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Libros y deporte

Pepe Mel, el entrenador de élite que escribe novelas

El técnico publica su cuarto libro, ‘La llave sefardí’, mientras espera ofertas para volver a dirigir en Primera

Rafael Pineda
José Mel posa con su último libro, La llave sefardí.
José Mel posa con su último libro, La llave sefardí. PACO PUENTES (EL PAIS)

Fascinado por las novelas de Emilio Salgari y Julio Verne, la lectura prendió desde niño como un hábito fundamental en la vida de José Mel, exfutbolista del Real Madrid, el Osasuna y el Betis, entre otros, y actual entrenador de fútbol. Esa semilla de la lectura y un amor desaforado por la historia acabaron por germinar en Mel para convertirlo en escritor. El que fuera técnico del Betis, el Deportivo y el Rayo Vallecano, amén de otras aventuras incluso en el extranjero (el West Bromwich inglés), y afincado actualmente en Sevilla, acaba de publicar a los 55 años su cuarto libro, La llave sefardí (editorial Almuzara). “No me considero un escritor. Más bien un contador de historias”, aclara Mel en su casa hispalense, repleta de guiños arquitectónicos morunos.

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“Es lo que tiene estar en el paro. Llevo un tiempo sin entrenar y lo he aprovechado para escribir”, señala. Después de su etapa como entrenador del Deportivo, que acabó en octubre del año pasado, Mel no ha vuelto a sentarse en un banquillo. Tuvo propuestas para dirigir a Las Palmas y alguna exótica del fútbol árabe y también chipriota. No fructificaron. Mel se metió en su despacho y comenzó a escribir La llave sefardí para combatir la inactividad. Pasó de viajar constantemente de un estadio a otro a rodearse de libros para documentarse. De dirigir a un grupo de futbolistas jóvenes y adinerados a sentir la soledad de la creación literaria.

“Como entrenador, el primer día que entras en un vestuario todos te miran con la idea de buscarte un defecto para sacar ventaja. Escribiendo soy solo yo el que afronta el reto de parir una nueva criatura”, comenta. Mel ha retomado una idea que ya surgió en su cabeza en una fecha señalada en la historia de España: los atentados del 11 de marzo de 2004. Una tragedia que estuvo a punto de rozarle de manera íntima.

“Mi hija tomaba el tren en Atocha en esas horas tan duras. Me enteré de la terrible noticia después de entrenar con el Alavés y fueron momentos de muchos nervios, complicados, hasta que quedó claro que a Iris no le había ocurrido nada. Entonces en mi cabeza surgió la idea de escribir un libro como el que ahora ha salido a la luz”, destaca Mel.

Criado en el Real Madrid presidido por Santiago Bernabéu, donde los futbolistas de la cantera se ponían de pie cuando el presidente entraba en el comedor, el técnico quiere contribuir con este libro a luchar contra el fanatismo religioso. “La llave sefardí es una modesta contribución para denunciar ese fanatismo. Es la historia de la llave de la sinagoga de Toledo, ese Toledo ejemplo de convivencia entre tres grandes culturas: cristiana, musulmana y judía. Una llave que pasa por el Madrid de Velázquez, llega al Holocausto nazi y a nuestros días”, aclara el técnico. “No creo que haya mejor fórmula que la cultura para superar el fanatismo y acercar a los pueblos”, añade.

Mel, que compartió su interés por los libros y la cultura en el Madrid con Miguel Pardeza, quedó marcado después de la lectura de El nombre de la rosa, de Umberto Eco. Lo leyó en un día. “Me deslumbró”, reconoce este aspirante a profesor de historia y contador de historias al que su facilidad para hacer gol le permitió desarrollar una más que decente carrera como futbolista profesional. Sus años más fructíferos los desarrolló en el Betis a finales de la década de los años ochenta. En Sevilla vivió ascensos y descensos como futbolista. También como entrenador, subió dos veces a Primera al equipo andaluz.

Hoy, para este madrileño enamorado de Sevilla no hay mejor manera de superar la desazón que provoca el paro que la de contar historias que mezclen su pasión por la historia y la literatura. Mientras se pierde un entrenador, se gana un escritor.

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