El Bayern acorrala a los veteranos
Las denuncias de Neuer desvelan una crisis de transición en vísperas de visitar al PSG
Thomas Müller celebró su gol al Bochum con un arrebato de rabia, este sábado, en la jornada 20ª de la Bundesliga. Cerrando puños, flexionando rodillas, tensando bíceps. Profirió un grito primordial mientras el marcador iluminaba el 1-0 en el Allianz Arena. A sus 33 años, Müller reivindicó su condición de veterano en vigencia, especie amenazada, representante de una forma de jugar —presión, empuje, centros, choque y remate— que su club, el Bayern, intenta superar. La fiesta en el césped contrastó con el aspecto sombrío que lució el palco. El presidente Oliver Kahn y el director deportivo, Hasan Salihamidzic, contemplaron la escena con gesto torcido. Cruzados de brazos. Inmóviles. Como si asistieran a un desfile de carrozas fúnebres. El Bayern lidera la clasificación con tres puntos de ventaja sobre el Dortmund, pero esa no es la guerra que les preocupa.
Kahn tiene una visión. El presidente del Bayern, que asumió el cargo hace un año, se ha propuesto transformar el club en la única maquinaria capaz de competir con los gigantes de la Premier de igual a igual. Sin abandonar la Bundesliga. Sin romper con la UEFA. Designando la Champions como el escenario perfecto para conquistar prestigio y dinero. Según fuentes próximas a la dirección del club bávaro, la senda que ha trazado el legendario portero implica una revolución futurista que, necesariamente, implica la extinción rápida de la vieja guardia del equipo que ganó las Copas de Europa en 2013 y 2020. Una generación que encabezan Thomas Müller y Manuel Neuer, ojo del huracán de una crisis que supera el estado larval para eclosionar y desplegar alas escandalosas. En vísperas de la visita al Parque de los Príncipes para dirimir ante el PSG la eliminatoria más impresionante de los octavos de final de la Champions (martes 21.00 horas, Movistar), el Bayern bulle en un conflicto interno.
El fichaje de Julian Nagelsmann por 20 millones de euros —cifra récord para un técnico— y el traspaso de Lewandowski al Barça un año después, fueron dos escenas del mismo acto. El nuevo técnico persigue un ideal de fútbol asociativo que aspira a llevar al Bayern al extremo más sofisticado y atrevido de la escala del juego de posesión. Contra la resistencia que ofrecen los veteranos. La reacción comenzó por Lewandowski, se contagió a Müller, y contó con el respaldo de Neuer, el capitán, y su amigo el entrenador de porteros, Toni Tapalovic.
El despido fulminante de Tapalovic el 24 de enero desató la revuelta. Neuer, que estaba de baja tras fracturarse la pierna derecha durante una excursión de esquí, lo vivió como una encerrona. Convocó al medio deportivo The Athletic y también al Süddeutsche Zeitung, diario de referencia de Baviera, y cuando le preguntaron por Tapalovic lanzó la andanada. “Ese golpe fue extremadamente fuerte”, dijo; “no lo entendí en absoluto. Me pisaron cuando estaba en el suelo. Sentí que me arrancaban el corazón. Fue lo más brutal que he experimentado en mi carrera, y he pasado por mucho”.
“Lo mejor para sí mismos”
Nagelsmann acusó a Tapalovic de obstruccionista. Fuentes del club filtraron a la prensa que Tapalovic era más leal a los veteranos que al cuerpo técnico del que obtenía información que luego gestionaba para conspirar. “Eso no es verdad”, protestó Neuer, que se presentó como un hombre de club, alguien que actúa con total desinterés. “Oliver [Kahn] siempre quiso lo mejor para el equipo; pero hay otros que buscan lo mejor para sí mismos”. Neuer lamentó que el Bayern perdiera la esencia de club protector que habían cultivado Hoeness y Rummenigge, los predecesores de Kahn. “Aquí queremos ser diferentes, una familia”, lamentó. En su retrato, Nagelsmann aparece como una figura oscura, veladamente culpable. Apenas le merece el calificativo de “profesional”.
“Lo que dice Manuel en relación con la marcha de Tapalovic no le corresponde ni a él como capitán ni a los valores del Bayern”, protestó Kahn en el Bild. “Sus declaraciones no son oportunas porque estamos en vísperas de partidos muy importantes”.
Neuer no jugará contra el Paris Saint-Germain. Su lugar lo ocupará Yann Sommer. Oportunamente fichado en enero por Kahn al Mönchengladbach por siete millones de euros para reemplazar al capitán, Sommer recibió ayer un solo tiro del Bochum. Nadie celebró su parada.
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