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Travellin’ Brothers, de Bilbao al Deep South

La banda de blues vuelve a los escenarios con ‘13th Avenue South’, grabado en Nashville

Travellin' Brothers. De izquierda a derecha: Mikel Azpiroz, Eneko Cañibano, Jon Careaga, Aitor Cañibano, Isi Redondo y Alain Sancho.
Travellin' Brothers. De izquierda a derecha: Mikel Azpiroz, Eneko Cañibano, Jon Careaga, Aitor Cañibano, Isi Redondo y Alain Sancho.Alex Rodríguez Cruz

Quince años, ocho discos y alrededor de mil conciertos contemplan a los Travellin’ Brothers, una de las bandas más respetadas del blues europeo. El grupo bilbaíno, que en sexteto forma con Jon Careaga —cantante—, Eneko Cañibano —bajo—, Isi Redondo —batería—, Mikel Azpiroz —piano y hammond—, Alain Sancho —saxo—, y Aitor Cañibano —guitarra—, se encuentra ya en plena gira de presentación de su último álbum, 13th Avenue South, grabado en Nashville, cuna del country y de buena parte del sonido sureño estadounidense, que baña las 10 canciones del LP. “Nos hemos sumergido en el sur. Ha sido una experiencia vital increíble. Estando allí era imposible no pensar en música las 24 horas”, confiesa Careaga. La cosa salió tan bien que todos los temas del nuevo disco se han quedado en el setlist habitual de Travellin’, donde solo sobreviven dos o tres canciones de sus anteriores trabajos.

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13th Avenue South cuenta con la producción de Brad Jones, que ha trabajado con músicos como Steve Earle, Matthew Sweet o Josh Rouse y con bandas españolas como Els Pets o M·Clan. “Confiamos mucho en él, le dimos las llaves del camión”, valora el cantante de los Brothers. Jones es en buena parte responsable de la evolución sonora que se aprecia en el álbum. “Hay más trabajo de voces, estribillos, coros. Hemos ahondado mucho en ritmos y fórmulas que hasta ahora no habíamos hecho. Nos salimos de la zona de confort, con reminiscencias a los 50 y 70, con mucho soul, góspel y jazz-rock a lo Allman Brothers”, relata Jon Careaga. Las voces y las melodías se cuidan y se adaptan en cada canción. “Brad sabía lo que queríamos. Nos puso en un estudio pequeño, añejo. Grabábamos todo a la vez, con la parte acústica por un lado y la batería y amplis por otro, separados solo por un cristal”.

Las letras ofrecen una variedad temática propia de los géneros musicales que abordan, pero desterrando la negatividad, en la línea con la visión de la vida que transmite Travellin’ Brothers y que encarna su cantante. “Hablamos de cosas en las que creo, de nuestros principios, pero sin moralismos. De la fuerza todopoderosa del amor y la buena voluntad [ahí están Loving place, The power of your love o I believe, que forman el esqueleto de un disco muy tocado por el góspel]. El blues no es solo ‘me ha dejado mi mujer esta mañana, voy a beber abrazado a mi escopeta’. Es también ‘lo tenemos complicado pero salimos’. Hay temas festivos y agresivos como The Spur, que viene de una noche de juerga en Huesca. Y canciones con conciencia social [Peggy Sue got divorced] sobre cómo cambian las cosas de la infancia a la vida adulta”. En la última canción la banda homenajea al pionero del blues Robert Johnson con su Last fair deal going down, dándole un toque cajún y casi reggae que lo aleja de otras versiones.

Los diez días en Nashville dieron para mucho. “Desde el primer momento nos dimos cuenta de que era un sitio mágico y pusimos alma, sudor y corazón en el estudio. Por la noche comentábamos, íbamos a los garitos de la calle Broadway a ver música. Era todo increible”. Su hogar transitorio (ubicado en la calle que da nombre al disco) se convirtió en una especie de laboratorio de ideas musicales por donde pasaron invitados como el guitarrista neoyorquino Alex Schultz y el cantante de Tennessee Earl Thomas, así como varios músicos de la inmensa escena de Nashville. “Thomas me enseñó de verdad lo que hay que sentir para cantar música negra”.

De aquellos tiempos sale un repertorio renovado para el directo que ha probado su éxito en la Clamores madrileña, el Antzoki bilbaíno o el festival Zermatt Unplugged de Suiza, donde Travellin’ Brothers cerró cinco días en los que compartió cartel con Kodaline, The Kooks, Norah Jones, Lianne La Havas o Jake Bugg. La banda, que en 2015 ganó el European Blues Challenge coronándose como reyes del género en el continente, creen que el blues más allá de Estados Unidos aún tiene margen de evolución. “Vamos bien, pero ¿quiénes son los que empujan? Gary Clark Jr., Joe Bonamassa, Tedeschi Trucks… Son todos americanos. Los europeos tratamos de innovar y competir cada vez más pero aún nos queda para ser cabeza de cartel en sus festivales”, valora Careaga. Ese es uno de los retos de Travellin’ Brothers. “Vamos haciendo checks. Ya hemos grabado y tocado en América. Ahora nos gustaría llegar a estar arriba en el Waterfront Festival [uno de los eventos del año en esta disciplina, que se celebra en Portland]. Después, ya se nos ocurrirá otra bilbainada”.

Artista: Travellin' Brothers.


Sello: Magnolia Records / Gran Sol (2018).


Formato: MP3, CD y vinilo.


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