españoles de la mitad alta de la tabla de la Liga. Según fuentes de los clubes implicados en la lucha por los puestos que dan acceso a la Liga Europa, desde los distintos organismos que gobiernan el fútbol no dejan de llegarles informaciones extraoficiales indicándoles que se preparen para la posible sanción al Barcelona. “Contamos con que la UEFA no permitirá la elegibilidad del Barça para la próxima Champions y competimos para asegurar el quinto puesto”, declaró ayer un responsable de uno de los clubes afectados por la eventualidad de una sanción al Barça. La posibilidad de dar un salto a la Champions ha generado una tensión competitiva desconocida.

La Liga asume que este embrollo es responsabilidad de la UEFA, que al cabo de cada temporada es el la competente para elegir a los clubes con derecho a competir en Europa. Consultados ayer por si habían recibido informaciones oficiales previniendo una posible sanción al Barça, ni Real Sociedad, ni Athletic, ni Villarreal, ni Betis, ni Rayo, aseguraron haber sido advertidos. Estos son los cinco equipos que hasta ahora han competido por ocupar el puesto que dejaban libre el Barcelona, el Madrid y el Atlético en el cuarteto con derecho a disputar el torneo más rentable y prestigioso. De producirse la sanción, habrá no solo un puesto libre para la Champions, sino dos; el sexto y el séptimo clasificados de la Liga competirían en la próxima Liga Europa; el octavo lo haría en la Conference League.

Reelección

Ceferin, que se encuentra reunido en Lisboa en el congreso de la UEFA que prevé su reelección, dice que no conoce los detalles del caso Negreira. Pero al mismo tiempo advierte que nunca supo de nada más “grave”. Ceferin hace memoria. Comenzó su carrera en la administración del fútbol desde que integró la junta directiva del Olimpija Ljubljana, en 2006. Una década más tarde, en 2016, relevó a Michel Platini en el sillón presidencial de la UEFA. No le falta experiencia. Tampoco le faltan ganas de represaliar al Real Madrid, el Barcelona y la Juventus, los tres clubes que desde 2020 encabezaron el proyecto secesionista de la Superliga de Europa. Este proyecto de torneo, que en su origen se presentó como una competición cerrada a los más ricos, alternativa a la Champions y al margen de la UEFA, provocó un cisma en el fútbol europeo y acabó en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

Los clubes secesionistas denunciaron a la UEFA por infringir las normas que garantizan la libre competencia mediante el abuso de su posición dominante; la UEFA defendió su condición de legítimo gobernador supremo del balompié, así como su derecho a sancionar a los rebeldes. De los 12 clubes fundadores, nueve se retiraron inmediatamente. Quedaron los dos españoles y la Juventus. El comité ejecutivo de la UEFA examinó la posibilidad de suspenderlos durante una o dos temporadas, dejándolos fuera de las competiciones internacionales. Ceferin, según fuentes del comité ejecutivo, se mostró firmemente partidario de la expulsión. El esloveno recordó que la Copa de Europa salió fortalecida tras marginar a los clubes ingleses, entre 1985 y 1991, y ahora volvería a fortalecerse si imponía su autoridad ante Real Madrid, Barça y Juve. Solo los operadores de televisión se opusieron a esta idea.

En pleno debate, los tres clubes rebeldes, dirigidos por el Real Madrid, pidieron medidas cautelares ante la Justicia suiza para evitar que una sanción de la UEFA les provocara un daño irreparable mientras se sustanciaba la decisión del TJUE. En diciembre, el abogado general del TJUE dio la razón a la UEFA en un informe preliminar, a falta de que que los magistrados se pronuncien de forma definitiva. En enero, la Audiencia Provincial de Madrid estimó el recurso de Apelación presentado por A22 Sports Management S.L y European Super League Company S.L. Así, los clubes que todavía defienden públicamente la Superliga quedaron provisionalmente a salvo de sanciones de la UEFA. La paz duró dos meses.

El caso Negreira ha vuelto a exponer al Barça. En este sentido, el Barça pidió ayer la dimisión del presidente de la Liga, Javier Tebas, después de que este aportara a la fiscalía unas pruebas que se han añadido a la causa.

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