Lanzado hacia los 18m, cada salto de Jordan Díaz es un récord, o casi

En cada competición que ha disputado en España Jordan Díaz ha hecho avanzar una cuarta, o algo más, el récord de España de triple salto. Una vez en invierno (17,27m en pista cubierta, en febrero, en Salamanca), tres veces en lo que va de verano, en junio solo: 17,30m, en Andújar, el 4 de junio; 17,76m, en La Nucía, el 12 de junio, y, este mismo domingo, 26 de junio, 17,87m, en Nerja, donde el atleta, nacido en La Habana el 23 de febrero de 2001, se proclamó campeón de España con una marca aún superior, aún más cercana a los 18m que solo seis atletas han pasado en la historia; 17,93m que no valen como récord porque el viento a favor era de 2,5 metros por segundos, superior al límite de 2 m/s. Los 17,87m, primer salto de una serie de cinco extraordinaria (17,87m, 17,93m, 17,80m, 17,66m y 17,55) son también la mejor marca mundial del año, la 13ª en la tabla histórica liderada por los 18,29m del británico Jonathan Edwards, récord mundial desde 1995.

Viéndole saltar, viendo su regularidad por encima de distancias que para la mayoría de los saltadores de triple son el logro de una vida, los especialistas se quedan con la boca abierta, y mudos, sin palabras. “El chico que salta la luna”, alcanza a decir Ramón Cid, que fue plusmarquista español de triple y ahora es entrenador de la doble campeona de Europa júnior de triple María Vicente, y respira la cultura única del triple. “Vive en otra gravedad”. Destaca Cid que si saltando mal, dejándose un pie atrás en un salto, no cogiendo tabla en otro, se queda en 17,55m, es imposible saber dónde están sus límites. “Los 18 metros los tiene ya ahí, y llegará a los 19″, casi exagera Cid, que lo gozó desde la primera fila de las gradas del estadio de Nerja. “Es una pasada, es descomunal, un escándalo, pero hay que dejarlo que disfrute, ya llegará adonde tenga que llegar sin que le recordemos que está ahí el récord, que están los 18 metros, que…” Y destaca su velocidad, de unos 10,40 metros por segundo al llegar a tabla, su técnica, su fuerza… Y su frescura mental. Y no es el único que le incluye entre las mega estrellas jóvenes que han revolucionado el atletismo los últimos años, los imbatibles Mondo Duplantis, Jakob Ingebrigtsen, Karsten Warholm, Yulimar Rojas o Sydney McLaughlin, la norteamericana que batió el sábado su propio récord del mundo de 400m vallas (51,41s) …

Analizando sus saltos la semana pasada, Iván Pedroso, entrenador en Guadalajara del saltador, llegó a la conclusión de que Díaz no saltaba más aún porque tenía problemas con la caída, con el aterrizaje, que la línea de un pie al caer podía estar más allá de los 18 metros, pero que se dejaba el otro atrás, o parte del cuerpo…

Aunque Jordan Díaz, que vive en Guadalajara desde el verano pasado, es español desde febrero, desde antes de cumplir los 21, su pasado internacional con Cuba le impedirá ser seleccionado por el equipo español hasta quizás los Juegos de París de 2024. No podrá por tanto este verano participar ni en el Mundial de Eugene, en julio, ni en los Europeos de Múnich, en agosto.

La otra gran final de los campeonatos fue la de los 1.500m, con victoria en la última recta del atleta Mario García Romo, salmantino de Villar de Gallimazo, junto a Peñaranda de Bracamonte. García Romo, que ha crecido como atleta en la Universidad de Mississippi, en Estados Unidos, se impuso al gran favorito, Mohamed Katir, ganador la víspera de los 5.000m, a Ignacio Fontes y a Adel Mechaal. Sus 3m 35,52s, su mejor marca, suponen la mínima para los Europeos de Múnich. García Romo es campeón universitario de Estados Unidos (la NCAA) en pista cubierta y subcampeón al aire libre. Después de los Europeos regresará a Oxford, el campus de su universidad, para ser profesional del atletismo.

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