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La sequía goleadora de Marcos Llorente

El volante, que el curso pasado firmó 13 tantos y 12 asistencias, aún no ha marcado ni dado un pase de gol en este

Atletico Liverpool Champions
Marcos Llorente, durante un partido de esta temporada.Getty Images
Ladislao J. Moñino

Ni siquiera un futbolista tan disciplinado y entregado al colectivo como Marcos Llorente es ajeno al placer y a los réditos individuales de jugar en posiciones ofensivas. La ampliación de contrato hasta 2027 y la sustancial mejora de su remuneración que firmó el pasado mes de agosto fue negociada bajo la fuerza de las estadísticas (13 goles y 12 asistencias) que registró el curso pasado. Su renovación y aumento salarial fue una prioridad para el club por encima de otras demandas de compañeros que la dirigencia tenía sobre la mesa.

El crecimiento de Llorente estuvo directamente relacionado con la capacidad goleadora que le descubrió Diego Pablo Simeone en los entrenamientos. Su nuevo contrato no le hubiera situado en el segundo escalón de los mejor pagados del plantel sin esas cifras. Con el veneno de ser un centrocampista goleador ya metido en su yo futbolístico, el centrocampista madrileño, de 26 años, no se queja de que últimamente sea utilizado más de lo que desearía en posiciones retrasadas, pero sí deja entrever sus preferencias. “Yo me considero un interior con llegada, pero juego donde me digan”, responde cuando le preguntan por la insistencia en alinearle como lateral derecho.

Esos 13 goles y 12 asistencias que acumuló la temporada pasada le convirtieron en uno de los futbolistas más apetecibles para el poderoso mercado de la Premier League. “El Manchester United le tenía entre sus prioridades y varios clubes de la Premier de la zona alta también mostraron interés por él. Ahora mismo es uno de los jugadores españoles con mejor cartel en Inglaterra porque no tendría problemas para adaptarse al ritmo de juego de allí”, sostiene un analista internacional con relación directa con varios clubes ingleses.

El propósito de Llorente al iniciarse esta temporada era el de mejorar las dobles cifras conseguidas en la anterior, pero ni el contexto ni la configuración del plantel del Atlético le ayudan. Su polivalencia le ha convertido en un comodín para Simeone como también lo es para Luis Enrique en la selección. Ambos técnicos han admitido que pierden su poder ofensivo cuando le retrasan, pero también coinciden en señalar que en esa demarcación ganan en equilibrio defensivo y que también puede tener llegada al área contraria.

Simeone ha utilizado a Llorente como lateral derecho en cinco de los 10 partidos que ha disputado el Atlético en lo que va de la presente temporada (ocho de Liga y dos de Champions). Las estadísticas son reveladoras sobre la pérdida de su potencial ofensivo cuando es empleado como defensa. Aún no ha marcado y tampoco ha dado un pase de gol. Su descenso en el promedio de remates por partido de la temporada pasada (1,6) a esta (0,6) es significativo. Cuando juega de lateral, sus intentos de romper a la espalda del lateral rival para ganar la línea de fondo no son tan frecuentes.

En los primeros encuentros de esta temporada, en los que Llorente ocupó el carril derecho, la puesta a punto de Kieran Trippier, por su incorporación tardía tras participar en la Eurocopa con Inglaterra, fue el argumento utilizado por el entrenador rojiblanco para otorgarle el flanco diestro de la defensa. En el último encuentro de Liga disputado ante el Barcelona, el lateral inglés estaba en condiciones de jugar, pero el carrilero diestro escogido por Simeone fue Llorente. Por las pruebas previas realizadas, este martes volvería a ocupar ante el Liverpool el puesto de Trippier. Esta alternancia también ha roto una de las sociedades ofensivas que fue clave en la conquista de Liga.

Capacidad física

Un año y medio después de su explosión en la histórica noche de Anfield con dos goles y una asistencia (2-3 en octavos de la Championes en marzo de 2020), Llorente navega en medio de un debate que Simeone resuelve y explica atendiendo a las necesidades del equipo y a la propia configuración de la plantilla. La nómina de delanteros se ha visto notablemente reforzada con la llegada de Griezmann y Cunha. Como centrocampista, la competencia ha aumentado porque a la condición de intocables de Lemar y Koke se ha sumado el fichaje de De Paul y el intento del Cholo por darle más vuelo a Kondogbia del que le dio la temporada pasada.

Da la impresión de que Llorente es hoy más imprescindible para Simeone por su capacidad física que por lo que pueda aportar en ataque. Para esto último, ha quedado más como un recurso a recuperar según el desarrollo de los partidos. Contra el Barcelona, con 2-0 en el descanso, el preparador argentino sentó a De Paul para dar paso a Trippier y reubicar a Llorente para reforzar el medio del campo.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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