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Leticia Ruiz, nueva directora de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional

La ya antigua jefa de Pintura española del Renacimiento del Prado afirma que el proyecto del futuro museo “está ya muy maduro”

Leticia Ruiz Gómez, en su domicilio en Madrid.
Leticia Ruiz Gómez, en su domicilio en Madrid.Víctor Sainz

Con 21 años de experiencia en el Prado, donde era jefa del departamento de Pintura Española del Renacimiento, y nueve previamente en Patrimonio Nacional, Leticia Ruiz (Santander, 57 años) llega sobradamente preparada a la dirección de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional, un gigante cultural del que dependen 160.000 bienes e inmuebles históricos y artísticos de gran valor. Ruiz ha logrado el puesto en concurso público siguiendo el código de buenas prácticas convocado por Patrimonio, al que se habían presentado 12 candidatos. La presidenta de organismo, María Llanos Castellanos, comunicó hoy lunes a Ruiz que su propuesta, resumida en 15 folios, era la ganadora.

Su tarea más urgente será poner en marcha el Museo de las Colecciones Reales, diseñado por los arquitectos Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla, que ha sufrido numerosos aplazamientos y cambios de concepto. Sustituye en el cargo a José Luis Díez, cuyo cese se hizo público en octubre tras seis años en el puesto. Será una de las pocas mujeres al frente de una gran institución cultural en España.

Pregunta. ¿Puede resumir qué cuenta en esos 15 folios para que su propuesta haya ganado?

Respuesta. Se ha valorado el escrito y la entrevista que los cuatro finalistas hemos tenido con la presidenta. Resumiendo mucho, puedo decir que he vinculado el contenido del museo con las extensas colecciones reales. Piense que aquí tenemos palacios, pinturas, tapices o mobiliario siempre con piezas sobresalientes. Es una extraordinaria colección que los españoles deben de percibir como propia porque así es desde el siglo XIX.

P. Entiendo que el museo tantas veces aplazado será prioritario. Su antecesor tenía en mente contar el reinado de Austrias y Borbones con unas 800 piezas. ¿Mantiene la misma idea?

R. Voy a ser muy cauta y respetuosa con lo heredado. El proyecto estaba muy maduro. No vengo aquí para hacer mi museo, aunque también digo que todo montaje es repensable.

P. El museo se tendría que haber inaugurado en 2015. De los 100 millones del presupuesto inicial se ha pasado a 171,5 millones. ¿Habrá nuevos aplazamientos?

R. Espero que a finales de 2022 las puertas estén abiertas al público. Quedan cosas por definir e incluso rematar, como determinados temas con el Ayuntamiento. En cuanto llegue al despacho, me reuniré con todo el equipo y podremos ponernos a trabajar al detalle.

P. ¿Habrá variaciones sobre el contenido decidido por José Luis Díez?

R. De verdad que todavía no puedo decirlo, porque lo urgente es reunirme con las personas que han estado trabajando en el proyecto. Sí que puedo decir que lo esencial es que todo el público sienta que está ante algo que forma parte de un patrimonio compartido. Es algo que va mucho más allá de la Corona y que tiene que ver con el Prado, con la Biblioteca Nacional y, en suma, con todo lo que es esencial en nuestra cultura. El museo será el gran escaparate de nuestro extraordinario patrimonio, un auténtico festín de bienes artísticos.

P. A propósito de esa mención al Prado, ¿no se reeditarán reclamaciones de cuadros en depósito como en la etapa de José Rodríguez-Spiteri como presidente de Patrimonio Nacional, cuando quiso sacar del museo cuatro obras esenciales de la colección [El descendimiento de la cruz, de Rogier Van der Weyden (1435); El jardín de las delicias (1500) y La mesa de los siete pecados capitales (1485), ambas de El Bosco, y El lavatorio (1548), de Tintoretto]?

R. No. Eso pertenece al pasado. No concibo episodios similares. Hay que pasar página de aquello.

P. ¿Tiene alguna referencia internacional en mente cuando piensa en el museo?

R. Inglaterra y Francia han tenido un cuidado exquisito con su patrimonio. En el caso de los ingleses, es diferente porque sigue siendo propiedad de la reina. Si pienso en Francia, podría señalar Versalles. Aquí es de todos los españoles y así queremos que se perciba cuando se pueda visitar tanto el futuro museo como todo lo que depende del organismo.

P. ¿Qué siente al dejar el Museo del Prado?

R. Siento todo el agradecimiento del mundo hacia este museo. Haga lo que haga, mi vinculación a él será imborrable. Aquí he aprendido todo.

P. También ha comisariado numerosas exposiciones temporales. ¿Trasladará esa actividad a Patrimonio?

R. En Patrimonio hay profesionales extraordinarios que podrán hacer muchas exposiciones con la colección. Quiero dar alas a los expertos. Tiempo tenemos para planificar.

P. ¿Le asusta que la pandemia aplace aún más la inauguración del museo?

R. Hay que pensar en ello y volcarnos mucho en la comunicación digital como han hecho todos los grandes museos del mundo. Pero espero que podamos seguir trabajando.


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