El festival de cine de Ourense renace de sus cenizas
El nuevo director del certamen, Fran Gayo, apuesta por una programación muy de autor
El festival de cine de Ourense ha dado un giro radical en su 21ª edición. El cambio de director ha traído a Fran Gayo, encargado de contenidos del asturiano Centro Niemeyer, que desde 2010 trabajaba en la programación del Bafici (el prestigioso certamen bonaerense), y que antes había sido responsable de programación del festival de Gijón, y con él, una revolución en sus contenidos e intenciones. Ayer, en su inauguración, Gayo aseguró: "Esta 21ª edición está construída sobre la búsqueda siempre del rigor en el trabajo sin perder nunca de vista el amor por esto que hacemos". Y recordó a uno de los homenajeados, el ausente Hugo Santiago: "Dentro de doce meses estará con todos y todas nosotras, y no solo eso, confiamos también en que conseguirá filmar el prometido final de su trilogía sobre la ciudad de Aquilea".
El certamen ha cambiado radicalmente. Junto al veteranísimo Santiago, cineasta argentino de culto autor de El cielo del centauro, Invasión o La fábula de los continentes, y a Oliver Laxe, en la programación caben propuestas como Santaolalla, de Andrew Mehrer y Daniel Becker, documental proyectado en la inauguración sobre Martin Verfondern y Margo Pool, una pareja de holandeses progresistas, que querían vivir en el campo, lejos de las limitaciones y complicaciones de la ciudad. Al llegar a la aldea gallega de Santoalla, desafiaron las tradiciones de la única familia residente en la localidad, iniciando un conflicto de más de una década que culminó con la misteriosa desaparición de Verfondern.
Es un ejemplo más de las 73 proyecciones repartidas en 109 sesiones. En las dos competiciones, la iberoamericana y la de óperas primas, se verán 21 películas, todas de estreno en España. Laxe recibirá el Premio Cidade de Ourense.Cineasta querido por Cannes, Laxe ganó con Mimosas la Semana de la Crítica de la última edición del certamen francés, donde con su primer largo, Todos vós sodes capitáns, se llevó en 2010 el premio FIPRESCI de la crítica internacional tras su proyección en la Quincena de Realizadores.
Además, entre otras actividades, la OUFF Escola, que espera impulsar el gallego entre la juventud a través de la creatividad audiovisual. Junto al ciclo dedicado a Santiago (Buenos Aires, 1939), al que problemas de salud le han retenido en su domicilio parisiense, hay también retrospectivas a la documentalista Mercedes Moncada, a la artista ourensana María Ruido, y a la labor del colombiano Camilo Restrepo en el laboratorio de cineastas l’Abominable. Se proyectan también una selección de películas que auguran cineastas de fuste, como María (y los demás), de Nely Reguera, y otros ciclos.
Como ejemplo de la nueva línea, cercana a la que realiza el festival de Sevilla, la clausura el próximo día 4 correrá a cargo de Pedro Páramo, el filme de 1966 del ourensano Carlos Velo, drama con fantasía inspirado en la novela homónima de Juan Rulfo, que fue presentado en 1967 en el Festival de Cannes.
De repente, el festival de Ourense sube de categoría. Bienvenido sea el esfuerzo.
Babelia
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