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El peculiar club de Luis Enrique

Mientras el seleccionador coloca altavoces en la espalda de los jugadores para que escuchen sus instrucciones, la idea de convertir a la selección en un equipo se fortalece

Luis Enrique, de espaldas en el centro, da instrucciones a los jugadores durante el entrenamiento de la selección española de fútbol en la Ciudad del Futbol de Las Rozas.
Luis Enrique, de espaldas en el centro, da instrucciones a los jugadores durante el entrenamiento de la selección española de fútbol en la Ciudad del Futbol de Las Rozas.Rodrigo Jimenez (EFE)
Ladislao J. Moñino

Mientras persiste en innovaciones tecnológicas como colocar un mini altavoz en la espalda de los jugadores para que escuchen sus instrucciones durante los entrenamientos que dirige desde lo alto de un andamio con un walkie, el seleccionador español afina estos días lo que puede denominarse el Luis Enrique Club de Fútbol. A dos meses del Mundial, el preparador gijonés ha acentuado en la última lista antes de la cita de Qatar su perfil de entrenador de club para ejercer como seleccionador. El peso del rendimiento de los internacionales en sus equipos es una guía básica, pero también los méritos que estos hayan contraído ante él. “Yo he traído a muchos de esos jugadores que me reclamáis [la prensa] en la selección. Les he pedido lo que les he pedido y luego he visto el resultado. ¿Pueden volver? Claro que pueden volver si vuelvo a ver lo que les pido”, explicaba el técnico el pasado viernes tras anunciar la lista. Bajo ese argumento, se justifica la presencia de futbolistas que no han arrancado la temporada como piezas clave en sus respectivos clubes.

En la relación de 25 convocados para los dos partidos en los que España se juega paso a la final a cuatro de la Liga de Naciones, ante Suiza, el sábado en Zaragoza, y Portugal, el martes, en Braga, Luis Enrique ha dejado pistas de qué internacionales pueden acudir al Mundial sin necesidad de ser muy utilizados en sus equipos. Cesar Azpilicueta ha perdido por el momento su condición de indiscutible en el Chelsea, pero se ganó desde la Eurocopa su condición de intocable. Para el técnico supone una veta de fiabilidad defensiva como lateral derecho o como central de experiencia y como veterano aglutinador de jóvenes a la hora de hacer grupo. A Ferran Torres y a Pablo Sarabia, secundarios en el Barcelona y en el PSG, les tiene la fe del gol y su virtud de ser extremos que pueden jugar por dentro. El caso de Jordi Alba es muy particular. En algunas de sus ausencias de las listas su nivel era de selección. Ahora no es titular en el Barça, pero le avala, además de su pelaje de veterano de guerra, la opinión que el seleccionador tiene de él. Este considera que cuando está en su mejor nivel es de los mejores del mundo en su posición. Por el valencianista Gayá, ausente de los cuatro primeros partidos de Liga por lesión, también siente debilidad. Siempre le ha rendido y ha entendido la importancia de los laterales en el juego ofensivo mediante las combinaciones. Solo una irrupción estelar de Marcos Alonso en el Barcelona podría dejar a uno de los dos fuera de la lista para el Mundial. Carlos Soler no tendrá fácil asaltar la titularidad tras su trasvase del Valencia al PSG. Se ha hecho un hueco entre los interiores por su visión de juego y el toque para conectar con los jugadores de banda y con los delanteros. También por su llegada desde la segunda línea y por ser un especialista en la ejecución de las jugadas a balón parado.

La inclusión de Marco Asensio tiene mucho que ver con las dudas que ofrece Ansu Fati con vistas al Mundial y las bajas de Oyarzabal y Dani Olmo. Luis Enrique llevará a Qatar a la que ha sido una de sus grandes apuestas si este adquiere la confianza en su juego y en su físico. Si no es así, Asensio puede tener opciones a nada que sus apariciones en el Madrid sean algo más que mínimas y muestren al jugador desequilibrante que el seleccionador tenía como pieza clave cuando asumió el cargo en 2018.

“Nuestro objetivo es buscar jugadores que formen un equipo. Hay jugadores puntuales en un equipo que destacan muchísimo. En ese contexto es el número uno del equipo y todos juegan para él y ese jugador no defiende y ese jugador mete goles. El contexto de la selección es muy diferente, muy diferente. Aquí no se juega para uno, aquí se juega con todos para todos”, advirtió Luis Enrique. Para el técnico, la selección no debe contar con los delanteros que marcan más goles. Lo primordial es que se ajusten al estilo y a lo que les demanda. En este sentido, no hay un caso más significativo que el de Iago Aspas. No baja de 15 goles por temporada y su fútbol encaja con la idea de Luis Enrique. Por si el problema era defender o presionar, desde hace tiempo sus esfuerzos en el Celta son titánicos. Probablemente, perdió el tren de la selección a ojos del seleccionador en las convocatorias en las que contó con él y no le dio lo que esperaba. Lo mismo sucede con Fabián Ruiz, ausente desde la Eurocopa.

Luis Enrique tiene un bloque en la cabeza que no diferirá mucho del que anuncie sobre el 10 o el 11de noviembre para acudir a Qatar. Mientras, los internacionales escuchan con tecnología de última hora el guión del que saben que no se pueden salir a través de esos mini altavoces que se suman a las pantallas gigantes que coloca en el campo de entrenamiento.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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