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España convoca al recién nacionalizado Lorenzo Brown para el Eurobasket

Scariolo incluye al base de origen estadounidense en una lista en la que por primera vez en 16 años no está el apellido Gasol en una gran cita

Eurobasket
Lorenzo Brown durante un partido con el Unics Kazan la pasada temporada.Xavier Bonilla (NurPhoto via Getty Images)
Juan Morenilla

Sin Gasol y con Brown. La renovación en la selección española masculina de baloncesto baila entre dos apellidos. Uno ilustre, otro polémico. El técnico, Sergio Scariolo, ha ofrecido este jueves la lista de 22 preconvocados para el Eurobasket del 1 al 18 de septiembre (12 acudirán al torneo) y en el recuento de la tropa resuenan tanto las ausencias ya sabidas como una presencia extraña. Rudy Fernández (37 años, 233 veces internacional) y Sergio Llull (34; 152) ejercen de jefes en una convocatoria en la que por primera vez en 16 temporadas no están al menos uno de los hermanos Gasol en una gran cita: Pau, retirado, y Marc, presidente-jugador del Girona. España da otra vuelta de tuerca al relevo generacional porque al parte de bajas se unen Ricky Rubio, lesionado, y Sergio Rodríguez, que tras los Juegos de Tokio dio un paso al lado. El escrutinio se acentúa por el ruido que supone la llamada a filas de Lorenzo Brown, nacionalizado por carta de naturaleza hace solo tres semanas. El base nacido en Estados Unidos tapa un agujero deportivo, los problemas que ante las dolencias de Ricky y Carlos Alocén y el adiós del Chacho sufría Scariolo en la dirección del juego, pero ha despertado un espinoso debate sobre la fórmula de nacionalizar a un jugador sin ningún tipo de vinculación con España ni con el baloncesto nacional (y sin el valor extra de ser una figura de primerísimo nivel).

Brown es uno de los tres debutantes en esta convocatoria de la absoluta junto a dos recientes campeones de Europa sub-20, Juan Núñez (base, Real Madrid) y Héctor Alderete (alero, Estudiantes); cinco campeones del mundo (Rudy, Llull, los hermanos Hernangómez y Quino Colom) están entre los citados; las molestias físicas de Abrines y Sergi Martínez han dejado al Barcelona sin ningún representante; y la continuidad de Alberto Abalde y Usman Garuba está en el aire por sus lesiones.

Los dardos contra el fichaje de Brown se lanzaron incluso dentro de casa. “No me parece bien. Soy el capitán y me enteré por la prensa”, se quejó Rudy. “Es una falta de respeto para el talento nacional y una oportunidad perdida para tirar de cantera”, soltó Abrines. “Lamentable no, lo siguiente”, opinó Dani Pérez, base del Baxi Manresa, uno de los reclutados para el farragoso camino de las ventanas clasificatorias para el Mundial de 2023 y ausente entre los 22. Y el sindicato de jugadores, ABP, habló de un mensaje “muy nocivo” para los jóvenes. El aterrizaje de Brown coincide con un verano lleno de éxitos en las categorías de formación: España ha sido subcampeona mundial sub-17 masculina y femenina, y oro europeo sub-20 en hombres y mujeres. En cambio, la ACB es la competición doméstica con menos jugadores nacionales, un 29%, según un estudio de la FIBA.

La federación da sus explicaciones. Según el organismo que preside Jorge Garbajosa, fue Brown quien se ofreció para renunciar a la nacionalidad estadounidense y adoptar la española, coincidiendo con el cásting de bases. El entrenador, Scariolo, se limitó a elaborar un “informe positivo”, según comentó en el diario As, cuando la federación le pidió su opinión. No fue él quien solicitó su nacionalización, aseguró.

Brown no ha jugado en ningún equipo español, no ha pasado por ninguna cantera ni tiene ninguna vinculación familiar ni personal con el país. Su expediente es otro de tantos jugadores que cambian de escudo para optar a una mejor carrera en Europa y enrolarse en una gran cita internacional. En su caso, un finísimo lazo le unía con Scariolo. El italiano formaba parte del cuerpo técnico de Toronto cuando en 2018 Brown pasó por los Raptors, su cuarta estación en la NBA tras Philadelphia, Minnesota y Phoenix. El base-escolta, de 1,96m y que cumplirá 32 años el 26 de agosto, seis días antes del Eurobasket, dejó una huella discreta en la liga americana: 107 partidos con 2,8 puntos, 1,5 rebotes y 1,8 asistencias de media en la temporada regular. Después hizo las maletas para cruzar el charco y hacer de trotamundos en Estrella Roja, Fenerbahçe, Unics Kazán y, la próxima temporada, Maccabi. Ni un apeadero en España.

La selección no echaba mano de las nacionalizaciones exprés desde Serge Ibaka en 2011, aunque el pívot congoleño sí tenía recorrido español: llegó al Hospitalet cinco años antes y pasó por el Manresa y luego por el Madrid. La selección ganó con Ibaka el Eurobasket de ese 2011, fue plata en los Juegos de 2012 y cayó en cuartos del Mundial 2014. Su relevo lo tomó Nikola Mirotic, de origen montenegrino, presente en el oro europeo de 2015 y el bronce olímpico de 2016. Ahí se cerró un paréntesis que reabre Brown. Deportivamente, su llegada responde a la necesidad de forrar de músculo un puesto clave en un baloncesto cada vez más físico. Scariolo observaba falta de rodaje competitivo y escasa carrocería entre otros aspirantes al volante de la selección. Colom, Alberto Díaz y Núñez son los otros tres bases puros citados.

Con Brown, Rudy, Llull, y los hermanos Hernangómez, España aspira a la reconquista. La selección ha vencido en tres de los cinco últimas ediciones del Eurobasket (2009, 2011 y 2015; Francia ganó en 2013 y Eslovenia es la vigente campeona, en 2017). En el tren no está Ricky, mvp del Mundial de 2019 logrado por la selección, y el vacío de los Gasol es imposible de cuantificar. Los números pesan toneladas: Pau disputó siete Europeos, tres Mundiales y cinco Juegos, fue 216 veces internacional y se colgó 11 medallas. Marc se vistió 191 veces con la roja desde que debutó en 2006 y besó nueve medallas entre cuatro Mundiales, cinco Europeos y tres Juegos. El hermano mayor entró en la familia en 2001 y en ese periplo solo se perdió las citas continentales de 2005 y 2013 y las mundialistas de 2010 y 2019. Sobre su liderazgo edificó España un imperio. Hoy, solo Rudy, Llull y Willy Hernangómez (70) están por encima de las 40 internacionalidades. “Sabemos la dificultad del momento, de este recambio generacional que es un gran desafío. Los valores no varían. Sí varía el nivel del talento. La generosidad, la cohesión, el compañerismo, el compartir el balón en la cancha y el esfuerzo en defensa nos han hecho famosos en todo el mundo”, ha explicado Scariolo.

Antes del Eurobasket, España, que se concentrará el 1 de agosto en Madrid, disputará cuatro amistosos: ante Grecia en Atenas (9 de agosto) y Madrid (11 de agosto) y ante Lituania en Gran Canaria (16 de agosto) y Vilnius (18 de agosto). Y dos los primeros encuentros de la segunda fase de clasificación para el Mundial 2023, ante Islandia en Pamplona (24 de agosto) y una visita a Países Bajos (27 de agosto). En el Europeo, la selección comparte grupo con Georgia, Montenegro, Bulgaria, Turquía y Bélgica. Cuatro de los seis equipos pasarán a octavos, inicio de un tramo final en Berlín en el que esta nueva España de Brown y sin Gasol buscará reverdecer viejos laureles.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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