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Blogs / Cultura
La Ruta Norteamericana
Por Fernando Navarro
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Melodías preciosas, propulsiones orquestales y una joya escondida: Germán Salto

El músico madrileño firma su primer álbum en español, una obra plagada de motivos para prendarse de un artista que no se destila en el pop nacional

Germán Salto, en una imagen promocional.
Germán Salto, en una imagen promocional.Alfredo Arias
Fernando Navarro

Después de muchos años cubriendo asuntos musicales y muchos más rastreando la música como oyente, uno aprende que, fuera de las carreteras principales, se hallan los discos que más pueden fascinarte. Los artistas que, por tanto, más pueden llegarte. Germán Salto es uno de ellos. Una joya escondida entre el inmenso paraje promocional.

No es un músico nuevo, recién salido del horno, sino que es un trabajador de la canción desde hace ya unos lustros. De hecho, acaba de sacar su tercer álbum en solitario, aunque el primero cantado enteramente en español, un paso que le ha llevado a un ligero cambio de nombre artístico. De Salto -el nombre que estaba detrás de sus dos anteriores álbumes en inglés- ha pasado a llamarse Germán Salto, el madrileño de 38 años que firma ahora un álbum de mismo nombre, una obra plagada de motivos para prendarse de un artista que no se destila en el pop español.

Alejado de las tendencias actuales, entre los impulsos de electrónica, trap o reguetón así como las exploraciones folclóricas, Germán Salto es un artista hecho a sí mismo. Músico de un molde fascinante que se sujeta con firmeza y calidad a las reminiscencias de los sesenta y setenta llevadas hasta el filtro de nuestros días. Su nuevo disco, con esa voz fina cantando en castellano sobre averías sentimentales, es una prueba más de un camino con rumbo fijo a un horizonte sonoro extraordinario. Un horizonte que se ensancha con algunas letras de Santi Campos y la producción de otro talento como Iñigo Bregel de Los Estanques. Germán e Iñigo dan rienda suelta a un festín de arreglos: travesías fantásticas de cuerdas, bucólicas melodías de guitarras, vientos cinematográficos, propulsiones orquestales…

Conviene decir que se agradece siempre el paso lírico al español. Si sus anteriores álbumes, Salto y Far from the Echoes, fueron dos maravillas melódicas y armónicas, ahora su música impacta más extraña bajo el efecto del idioma. Es casi imposible encontrar artistas de esta índole, aunque en España hayamos tenido embajadores de lo melódico cantado en español desde los gloriosos Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán y las gloriosas Vainica Doble.

Salto es un músico entre músicos. Es decir, un compositor e intérprete respetado mucho por otros colegas de la profesión. Sus alianzas y seguidores así lo atestiguan: Los Estanques, Morgan, Martí Perarnau, Sidecars… Desde sus comienzos hace casi dos décadas, Salto formó parte en bandas como Serpientes, Hairy Ladies o Timón. Todo muy subterráneo, aunque repleto de amplio conocimiento de la canción anglosajona, hasta que dio el salto en solitario.

De alguna forma, este músico es un hijo de lo que podría llamarse “escuela Wilco”. Chavales criados bajo la influencia directa de un grupo capital del siglo XXI, aunando el universo de la Americana con The Beatles, The Beach Boys, Van Dyke Parks, The Rolling Stones y toda esa luz más melódica de los sesenta. Germán Salto se sumerge en todo un universo sinfónico y melódico que contempla como si fuera un niño descubriendo el cine en una gran pantalla de Sunset Boulevard. Con ojos de apasionado por la grandeza del arte. Del arte sonoro, en este caso.

Con su anterior disco, Far from the Echoes, pensé que Germán Salto había alcanzado una cota de excelencia insuperable con una canción como Home Again. Siempre me encantó ese disco y esa canción. Está bien haber errado: Germán se ha superado con este disco y Ciudad Invierno es una composición que todavía puede ofrecer un nivel más alto. Ese comienzo tan ligero e íntimo, con ese toquecito de los Wilco más pop, para desplegarse con una sinfonía que eleva como si fuera una mezcla perfecta de The Beatles y el pop orquestal del Brill Building, añadiendo la voz de Nina de Morgan. Maravilloso.

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Sobre la firma

Fernando Navarro
Redactor cultural, especializado en música. Pertenece a El País Semanal y es autor de La Ruta Norteamericana. Ejerce de crítico musical en Cadena Ser. Pasó por Efe, Abc, Ruta 66, Efe Eme y Rolling Stone. Ha escrito los libros Acordes Rotos, Martha, Maneras de vivir y Todo lo que importa sucede en las canciones. Es de Madrid.

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