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Atlético y Barcelona alcanzan un acuerdo por Griezmann a cambio de 20 millones más variables

El delantero francés será jugador rojiblanco hasta el 2026 y la operación acaba con la estrategia del club rojiblanco de alinearle solo media hora para rebajar su precio

Antoine Griezmann
Antoine Griezmann durante el Brujas-Atlético de Madrid de Champions, el pasado martes.AFP7 vía Europa Press (AFP7 vía Europa Press)
Ladislao J. Moñino

Antoine Griezmann será jugador en propiedad del Atlético de Madrid hasta junio de 2026, tras el principio de acuerdo al que el club rojiblanco ha llegado con el Barcelona, según confirmaron este miércoles fuentes próximas al club rojiblanco. La operación se cerrará en 20 millones de euros más unos 5 en variables. Se pone así punto final al culebrón de este inicio de temporada, donde el francés solo había sido titular en dos partidos dentro de la estrategia de la entidad colchonera para rebajar los 40 millones de euros estipulados en la cláusula de compra obligatoria firmada si el atacante francés disputaba 45 minutos en el 50% de los partidos en los que estuviera disponible. EL PAÍS ya adelantó que existían negociaciones en el mes de septiembre, algo que el Barcelona desmintió. Desde el club azulgrana, admiten ahora negociaciones avanzadas y esperan que se realice la operación, aunque no la dan por cerrada, informa Ramon Besa.

El Atlético no estaba dispuesto a pagar la cifra acordada con el Barcelona por un jugador de 31 años y tampoco veía factibles las cantidades fijadas con el jugador en el nuevo contrato que debía firmarle para que no quedase libre el 30 de junio. El plan urdido por el Atlético, del que ha sido partícipe Simeone, ha consistido en alinearlo a partir del minuto 60 en todos los partidos menos en dos (Real Madrid en Liga y Brujas en Champions). En este último, el técnico ya conocía el principio de acuerdo desde el lunes y por ello le concedió la titularidad en el estadio Jan Breydel de Brujas.

La adquisición de Griezmann supone acabar con un embrollo que atentaba contra la imagen del club y la autoridad de Simeone, además de haber provocado tensiones entre la dirigencia colchonera y el técnico. El Cholo y el jugador tuvieron que aceptar la estrategia de que solo fuera alineado durante media hora. Esta fue la condición que el Atlético le puso al entrenador, principal valedor del regreso de Griezmann el verano pasado, y al futbolista, si deseaba seguir y, probablemente, acabar su carrera en el club.

Con el paso de las jornadas y ante las continuas preguntas sobre las extrañas suplencias de Griezmann, al preparador argentino, arrinconado y sin saber ya cómo escapar del sonrojo, no le quedó más remedio que admitir de manera velada que cumplía las órdenes del propietario, Miguel Ángel Gil Marín. “Soy un hombre de club”, dijo. La frase levantó polvareda en los despachos porque terminaba de destapar que la dirigencia estaba condicionando las alineaciones de Simeone y este lo aceptaba. Lo mismo que Griezmann, consciente de que era la única vía para permanecer en Madrid, como desean él y su familia.

Simeone había quedado muy expuesto cada vez que defendía públicamente a su jugador fetiche porque después se veía obligado a relegarle al banquillo en encuentros contra rivales de enjundia como el Villarreal y la Real Sociedad en Liga o el Oporto y el Leverkusen en la Champions. La primera titularidad de Griezmann en el derbi perdido ante el Real Madrid (0-1) ya dio pistas de que las negociaciones iniciadas iban por buen camino, aunque el Barça transmitía hacia afuera que era un problema que podía resolver en junio. Finalmente, en la partida de póker entre ambos clubes, el Atlético ha sabido jugar con la carga financiera que le supondría al Barcelona mantener a Griezmann. Si el francés regresara al Camp Nou, la entidad blaugrana tendría que asumir los 21 millones de euros limpios a los que, con bonus, podría ascender el sueldo del galo para la temporada 23-24, según publicó el diario Sport, que tuvo acceso al contrato del futbolista. La masa salarial se le volvería a disparar al Barcelona, que para la temporada que viene debe rebajarla de 600 millones de euros a 400.

Con el principio de acuerdo al que se ha llegado, el turno ahora es para el nuevo contrato de Griezmann con el Atlético para no quedar libre el próximo 30 de junio. Esta nueva relación contractual se perfiló cuando se cerró la cesión, pero tendrá que rebajar los casi diez millones de euros netos que cobra ahora hasta los seis. La intención del club era que disminuyera sus emolumentos hasta los cuatro millones netos.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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