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Espeluznante voltereta de Fortes en su vuelta a la Feria de Málaga

La mala suerte vuelve a cebarse con el diestro andaluz, que sufrió traumatismo craneoencefálico y heridas en el maxilar derecho y el labio superior

Fortes, a merced de su primer toro en la plaza de Málaga.
Fortes, a merced de su primer toro en la plaza de Málaga.Arjona

Una espeluznante cogida sufrida por Fortes marcó la cuarta corrida de la Feria de Málaga, celebrada ayer, martes, donde, más allá de este suceso, poco puede reseñarse dentro de un espectáculo vacío condicionado por la falta de casta de los toros de Núñez del Cuvillo y las broncas que se llevaron Morante y Talavante, informa María M. Alba.

El diestro malagueño fue volteado por su primer toro durante la faena de muleta, cayó a la arena sobre la cabeza y fue golpeado en la cara. El torero quedó inerte en el ruedo, lo que provocó la lógica conmoción en los tendidos. El parte médico indica que sufrió “traumatismo craneoencefálico con pérdida de conocimiento de varios segundos y amnesia retrógrada; y heridas inciso-contusas en maxilar derecho y labio superior. Fue trasladado al hospital Parque San Antonio para un estudio radiológico”.

Saúl Jiménez Fortes es un hombre aliado con la mala suerte, un gran torero, eso que vaya por delante, pero al que los toros han castigado de una manera severa a lo largo de toda su carrera. Cuando al malagueño lo cogen es para hacerle daño de verdad. En el recuerdo quedan las cornadas de Madrid en 2015 y otra muy gorda en el cuello en Vitigudino ese mismo año.

Pero su calvario ha ido más allá, con lesiones también muy graves como aquella fractura de peroné en la Feria de Otoño de 2018 que le obligó a pasar por el quirófano en varias ocasiones; y la más reciente la rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda a finales de julio de 2021 también en la Monumental madrileña.

De todos estos sinsabores ha logrado recuperarse, y siempre con el objetivo de volver a enfundarse el traje de luces. Hace pocos meses reaparecía en Torrejón de Ardoz (Madrid), pero la cita marcada en rojo en su calendario era la de ayer, en su tierra, en el cartel estrella de la Feria de Málaga, donde no actuaba desde hacía cuatro años.

La expectación de volver a ver al héroe malagueño era tal que La Malagueta rozó el lleno en los tendidos, y el público disfrutó por momentos con varios detalles con el percal en su primero y un inicio de faena por el derecho también esperanzador, sobre todo por su sincera puesta en escena con el viento haciendo estragos.

Pero el toro lo derribó en un pase de pecho, Fortes cayó de cabeza y fue golpeado después con violencia en la cara. La estampa del torero boca arriba totalmente inerte enmudeció La Malagueta, que solo volvió a respirar cuando desde la enfermería llegaron noticias tranquilizadoras: Fortes estaba consciente y con un fuerte golpe en el pómulo que, así y todo, lo dejaría fuera de combate, acabando aquí el sueño de triunfar ante su gente.

Bronca a Morante y Talavante

Ese fue el único episodio reseñable de una tarde anodina en lo artístico y en la que la gente acabó pagándola con los otros dos actuantes, Morante y Talavante, abroncados en varios momentos del festejo. La primera bronca llegó ya en el primero, y fue dedicada al palco por empecinarse en mantener a un toro totalmente inválido al que Morante no le quedó otra que machetearlo, y a otra cosa. Pero hubo más, y esta se la llevó Morante, que tras pasaportar al toro que había cogido a Fortes, no quiso ni ver al cuarto, al que volvió a quitarle las moscas antes de montar la espada, lo que provocó el enfado de la parroquia malagueña.

Quedaba todavía la actuación de Talavante, que anduvo con altibajos en la faena a su primero, segundo de corrida, al que pegó algún muletazo suelto, pero sin poder culminar nada por la falta de clase del toro y por lo mucho que molestó el viento. Algo parecido ocurrió en el quinto, si bien es cierto que después de una primera tanda con la mano derecha parecía que aquello podía levantar vuelo; incluso llegó a sonar la música, pero hoy día esto no es significativo de faena grande en Málaga, y más cuando Talavante, al ver que aquello se iba diluyendo como una aspirina en un vaso de agua, decidió acabar con su labor. Aquí cayó otra bronca.

El sexto toro, correspondiente a Fortes, lo pasaportó sin pena ni gloria, no quiso verlo ni con el capote ni con la muleta, y la música de viento volvió a hacerse presente como punto y final a la tarde.

Del Cuvillo/Morante, Talavante, Fortes

Seis toros de Núñez del Cuvillo, justos de presentación, inválido el primero y descastados el resto.

Morante de la Puebla, (verde manzana y azabache): silencio, silencio en el que mató por Fortes y bronca.

Alejandro Talavante, (azul marino y oro): ovación, bronca y pitos en el que mató por Fortes.

Fortes, (azul marino y oro) cogido en su primero.

Plaza de La Malagueta. 16 de agosto. Corrida de feria. Casi lleno en tarde muy calurosa.

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