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Alcaraz, de final en final y de Norrie a Norrie

El número dos remonta ante Jarry (6-7(2), 7-5 y 6-0) y se reencontrará una semana después con el británico, con la opción de igualar a Djokovic en lo alto del ‘ranking’

Alcaraz celebra la victoria contra Jarry, este sábado en Río de Janeiro.
Alcaraz celebra la victoria contra Jarry, este sábado en Río de Janeiro.SERGIO MORAES (REUTERS)
Alejandro Ciriza

Se desgañita Carlos Alcaraz, el resiliente: “¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!”. Grita y alza el puño derecho el murciano, que acaba de registrar en la noche de Río una de esas victorias que valen algo más que una final, la segunda en siete días y que sirve el reencuentro con el británico Cameron Norrie, superior a Bernabé Zapata (6-2, 3-6 y 7-6(3), en 2h 29m). “Hay que estar siempre ahí, esperando tus opciones, con actitud positiva. Estoy muy orgulloso”, dice después de rendir al chileno Nicolás Jarry por 6-7(2), 7-5 y 6-0 (en 2h 41m), al invertir otro partido cuesta arriba que se había convertido en un callejón sin aparente escapatoria. Pero la había. La encontró el español y este domingo (21.30, Movistar Deportes) aspira al octavo premio de su carrera, el segundo este curso.

“No puedo pedir un arranque mejor, y más por cómo se ha dado el partido”, dice. “Ha sido clave mantenerme ahí después de perder el primer set, porque no he jugado bien el tie-break; luego he levantado un 0-40 y he esperado mi oportunidad, no sé cómo lo hice”, prorroga el de El Palmar, que en un intervalo de siete días apunta a otro trofeo tras una semana sinuosa y plagada de oscilaciones. Es decir, oro. Sin tiempo que perder y con la necesidad de ganar sensaciones a la carrera, sobre la marcha, Alcaraz sigue extrayendo petróleo en cada una de sus apariciones; no tanto por el juego, ciclotímico, como por la capacidad demostrada para voltear escenarios adversos y salvar jornadas en las que no abunda la inspiración.

Como ya hiciera la noche anterior frente a Dusan Lajovic y le exigiera el jueves Fabio Fognini, el murciano logró llegar a tierra después de remar durante un buen rato a contracorriente. Jarry, una torre de 1,98 que prometía –llegó a ser el 39º del mundo en 2019– y que después se extravió –positivo por dopaje en 2020, consumo de un doble metabolito–, pilotó el duelo con temple hasta que al inicio del segundo set dejó escapar cuatro opciones de rotura. Ahí, Alcaraz emergió, firmó un ace con un segundo servicio que evitó el break y fue invirtiendo la curva anímica del pulso hasta acabar pulverizando al chileno. Sorteado ese abismo, su tenis ganó precisión y el de Jarry fue ensuciándose, perdiendo finura en el saque y decisión en el peloteo.

De esta forma, el español, de 19 años, alcanzó su octava final sobre tierra batida –la cuarta seguida desde que perdiera en julio las de Hamburgo y Umag– y sigue reafirmándose sobre una superficie que, Rafael Nadal al margen, busca opositores de verdad. Se postula de nuevo Alcaraz, recarga el depósito competitivo y se sitúa a un solo paso de revalidar el título en Río, donde se coronó el año pasado –tras batir al argentino Diego Schwartzman– y dio su primer bocado en la élite; fue en 2020, cuando tenía solo 16 años y firmó ante Albert Ramos su primera victoria en el circuito de la ATP. Entonces, ya se advertía: viene una joya. Y corroboran los acontecimientos.

“Es normal jugar con algunos dolores, pero mañana [por este domingo] espero poder darlo todo”, adelantaba tras batir a Jarry, que regresa al top-100. Superado el chileno, el cuadro le conduce hacia otro choque definitivo con Norrie, que sudó de lo lindo para vencer al meritorio Zapata, de nuevo a las puertas de una final. Aterrizará Alcaraz pendiente de la musculatura de la pierna izquierda, pero también con la confianza de haber derrotado al británico en cuatro de sus cinco enfrentamientos; la semana pasada en Buenos Aires, 6-3 y 7-5. Mientras, Norrie (27 años y 13º) pretende traducir su buena marcha en un premio. Con 17 triunfos, es el jugador más productivo en estos dos primeros meses. A su envoltorio le falta el lazo.

No así a Alcaraz, que ya festejó en Buenos Aires y que en caso de levantar el trofeo igualaría los 6.980 puntos del serbio Novak Djokovic, aunque Nole conservaría el número uno porque ha logrado acumular más puntos en los grandes torneos, Grand Slams y Masters 1000: los 5.820 de una parte, por los 5.090 de la otra. No obstante, a partir del día 27 se dilucidaría el desempate, al competir en Acapulco y Dubái de manera respectiva.

KREJCIKOVA ENTRA EN LA HISTORIA

A. C. | Madrid

La checa Barbora Krejcikova redondeó su extraordinario recorrido en Dubái al vencer a Iga Swiatek por 6-4 y 6-2, convirtiéndose así en la quinta jugadora de la historia que logra derrotar a las tres mejores del ranking en dirección a un título. Antes de imponerse a la reina actual de la WTA, la campeona de Roland Garros 2021 pudo con Jessica Pegula (3ª) y Aryna Sabalenka (2ª).

Precisamente, esta última había dejado la huella más reciente en la Copa de Maestras de noviembre, cuando se deshizo de Swiatek, Pegula y Ons Jabeur. Previamente lo habían conseguido Venus Williams (Copa de Maestras 2008), su hermana Serena (Miami 2002) y la alemana Steffi Graf (Roland Garros 1999).

Por otra parte, el ruso Daniil Medvedev batió a Andy Murray en la final de Doha (doble 6-4) y desplazó una posición a Nadal. El español, lesionado del psoas ilíaco desde el 18 de enero, caerá este lunes del séptimo al octavo puesto del listado mundial.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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