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El brazalete de la discordia en Francia

Deschamps elige a Mbappé como capitán de la selección gala pese al liderazgo mostrado por Griezmann en los últimos años

Francia Clasificacion Eurocopa
Mbappé y Griezmann celebran el primer gol en el Francia-Países Bajos (4-0), obra del delantero del Atlético.Xavier Laine (Getty Images)
Ladislao J. Moñino

Con la retirada de la escena internacional del guardameta Hugo Llorís, Antoine Griezmann se presentó el pasado lunes en las instalaciones de la federación francesa, en Clairefontaine, convencido de que capitanearía a su selección al menos hasta la Eurocopa 2026. Llevaba tiempo ambicionando el brazalete. Se sentía el hombre más próximo al seleccionador galo Didider Deschamps hasta que este le comunicó que el primer caudillo de les bleus sería Kylian Mbappé.

Griezmann no pudo ocultar su profunda decepción con la decisión tomada por Deschamps y así se lo hizo ver al técnico. A sus 32 años lo consideró una rebaja a sus galones y a sus méritos. Griezmann no solo fue el líder de la selección que conquistó el Mundial 2018, también fue un firme defensor de Deschamps y de su conservador estilo. Griezmann asimiló el juego de Francia al del Atlético y elogió a Deschamps frente a los críticos. Eso no le ha valido para alcanzar la capitanía. Tampoco ser el mejor jugador de Francia en la última Copa del Mundo de Qatar. Solo falló en la final con una actuación por debajo de lo que había mostrado durante el campeonato. Fuentes próximas al vestuario de la selección francesa aseguran que, en el intermedio de la decisiva cita contra Argentina, Mbappé comenzó a ganarse la capitanía que estrenó el viernes ante Países Bajos (4-0). Su arenga en el vestuario del estadio de Lusail, de pie, sin camiseta, con todo el vestuario en silencio y tocado por el 2-0 en contra, incluido el seleccionador, le entornó la puerta de la capitanía. “Es una final de la Copa del Mundo, eh... Es un partido único en la vida. ¡No se puede hacer peor! Lo hecho ya está; nos metieron dos goles, pero podemos remontar ¡Esto solo sucede cada cuatro años!”, exclamó Mbappé. Sus dos goles forzaron la prórroga y los penaltis. Su actuación plasmó su discurso en la caseta y fue otra señal para Deschamps.

En la decisión del seleccionador francés también ha pesado mucho la visión de futuro y la dimensión nacional en internacional de Mbappé. El astro del PSG es el símbolo que la federación y el fútbol francés tratan de explotar. Sobré él se vertebran las aspiraciones deportivas y de mercadotecnia de una institución que busca regenerarse tras la salida de su anterior presidente, Nöel Le Graët. La dimisión del dirigente se produjo tras haber menospreciado la figura de Zinedine Zidane, pero apenas dos semanas después de la publicación de una demoledora auditoría en la cual se denunció su gestión centralista del poder. La fiscalía de París lo investiga también por acoso moral y sexual. La relación de Le Graët con Mbappé se había deteriorado porque este no aceptaba algunos de los patrocinios de la federación francesa.

La elección de Mbappé como capitán y la rebaja de Griezmann a su segundo también ha creado un intenso debate en Francia. “Es una muy buena idea de Didier Deschamps. Al darle la responsabilidad de la capitanía, le permite a Kylian, si es necesario, ir aún más lejos, más alto, más fuerte”, advirtió Michel Platini. “Ser capitán significa pensar en el equipo. Esto le puede permitir avanzar en esa idea, que no se gana sin tener buenos socios, compañeros alegres, comprometidos y confiables. El capitán es quien debe reunir a la tropa, quien debe llevar consigo a los demás. Kylian no le teme a la responsabilidad, creo está listo para asumir este papel y tiene suficiente energía para hacerlo sin que afecte su desempeño individual”, defendió el exinternacional Bixente Lizarazu. Entre los críticos con Deschamps por su decisión está Robert Pires. “Es una falta de respeto sobre Griezmann, porque lleva 10 años en la selección y cuando lo necesitamos lo está haciendo muy bien. Debería haberlo llevado al menos durante los próximos dos años. Para mí Antoine era la decisión más lógica para la capitanía”, dijo el exjugador del Arsenal y del Villarreal en l<CF1000>a Cadena SER.</CF>

“No quiero ser un capitán que dirija. Hay que pensar en el equipo antes de todo. Tenemos muchos jugadores importantes dentro de la selección francesa. El objetivo de ser capitán es no cerrar las puertas a otros jugadores para que hablen. Soy el enlace entre la nueva generación y la antigua”, advirtió Mbappé en una entrevista para Telefoot.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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