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El veto del Museo de Orsay a una visitante por su escote enciende la polémica en Francia

La denuncia de la estudiante en las redes sociales y la protesta del colectivo Femen sacuden a la institución pese a su disculpa

El País
Una veintena de miembros de FEMEN protestan el domingo 13 de septiembre dentro del Museo de Orsay contra el veto a una mujer por su escote
Una veintena de miembros de FEMEN protestan el domingo 13 de septiembre dentro del Museo de Orsay contra el veto a una mujer por su escoteDPA vía Europa Press (Europa Press)

El Museo de Orsay se encuentra en medio de una polémica después que los guardias le denegaran la entrada a una estudiante universitaria parisina, el pasado martes, debido a que consideraron su escote era excesivo. La mujer, identificada únicamente con su usuario virtual Jeavnne, desveló el suceso en una carta abierta publicada en sus redes sociales. La institución pidió disculpas el miércoles, pero la denuncia ya se había viralizado con miles de mensajes solidarizándose con la estudiante. El domingo, la protesta se hizo visible incluso en los propios pasillos del museo, cuando una veintena de activistas del colectivo feminista Femen entró en el centro, haciéndose pasar por turistas. Una vez dentro del centro, se desvistieron y mostraron en sus torsos desnudos mensajes contra la cosificación de la mujer mientras vitoreaban “La obscenidad está en tus ojos”. La denuncia ha sumado incluso el apoyo de la exsecretaria de Estado para la Igualdad y ministra delegada de Ciudadanía, Marlène Schiappa, a través de un mensaje en la Red.

El texto donde la parisina relata su versión del incidente relata que los trabajadores del Museo de Orsay le solicitaron que se cubriera con una chaqueta que llevaba consigo. Ella rehusó en un primer momento pero terminó aceptando: “Me sentí derrotada, obligada, avergonzada, tengo la impresión que todo el mundo observa mis senos, que yo no soy más que mis senos”.

La mujer también señala que las pinturas y esculturas del museo muestran tanto a hombres y mujeres con poca o nada de ropa, lo cual tilda de contradictorio. “Vuestra doble moral no debería ser un obstáculo a mi derecho al acceso de la cultura y al conocimiento”, sentencia el final de la carta. También incluye una foto suya con lo que llama “el vestido de la discordia”.

Miles de usuarios en las redes sociales le han mostrado su apoyo desde entonces de diferentes maneras. Algunos han usado piezas de la colección del museo que muestran desnudos, como El desayuno en la hierba de Édouard Manet y El origen del mundo de Gustave Courbet, para indicar lo que es percibido como una contradicción. Otros se adueñaron en Twitter de la etiqueta #Lundi14Septembre para publicar fotos en apoyo de la estudiante, en muchos casos a través de selfis con ropa que, según insinuaban algunos, también les hubiera impedido el acceso al Museo de Orsay.


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