Steve Kerr, el entrenador de los Golden State Warriors que motiva al Mallorca

El RCD Mallorca compartió el miércoles en sus redes sociales una charla que el entrenador de los Golden State Warriors, Steve Kerr (Beirut, Líbano; 56 años), dio a jugadores y técnicos del conjunto bermellón un día antes del choque liguero ante el Betis. Kerr, apasionado confeso del fútbol y ganador de la NBA en nueve ocasiones —cinco como jugador y cuatro como entrenador—, es amigo personal de Andy Kohlberg, presidente del club balear desde 2017. El técnico de los Warriors, hospedado en Artá, a una hora de la capital mallorquina, siguió el entrenamiento del equipo de Javier Aguirre y explicó durante más de 25 minutos su filosofía como entrenador, esa que le ha permitido liderar un equipo legendario con Stephen Curry a la cabeza.

Desde el club bermellón aseguran, sorprendidos, que Kerr es una persona muy cercana, lejos del estereotipo de celebridad: “Es una persona muy atenta y humilde; vino con su mochila y la dejó en una esquina para no molestar”. Además, desde la entidad señalan que varios jugadores del primer equipo comentaron inquietudes con el técnico norteamericano: “Pere Joan, nuestro tercer portero, le preguntó por cómo era el encaje de Rodman en los Bulls. Es curioso porque todo aquello pasó cuando Pere no había ni nacido (lo hizo en 2002), pero el documental The Last Dance ha recuperado el interés de los más jóvenes por aquel equipo. Abdón Prats le preguntó por la gestión del vestuario en los Warriors y a Toni Amor, segundo de Javier Aguirre en el banquillo, le entró la curiosidad por el momento en el que Kerr le cedió la pizarra a Andre Iguodala en mitad de un partido. Fue un rato muy enriquecedor”.

Conocido por ser un magnífico gestor de grupos, Kerr, enésimo pupilo de Gregg Popovich en los banquillos de la NBA, siempre ha reconocido que el buen ambiente de un vestuario es determinante a la hora de obtener resultados: “Es importante mantener la alegría, el disfrute por jugar. Todos empezamos de pequeños porque nos encanta, así que intento reforzar siempre esa idea en mi equipo. Encontrar el equilibrio entre la alegría y el deseo por competir y machacar al rival.... Stephen Curry es la imagen perfecta de esa combinación”.

En su etapa como jugador, Kerr jugó con Michael Jordan, considerado por muchos como el mejor jugador de la historia del baloncesto. “Entrenar con él no era fácil. En cada entreno, él marcaba el nivel. Era muy intenso, tenías que rendir siempre, pero a la vez sabías que te estaba empujando a mejorar cada día”, dijo Kerr, que levantó tres anillos con Jordan y dejó un tiro para el recuerdo en las Finales de 1997.

Kerr, que jugó 15 temporadas en la NBA, fue suplente durante la mayor parte de su carrera, una condición que le permitió aprender a gestionar sus emociones y entender su rol en el equipo: “Como entrenador, entiendo a los jugadores que tienen pocos minutos. Cuando no juegas en cuatro o cinco partidos, siempre es difícil, pero tienes que entender que tu energía y tu papel en el grupo es crucial para alcanzar el éxito colectivo. Cuando te entregas al equipo y a tus compañeros, tu valor se multiplica”.

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