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Albert Serra: “Cualquiera de las pelis malas de Cannes es más original que la totalidad del cine español”

El cineasta llega a la sección a Competición del Festival de Cannes con ‘Pacifiction’, una inmersión en la corrupción y la lucha por el poder protagonizada por un diplomático francés en Tahití

Albert Serra, en la alfombra roja el jueves por la tarde de 'Pacifiction'.
Albert Serra, en la alfombra roja el jueves por la tarde de 'Pacifiction'.STEPHANE MAHE (REUTERS)
Gregorio Belinchón

Albert Serra ha vuelto a su casa. “Llevo viniendo a este festival todas las ediciones desde 2006, cuando estrené Honor de cavalleria, tuviera o no película, y he participado en casi todos sus apartados, así que sí, me siento muy a gusto. Y ya tocaba estar en la Competición”, explica Serra (Banyoles, 47 años) el jueves por la mañana, a cuatro horas de que pise la alfombra roja en la sesión de gala de Pacifiction. Y entra en el concurso a lo grande, una historia de espías, colonialismo y corrupción política en Tahití, con el miedo a una hecatombe nuclear de fondo, y a lo largo: con sus 165 minutos, es la película a concurso más extensa. “Y eso que rodé 540 horas y tenía 1.280 páginas de diálogos transcritos”, se defiende. Como es habitual, ha rodado con tres cámaras a la vez, y como también es habitual, una entrevista con Serra deviene en una charla sin tapujos. Empiezan 30 minutos de conversación.

Pregunta. Lleva varios días en Cannes. ¿Ha visto películas?

Respuesta. Sí, varias del concurso, pero me han dejado un poco frío. No son los mejores trabajos de sus autores, desde luego.

P. ¿Cuánto han influido en Pacifiction películas como Querelle, de Fassbinder, o Bajo el volcán, de Huston?

R. Algo de ello hay en esos interiores como estados mentales y exteriores desconectados... Sin embargo, tiene más que ver con la actualidad, con la corrupción política y la lucha por el poder en una historia bastante improbable... En el cine puedes hacer cosas casi imposibles que de manera orgánica funcionan y resultan creíbles. En esta película he explorado en los diálogos para añadir observaciones sobre lo humano. Hay hoy en las series unos diálogos decididos por un grupo de guionistas que en fin... Los diálogos de cine son otra cosa, tienen que sumarse a las imágenes de forma visionara y poética. ¿Un ejemplo? Cuando el protagonista explica que la política es como una discoteca. Yo quiero hacer cosas diferentes al resto. Si no, ¿a qué he venido?

El cambio en la ley del audiovisual se debe a que estas plataformas te hacen ganar elecciones”

P. Se está especializando en poética de la turbiedad... Ha ido al paraíso para mostrar su podredumbre.

R. Esa era la idea de la película. Yo diría poética de lo oscuro, y mi amor por la noche, esta vez en la actualidad. Quería reflejar esta fealdad contemporánea moral, en la que no hay honorabilidad, nada está establecido ni te puedes fiar de nadie. Nada es gozoso.

Albert Serra, de blanco, junto a los actores Pahoa Mahagafanau, Benoît Magimel y la productora Montse Triola, en la alfombra roja de 'Pacifiction' en Cannes el jueves por la tarde.
Albert Serra, de blanco, junto a los actores Pahoa Mahagafanau, Benoît Magimel y la productora Montse Triola, en la alfombra roja de 'Pacifiction' en Cannes el jueves por la tarde.STEPHANE MAHE (REUTERS)

P. ¿En qué sentido?

R. Mira, cada vez hay más diferencias entre ricos y pobres, por ejemplo. Los políticos son unos falsos, como robots, al servicio de los grandes intereses oscuros, el audiovisual está cada día en manos de menos gente... Y las paranoias devienen en realidad, como la invasión rusa a Ucrania. O la ley de la comunicación audiovisual. Yo he sido presidente de la asociación de productores de Cataluña, conozco la problemática, y su desarrollo me parece incomprensible. Solo entiendo el cambio en que estas plataformas te hacen ganar elecciones. El bien común no es ese, sino la diversidad y que haya más pensamientos distintos. A eso debería ir destinado el dinero público. Los gobiernos existen únicamente para ganar elecciones, no para pensar en sus patrias.

Un fotograma de 'Pacifiction'.
Un fotograma de 'Pacifiction'.

P. ¿Qué es para usted la patria?

R. Pues mira, la comunidad de cineastas de autor, pero los auténticos. Luchamos contra la homogeneización que nace de las plataformas... Y creo que algunos de nuestros filmes, como Pacifiction, confirman que no estamos alejados de la realidad y que podemos tratar temas actuales de una manera distinta.

Si otros cineastas están obsesionados con el éxito o quieren ser amados por el público porque su padre les pegaban, ellos sabrán”

P. ¿Le importa el ruido mediático que le rodea como gran polemista y creador de titulares?

R. ¡Pero si soy el más sensato! Yo voy haciendo, modestamente, lo que puedo. Si luego eso suena provocador... Si otros cineastas están obsesionados con el éxito o quieren ser amados por el público porque su padre les pegaba, ellos sabrán. Yo cada vez que intuyo que una de mis imágenes se parece inconscientemente a algo hecho previamente, la descarto. En los rodajes creo caos y tensión, y en ese río revuelto yo pesco mucho.

P. Usted es de los pocos cineastas españoles habituales en Cannes, ya ha estrenado aquí cinco filmes. ¿Qué les falta al resto?

R. Con venir un año a ver la sección oficial, queda claro. No vale ser autor a medias. Ese cine español de pseudoautoría no tiene ningún sentido, consume muchos recursos públicos para nada. Que se vayan a las plataformas a hacer series, y que no molesten a los autores de verdad. Es que cualquiera de las pelis malas de esta edición de Cannes es más original que la totalidad del cine español.

Ese cine español de pseudoautoría no tiene ningún sentido, consume muchos recursos públicos para nada. Que se vayan a las plataformas a hacer series, y que no molesten a los autores de verdad”

P. ¿Su siguiente película será la que ansía hace sobre una de sus pasiones, el toreo?

R. Sí, tenía que estar rodando hoy en Las Ventas en la feria de San Isidro... Las cosas se han retrasado, aunque sí, la haré. Ya he cerrado rodajes con toreros muy famosos, de los más grandes, y con jóvenes. Es un tema complicado, y a la vez quiero mostrar el crepúsculo de ese arte. Es la tragedia de muchas cosas, que se hunden sin que puedas hacer nada.

P. ¿Se ve con la Palma de Oro?

R. Ni me preocupa. He formado parte de muchos jurados como para entender que nunca se sabe. Ayudaría a la financiación de futuros proyectos. Eso sí, es mi película más original y coherente.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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