El número 1 vuelve a la parrilla de MotoGP
Pecco Bagnaia decide lucir el guarismo reservado al campeón del mundo, vacante en la parrilla durante más de una década por la influencia de las supersticiones y el marketing
Desde 1998, ningún piloto con el número 1 en el carenado ha logrado revalidar su corona en la categoría reina del motociclismo. El australiano Mick Doohan, que atesoró el dígito de los campeones durante cinco temporadas consecutivas, fue el último capaz en proclamarse campeón luciendo una cifra que desde entonces arrastra un aura de maldición y varios argumentos de marketing en contra. En la era MotoGP, estrenada en 2002, nadie ha logrado ganar con el 1, pero Pecco Bagnaia (Turín, Italia, 26 años) campeón en 2022 con Ducati Corse, ha decidido rescatar el guarismo tras más de una década de ostracismo.
“De pequeño recuerdo admirar y respetar a quienes llevaban ese número. Hace mucho que nuestro deporte no ve al número uno, y me parece una manera de homenajear todo lo conseguido junto al equipo el año pasado, es lo correcto e importante”, explica el turinés desde Madonna di Campiglio, donde la marca italiana ha presentado su proyecto para 2023 en medio de una intensa nevada. Dudó bastante y no se decidió hasta ver el dígito impreso sobre su moto durante la sesión de fotos previa a la presentación de este lunes. Tenía las dos opciones preparadas, y le costó desechar el 63 que todavía lucirá en la gorra y el casco. “Antes era un honor llevar el 1, pero en los últimos años se ha asociado a la mala suerte, que es algo en lo que no creo. Estamos encantados con la decisión de Pecco. Es su derecho y un honor poder lucir este número, y no entiendo a quienes no lo hicieron”, comenta Davide Tardozzi, director del equipo y expiloto en la década de los ochenta. Ángel Nieto, Giacomo Agostini o el propio Doohan fueron algunos de los grandes referentes en construir la mitología del 1.
“Es genial poder volver a ver el número 1 en la pista. Lo de la maldición es una tontería, tan solo es un número”, opina el excampeón australiano. “Los ganadores raramente ponen excusas. Llevarse el campeonato no es fácil, y retenerlo es incluso más difícil, pero no tiene nada que ver con la mala suerte”, sentencia el cinco veces campeón de 500cc. Casey Stoner, en 2012, fue el último campeón del mundo en lucir el 1 después de ganar el título. Al año siguiente se retiraría después de quedar tercero en el campeonato y ceder la corona a Jorge Lorenzo, que prefirió mantener el 99 después de haber probado con el 1 en 2011, el año posterior a su primer título. Más allá de la superstición, ni con una ni con la otra logró encadenar campeonatos. El 7 de Barry Sheene, en 1977, fue el precursor de esta tendencia que terminó de consolidarse en el siglo XXI con Valentino Rossi.
Los dos triunfadores anteriores a Bagnaia explicaban en su momento la decisión de continuar con sus números de toda la vida. “Está la maldición del 1, pero no creo que haya influenciado mucho en mi decisión”, decía Joan Mir, campeón de 2020. “El 36 es un número de currar, el 1 más de lucir. Considero que tengo que seguir currando para seguir ganando títulos como este”, zanjó el entonces piloto de Suzuki, ahora nuevo compañero de Marc Márquez en Honda. Fabio Quartararo, triunfador con Yamaha en 2021, hizo la siguiente reflexión cuando se mantuvo firme con su 20: “El 20 es el número con el que comencé y con el que terminaré mi carrera. No merece la pena cambiar, y prefiero simplificar las cosas. Hoy no estoy ni cerca de ese número uno, y el mejor ejemplo para mí es Rossi. Ganó nueve veces el Mundial y nunca usó el 1″.
Il Dottore, el gran mito y la gallina de los huevos de oro de MotoGP durante dos décadas, fue el principal impulsor de la identificación de un número concreto como seña de identidad del piloto. Su 46 es, incluso después de su retirada, un símbolo inequívoco de su prevalencia sobre la disciplina. Márquez, el otro gran dominador del campeonato –entre ambos han ganado 12 de los 20 títulos en juego desde 2002–, también optó por mantenerse fiel al 93, la cifra que eligió por coincidir con su año de nacimiento. Finalmente será Bagnaia, 11 años después del último intento de Stoner, quien abandonará el paradigma de Rossi, su mentor, para intentar romper con el hechizo. “El 1 representa quién eres, pero no tienes que pensar en que eres el campeón, porque entonces puedes relajarte. Hay que trabajar como siempre”, zanja el defensor de la corona. El Mundial de MotoGP arrancará el próximo 26 de marzo en Portimao (Portugal) y finalizará el 26 de noviembre en Valencia.
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