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Champions League - Grupo c - jornada 5
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Finalizado
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Mane 9'Choupo-Moting 31'Benjamin Pavard 94'

El Bayern se apiada del amigo Lewandowski

La directiva y el vestuario del club muniqués, que se comunica con frecuencia con el goleador del Barça, lamenta que pueda acabar jugando la Europa League

Barcelona - Bayern
Robert Lewandowski junto a varios compañeros durante el entrenamiento que el Barcelona este martes.Alejandro Garcia (EFE)
Diego Torres

Un sentimiento de compasión recorre los pasillos del edificio de Säbener Strasse, la sede del Bayern Múnich, desde el despacho del presidente Oliver Kahn a la secretaría técnica pasando por vestuario, en donde Manuel Neuer y Thomas Müller, sus mejores amigos, comentan con los fisioterapeutas y asistentes técnicos las conversaciones que mantienen con el goleador que se fue al Barcelona. “Robert no merece jugar la Europa League”, dicen, apenados, por el destino que parece condenar al viejo camarada tras una fase de grupos que amenaza con despeñar al Barça fuera de la Champions, a la Europa League por segundo año consecutivo.

Algo insólito en la carrera del atacante polaco, que nunca jugó la Europa League y que desde la temporada 2011-12 jamás dejó de disputar los octavos de la máxima competición de clubes.

No hay rencor hacia Robert Lewandowski en la expedición del Bayern que viajó al Camp Nou a disputar la penúltima jornada del Grupo C. Solo muestras de gratitud que se afianzan cuando se cumplen tres meses de su fichaje por el Barça. El recuerdo de este hombre riguroso y metódico como un prusiano, cinco veces consecutivas máximo goleador y diez veces conquistador de la Bundesliga, agranda su prestigio en el club de Múnich. Incluso contra la ira de los socios que le acusaron de traidor por reclamar públicamente su derecho a irse al Barça. Así lo expresó Dieter Marx, el representante de la afición bávara en la asamblea del 18 de octubre, en un episodio que desencadenó un enfrentamiento sin precedentes entre los hinchas y el presidente.

Kahn se subió al estrado y encaró a los socios airado. “Robert fue una máquina para el Bayern; le agradezco todo lo que ha hecho por el club”, dijo, ante una audiencia revuelta. La directiva alemana tiene muy presente que el futbolista, en un acto de sacrificio de su imagen pública, les ahorró el coste político de ofrecerle la carta de libertad en agosto, como tenían pensado hacer, ya que no podían asumir los 110 millones de euros brutos de cuatro años de salario que le ofrecía el Barça. Cuando en junio declaró públicamente su deseo de fichar por el Barcelona y precipitó el traspaso, no el jugador solo rindió 60 millones de euros a las arcas del club, según fuentes oficiosas del Bayern, y 50 según dice el Barça, sino que exoneró a Kahn de la responsabilidad de su baja.

Ahora, al verle atribulado en la Champions, sus amigos comentan su desventura con sorpresa. Fuentes del Bayern indican que Lewandowski no dejó de llamarlos, especialmente desde el 4 de octubre, cuando el Barça perdió en San Siro ante el Inter. Su mayor decepción, les confesó, fue descubrir que el proyecto de lucha por “títulos inmediatos” que le habían garantizado Joan Laporta y Xavi Hernández podía convertirse en un proceso indefinido de “ensayo y error”. El polaco pasó de la fascinación al estupor. Contó que el plan “infalible” del que Xavi le habló en Ibiza, aquella vía rápida por la que devolvería al equipo a la gloria de la pasada década, comenzó a desdibujarse cuando vio que en los onces del Barça proliferaban jóvenes como Balde, Eric García, Gavi, Pedri o Fati. Estos jóvenes, dice Lewandowski, tienen menos experiencia en Champions que Jamal Musiala, que a sus 19 años lleva dos temporadas participando en eliminatorias de Champions y sin embargo su club no le carga con excesiva responsabilidad. “Robert dice que no tiene tiempo para construir un proyecto de la base”, señalan desde Múnich. A sus 34 años, el futuro en el cénit se le agota.

Lewandowski confiesa que él hace lo que le manda Pini Zahavi. La consigna de su agente es clara: en una institución presa de tensiones internas no siempre discernibles, debe posicionarse con el presidente Laporta, con quien habla todas las semanas. La tarea no es fácil en una plantilla desgarrada en facciones señaladas por la estrategia de altas y bajas que impone una directiva que goza de pocos adeptos entre los futbolistas. El goleador indica que la falta de experiencia de Xavi tampoco sosiega a la tropa. Lewandowski le contó a un amigo de la secretaría técnica del Bayern que cuando el 28 de agosto Xavi declaró por segunda vez en una conferencia que el delantero le “comentaba cosas que se podían mejorar”, y que esto le convertía en “una bendición”, su posición en el vestuario se volvió incómoda. Muchos de sus colegas pensaron que sugería alineaciones al entrenador. Al día siguiente en la ciudad deportiva notó que sus compañeros le miraron con desconfianza y comprendió que tenían razón.

Las puertas de la inversión

La plana mayor del Bayern recopila la información con celo. El presidente Kahn, el director deportivo Hasan Salihamidzic, y los venerables como Uli Hoeness, no son suspicaces con Lewandowski sino con Laporta, porque creen que debió llamarles a ellos antes de presentarle ofertas a un futbolista totémico con contrato en vigor. Así es la ley no escrita que regula las relaciones entre los grandes clubes. Romper esta costumbre legitima maniobras que de otro modo se restringen. Ahora, según indican personas muy próximas a Kahn, el Bayern prepara una sucesión de asaltos que apuntan, para empezar, al fichaje de Frenkie de Jong para el próximo verano.

Nadie pide tregua contra el Barça. El que menos, Julian Nagelsmann. El entrenador arenga a sus jugadores para que consigan la primera plaza del grupo imponiéndose sin paliativos en el Camp Nou. Para inflamar a sus muchachos, les recuerda que al cabo del partido de ida, que vencieron por 2-0, Xavi y los futbolistas del Barça repitieron que la victoria del Bayern obedeció a un accidente.

Estos mensajes causaron indignación entre los alemanes. El club se prepara para una guerra fría que, como ordena Kahn, no va con Lewandowski. La directiva le ha hecho saber al polaco que el día que acabe su periplo catalán le abrirá las puertas con un cometido que comienzan a definir. Sabedores de que Lewandowski ha duplicado su patrimonio hasta rozar los 200 millones de euros gracias a Protos Venture Capital, la empresa de capital riesgo que invierte en start-ups de servicios financieros, alimentación y comercio online, quieren ofrecerle un cargo administrativo que le permita desarrollar todo su ingenio emprendedor en el conglomerado que rodea al club más rico de Alemania.

El presente de Lewandowski es la odisea del Barça. Su pasado y su futuro no se comprenden sin Múnich.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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