Avalancha de musicales: es tan difícil elegir un título como decidirse por una serie en Netflix
A éxitos de temporadas anteriores como ‘El rey león’ se suman una docena de nuevas producciones entre las que destaca ‘Matilda’, el aclamado musical de la Royal Shakespeare Company
Desentrañar la cartelera española de musicales empieza a ser tan desquiciante como elegir qué serie ver cada noche en el magma de las plataformas televisivas. Si el otoño pasado hubo avalancha con los efectos de la pandemia todavía coleando, la temporada que empieza tampoco se queda corta. Desde ahora hasta mediados de noviembre se van a estrenar una docena de grandes producciones solo entre Madrid y Barcelona, a las que hay que sumar las que ambas ciudades arrastran de años anteriores y las que están de gira por el resto del país. La mayoría tienen su principal reclamo en el propio título, pues lo que más triunfa en el sector son las adaptaciones de libros o películas populares: Matilda, Mamma Mia!, Los puentes de Madison, Pretty Woman, Charlie y la fábrica de chocolate, La historia interminable o Los chicos del coro, entre otros. Sin olvidar El rey león, incombustible desde 2010. Ni tampoco Malinche, la gran apuesta de Nacho Cano, o la nueva propuesta de Antonio Banderas, Godspell.
Musicales hay para todos los gustos, pero el que tiene muchas papeletas para convertirse en el gran éxito de la nueva temporada es Matilda, adaptación española del que lleva una década triunfando en el West End de Londres, donde ha conseguido la cifra récord de siete premios Olivier. Se replicó en Broadway en 2013 y después en una docena de países. Netflix acaba de estrenar una versión cinematográfica. Pero el dato más importante es el siguiente: es un espectáculo original de la sacrosanta Royal Shakespeare Company. Basado en la célebre novela de Roald Dahl, que se hizo todavía más popular tras la película homónima que dirigió Danny DeVito en 1996, cuenta la historia de una niña aficionada a la lectura que usa sus poderes telequinésicos para hacer frente a la malvada directora de su colegio.
La versión española, que se estrena el 30 de septiembre en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid, tiene además sus propios alicientes. La produce SOM, responsable de éxitos como West Side Story, Billy Elliot o Grease, bajo la dirección artística de David Serrano, uno de los magos de los musicales españoles. Fue él quien dirigió los tres títulos anteriores y es renovador del género también en el cine con películas como la reciente Voy a pasármelo bien o El otro lado de la cama. Forma un tándem perfecto con Marcos Cámara, director ejecutivo de SOM, uno de esos productores apasionados que se implican hasta el tuétano en cada proyecto. El de Matilda lo venía soñando desde hace años: “La primera vez que vi este espectáculo en Londres me quedé clavado. ¿Y esto cómo se hace? Yo quiero hacer esto”, recuerda sentado en el patio de butacas del Nuevo Alcalá durante un ensayo técnico del montaje la semana pasada. Doce millones de euros le ha costado ponerlo en pie en España.
A su lado, Serrano asiente: “Posiblemente, Matilda sea el mayor reto al que nos hemos enfrentado desde que empezamos a hacer musicales. No solo porque el peso principal de la obra lo llevan niños, lo que supone un esfuerzo brutal porque tenemos que trabajar con seis elencos distintos para que se vayan alternando. Llevamos dos años trabajando con ellos. Pero es que la partitura [de Tim Minchin] es muy compleja, no es una música facilona. Ha sido también difícil traducir las letras, la puesta en escena tiene mucha magia… Es brutal”, advierte el director. A lo que Cámara añade: “Como muchos otros musicales, Matilda tiene para el público el atractivo de que es un título que conoce. Es una marca y eso supone ya una ventaja. Pero a ello suma la excelencia, esto tiene el sello de la Royal Shakespeare Company”.
En paralelo, Cámara y Serrano ha levantado para esta temporada Mamma Mia!, un título que ya se ha visto en España, pero que ellos han remozado completamente en una nueva producción que se presentará el 7 de octubre en el Rialto de Madrid. ¿No es mucho riesgo lanzar dos grandes apuestas a la vez en un momento de tanta incertidumbre económica? “De momento, la venta anticipada va bien. No estamos notando cambio con respecto al año pasado”, responde Cámara. Yolanda Pérez Abejón, directora general de Stage Entertainment España, productora de El rey león, es aún más optimista: “No solo estamos como el año pasado. Es que estamos volviendo a los niveles de venta de 2019, que fue la mejor temporada de musicales de la historia en este país”.
Parece que ni la guerra ni la inflación ni la subida de tipos de interés asustan al sector. El mercado no ha dejado de crecer en España en la última década y la recuperación tras el parón por la pandemia va viento en popa. No obstante, Pérez Abejón advierte: “La competencia siempre es buena, anima el mercado. Pero hay que tener cuidado: no todo lo que se vende como ‘musical’ tiene las mismas características. No es lo mismo una pequeña producción que una grande. Ni tampoco un espectáculo con unas cuantas canciones que otro con quince o veinte canciones. Lo que se entiende por ‘teatro musical’ se sustenta en su mayoría en la música. Y tiene que ser música en directo, con buenos intérpretes que sepan cantar, bailar y actuar a la vez. Es importante tener esto en cuenta para saber lo que se está pagando en cada caso”.
Otro musical que seguramente dará mucho que hablar esta temporada es Malinche. No solo por la proyección mediática de su creador, Nacho Cano, uno de los tres miembros del disuelto grupo Mecano, sino también por las polémicas que arrastra. La primera se desató el año pasado cuando el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el PP, anunció la cesión de un terreno público en la capital para que Cano levantara una pirámide azteca como escenario del espectáculo, lo que provocó las críticas de la oposición, que entendió que se le estaba dando un trato preferencial a un proyecto privado. Tras las críticas, el proyecto de la pirámide azteca se anuló y el musical se estrenará finalmente mañana en una carpa en el recinto ferial Ifema.
También ha generado controversia el argumento de Malinche: cuenta la relación entre el expedicionario español Hernán Cortés y la indígena Malinche como una historia de amor y encuentro entre dos culturas, obviando el componente sangriento de la conquista española de México. En la rueda de prensa de presentación del montaje la semana pasada, Cano aclaró: “Sé que vamos a recibir críticas porque es un tema que genera opinión. Pero, para mí, lo importante es que la gente conozca esta historia, porque la interacción entre Cortés, Malinche y Moctezuma hizo que el mundo sea como es. Y eso es preferible aceptarlo en positivo que en negativo”.
Babelia
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