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Francia se somete a la terapia de pareja de Mbappé y Benzema

El madridista brilla, pero su escasa conexión con el parisino ha lastrado el juego del equipo, que suma una derrota y dos empates en la Liga de Naciones

Benzema y Mbappé hablan en el banquillo de Francia, en Viena.
Benzema y Mbappé hablan en el banquillo de Francia, en Viena.FRANCK FIFE (AFP)
Diego Torres

Zinedine Zidane soñaba con hacerse cargo de la selección de Francia, antes o después del Mundial de Qatar. Ahora preferiría dejar pasar un tiempo. Es lo que señalan desde la Federación Francesa de Fútbol, en donde los empleados suelen ver de vez en cuando al viejo ídolo. El hombre más respetado del balompié francés gusta dejarse caer por la sede del Bulevar de Grenelle, lo mismo que por el centro de tecnificación nacional de Clairefontaine. Conoce la casa al milímetro. Y sabe que ahora mismo, a cinco meses de la Copa del Mundo, los problemas que asedian a Didier Deschamps en el vestuario amenazan con superar las soluciones que le brinda la plantilla más potente de Europa. El banquillo del seleccionador ya no es un puesto tan envidiable para Zizou.

El empate ante Austria (1-1) en la Liga de Naciones, el viernes en Viena, fue el último acto de una concentración sombría, tras la derrota ante Dinamarca en París (1-2) y el empate ante Croacia en Split (1-1). Una reunión marcada por el reencuentro entre Karim Benzema y Kylian Mbappé en un clima tenso. Fuentes del PSG, contrastadas con empleados de la FFF, indican que Benzema pidió entrevistarse con su colega en el primer día de convivencia con el objeto de disculparse y aclarar malentendidos. De la conversación, aseguran, salió un acuerdo cordial, tan frío como un convenio entre ministros. Pero la complicidad que unió a los dos delanteros a lo largo de la Eurocopa de 2021, dicen, está suspendida. El lenguaje gestual que exhiben los dos en el campo en esta Liga de Naciones confirma un distanciamiento.

Benzema y la plantilla ganadora del Mundial en Rusia nunca acabaron de congeniar. Mbappé fue la excepción. Hasta ahora. El repentino desencuentro se canalizó a través de las redes sociales. El 22 de mayo, coincidiendo con el anuncio de Mbappé de que renovaría su contrato por el PSG en lugar de fichar por el Real Madrid, la cuenta de Benzema en Instagram registró una foto del rapero Tupac Shakur. Víctima proverbial de la traición de sus colegas más allegados, Tupac fue asesinado a balazos en 1996, antes de que varios de sus amigos presuntamente desleales acabaran igualmente muertos a tiros en una sucesión de vendettas. Que durante 2021 Benzema se presentara ante Mbappé como un intermediario en su negociación con el Madrid no contribuyó a disipar las suspicacias. Mbappé, como observa uno de sus abogados, se sintió “amenazado”. Cuando Benzema le explicó que la cosa no iba con él, el jugador del PSG le replicó que no pasaba nada, pero que no olvidara que si había regresado al equipo de Francia después de sufrir el repudio nacional, había sido, en gran medida, gracias a su apoyo. Un respaldo que le ofreció, como todos saben en la FFF, contra la postura de la plana mayor del vestuario, con Griezmann, Pogba y Kimpembe a la cabeza.

Mbappé defendió a Benzema incluso después del 24 de noviembre pasado, cuando la Justicia francesa le condenó a un año de prisión con suspensión de pena por chantajear a Mathieu Valbuena, excompañero de selección y amigo de varios internacionales.

“No fue contra Mbappé ni contra nadie”, dijo Benzema cuando le preguntaron por la foto de Tupac durante una entrevista en Movistar. “Es porque amo al Real Madrid. No es una historia de traición. No voy a meter una foto en Instagram para lanzar un mensaje. Si lo tengo, voy a la persona y lo hablo con él”.

Mbappé no se despegó de Benzema durante los entrenamientos y las comidas de la larga concentración de la Eurocopa de 2021, culminada en la eliminación en octavos de final ante Suiza. Ahora el goleador parisino se junta más con Griezmann y con Kimpembe, y el primer aspirante al Balón de Oro, más seguro de sí mismo que nunca, aparece aislado. “Siguen enfermos”, tituló L’Equipe tras el empate en Viena, sin que sepa muy bien a qué atribuir el juego irregular, si a la fatiga estival, al 3-4-3 o al 4-4-2

Cantona, Anelka...

La paradoja de Francia, campeona del Mundo sin Benzema en 2018, radica en la debilidad que exhibe desde que se reforzó con su futbolista más preclaro en el campo de juego. Benzema ha sido el mejor jugador de Francia desde que regresó al equipo en junio de 2021. Pero sus compañeros, a su sombra, han perdido cohesión y energía. El partido contra Austria reflejó esta contradicción. En la primera parte, con Benzema y Griezmann como líderes del ataque y Mbappé en el banquillo, Francia realizó seis tiros a puerta, robó 25 balones y dio 215 pases buenos. El parcial fue de 1-0 a favor de Austria. En la segunda mitad, con Mbappé dirigiendo las operaciones —marcó un golazo— junto a Nkunku, Francia tiró nueve veces, recuperó 32 pelotas y acertó 366 pases. El parcial fue de 0-1 a favor visitante.

“Estoy satisfecho de aquello que somos capaces de hacer”, dijo enigmático Deschamps, el seleccionador, tras el partido. “En el contenido, hemos hecho muy buenas cosas. Dominamos totalmente en la segunda mitad. Solo nos ha faltado eficacia”.

L’Equipe señala de soslayo que el problema podría originarse en la baja forma de Griezmann, uno de los más indómitos objetores del regreso de Benzema en 2021. El diario de referencia sugiere su cambio por Nkunku para recibir a Croacia este lunes en Saint Denis, sin preguntarse qué compañía preferiría Mbappé.

Ocurrió con Cantona, marginado por sus compañeros en 1994 tras un conflicto por el liderazgo, y se repitió con Anelka en 2001. La política del camerino de Francia nunca fue sencilla. Lo sabe Zidane, gran padrino de Benzema. Los problemas se acumulan camino de Qatar.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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