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¿Son delito las primas a terceros?

La policía detuvo en la Operación Oikos a nueve personas por el pago a jugadores del Reus para que ganaran, pero el Código Penal no aclara si deben ser castigados

Lance del partido Reus-Valladolid jugado el 4 de junio de 2017.
Lance del partido Reus-Valladolid jugado el 4 de junio de 2017.Real Valladolid

“¿Han montado todo esto por unas primas a terceros? A mí me deben todavía primas a terceros de cuando jugaba”. Entre la sorpresa y la indignación, un exfutbolista relacionado con uno de los últimos nueve detenidos el pasado martes, 26 de noviembre, en la segunda fase de la Operación Oikos se preguntaba poco después de los arrestos por los últimos movimientos del caso. La policía sostiene que el Huesca “desembolsó fondos en metálico a la plantilla de otro equipo”, el Reus, para que ganara al Valladolid el 4 de junio de 2017. En ese caso, el Huesca entraba en el playoff de ascenso a Primera y el Valladolid se quedaba fuera. Y así fue: el encuentro terminó 2-0.

La confusión sobre la gravedad o la trascendencia penal de que los futbolistas recibieran primas por ganar de alguien que no fuera su propio club se mantenía a la mañana siguiente en el largo pasillo-vestíbulo de los juzgados de Huesca. El juez Ángel de Pedro había citado allí a los arrestados para tomarles declaración, y las defensas no coincidían en si aquello que los investigadores sospechan que sucedió podía llegar a ser considerado delito. En el ámbito administrativo-deportivo no hay dudas: la RFEF contempla suspensiones de uno a seis meses.

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Los detenidos conducidos al juzgado estaban desconcertados: Agustín Lasaosa, expresidente del Huesca; Juan Carlos Galindo, exmédico del Huesca; Carlos Laguna, contable del Huesca; Íñigo López, futbolista; Rodrigo Fernández Lovelle, representante; Pichu Atienza, futbolista. Gente de fútbol que se maneja con asunciones similares a las que en 1992 permitieron a Manolo Hierro, jugador del Tenerife, bromear con su hermano Fernando, del Real Madrid, después de la Liga que los blancos perdieron en la isla al caer derrotados 3-2 en la última jornada. “No te lo dije antes para que no te sentara mal. Esta invitación es con cargo a una prima que recibimos por ganaros a vosotros”, le dijo, según relató en El larguero de la Ser.

En el mismo programa, Toño, entonces capitán del Tenerife, aportó detalles de cómo semanas después del encuentro que facilitó la Liga al Barça un hombre de “entre 30 y 40 años” le entregó en una bolsa de plástico el efectivo que luego repartió entre 25 personas. “Me dijo: ‘Este es el dinero prometido por ganar al Madrid”, contó. Y añadió su interpretación del suceso: “No entiendo por qué puede ser esto un delito, ya que es una prima por ganar, nunca por perder”, dijo.

Diversas fuentes jurídicas consultadas coinciden en que la cuestión de si las primas a terceros son o no delito carece de respuesta evidente. El artículo 286 bis del Código Penal, muy poco específico, recoge en su apartado cuarto que se deben castigar “aquellas conductas que tengan por finalidad predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una prueba, encuentro o competición deportiva de especial relevancia económica o deportiva”. El artículo prevé penas de prisión de seis meses a cuatro años, además de inhabilitaciones y multas del triple del beneficio o la ventaja obtenidos.

Lo vaporoso de la cuestión en el terreno penal viene también de que ningún juez ha tenido que manifestarse nunca sobre el asunto. El primer juicio de este tipo no se celebrará hasta el mes que viene, cuando la Audiencia Provincial de Navarra comience a juzgar el conocido como caso Osasuna, en el que varios directivos presuntamente sacaron 2,3 millones de euros de dinero del club entre 2012 y 2014, parte de los cuales se destinaron a la compra de partidos para evitar el descenso a Segunda en el curso 2013-2014. Los investigadores creen que “existen indicios” de que la directiva rojilla pagó a los entonces jugadores del Betis Antonio Amaya, Jordi Figueras y Xavi Torres 400.000 euros por ganar al Valladolid, y 250.000 porque su equipo perdiera contra Osasuna, ambos encuentros en mayo de 2014.

Alterar la competición

El responsable de integridad de LaLiga, Iñaki Arbea, ve en este juicio argumentos para que las primas a terceros puedan ser consideradas delito: “La Audiencia Provincial considera que recibir dinero por ganar podría alterar la competición y por tanto entrar en el tipo de corrupción entre particulares”.

Otras fuentes jurídicas consultadas discrepan: “No creo que se contemple en ninguno de los supuestos. Sería por hacer algo que es su trabajo y que lo va a hacer de todas formas. Si se abre ese melón, podríamos llegar también a los equipos que en la última jornada juegan con un equipo B y permiten que el rival gane y se salve del descenso, por ejemplo. Se puede pensar que no ha puesto el mejor equipo, y que por tanto no quería ganar. Eso sí que estaría alterando la competición”.

Una tercera vía ve incluso pendiente un debate casi filosófico, sobre “si el bien jurídico protegido por el artículo es la competición, y entonces sí podría ser delito, o si es el libre mercado”, dice otra fuente.

En el terreno deportivo-administrativo algunas figuras relevantes mantuvieron sus dudas hasta no hace mucho. En mayo de 2014, el ahora presidente de la RFEF, Luis Rubiales, entonces presidente del sindicato de futbolistas, AFE llegó a proponer la regulación de las primas a terceros: “No es lo mismo un amaño de partidos que dar un incentivo por ganar. Es algo opaco, por lo que hay que conseguir que sea algo transparente. Hay que sentarse”, dijo.

En septiembre de ese año, el TAS, el más alto tribunal deportivo, zanjó el asunto en su ámbito con un fallo en el que dejó escrito lo siguiente: “El pago de primas por parte de terceros para jugar bien es una actividad claramente dirigida a influir en el resultado de un partido. Por tanto, no solo están incluidas entre las actividades contempladas en el artículo 2.08 de las reglas de la UEL, sino que también (i) constituyen una violación de los objetivos y principios estatutarios de la UEFA, (ii) ejercen una influencia sobre la competición, y (iii) podrían implicar una ventaja injusta para el ofertante. Además, las primas de terceros infringen el juego limpio que debe regir el mundo del fútbol, la integridad de la competición, y son una clara violación de los valores deportivos”.

Otros seis futbolistas del Reus interrogados como investigados

La Policía Nacional ha interrogado esta semana en calidad de “investigados no detenidos” —y, por tanto, acompañados de abogado— a seis futbolistas que disputaron con el Reus el partido que les enfrentó al Valladolid el 4 de junio de 2017, según confirman fuentes cercanas a la investigación. Los responsables de la Operación Oikos sostienen en sus informes que la SD Huesca pagó en metálico a jugadores del equipo catalán para incentivar que ganaran al Valladolid, equipo con el que se disputaban la última plaza del playoff de ascenso a Primera de aquella temporada. La victoria del Reus (2-0) permitió al Huesca jugar la promoción y dejó fuera al Valladolid.

Por el presunto amaño de este partido, la Policía detuvo el pasado martes, 26 de noviembre, a otros dos futbolistas del Reus que participaron en aquel encuentro: Pichu Atienza, ahora jugador del Zaragoza, y Aritz López Garai, recientemente cesado como entrenador del Tenerife. Aquel día fueron detenidas otras siete personas. Tras ser interrogados por la Policía, es previsible que el juez cite a declarar a los seis jugadores del Reus dentro de la pieza del sumario que ha abierto para investigar este partido y que aún mantiene secreta.

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