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Marsé, Sisa, el Lliure y los macarrones

La obra del novelista sube a escena en Barcelona de la mano del director Oriol Broggi, con dramaturgia de Pau Miró y el cantante galáctico en el reparto

Jacinto Antón
Juan Marsé, en el centro, junto al director de 'Adios a mi infancia', Oriol Broggi, y Lluis Pascual, director artistico del teatro Lliure.
Juan Marsé, en el centro, junto al director de 'Adios a mi infancia', Oriol Broggi, y Lluis Pascual, director artistico del teatro Lliure. Massimiliano Minocri

En una mesa descansan un viejo sifón de Gaseosas Caballé de Mataró y una antigua máquina de escribir, en un rincón puede verse la parte delantera de un Seiscientos, en medio del espacio una cama de posguerra con un jovencito y una mujer que conversan y detrás de ellos un pequeño escenario de madera sobre el que se acomodan unos músicos. La música —acordeón, clarinete, percusión— irrumpe en la charla y Jaume Sisa, en persona, comienza a cantar El congreso de los solitarios: “Los más espléndidos perdedores, los que no salen en lista alguna...”. Una corriente de nostalgia atraviesa la escena. En una butaca de primera fila, observando atentamente, Juan Marsé asiente. El escritor, que ha asistido a varios ensayos y cuya voz se escucha en off durante la función, está muy satisfecho de la forma en que el director Oriol Broggi y el dramaturgo Pau Miró llevan al teatro su obra.

Adiós a la infancia, una aventi de Marsé —“aventi”, por aventura— es un espectáculo en castellano y catalán a partir de sus textos y con música de Sisa, que interpreta una docena de canciones en directo durante la representación, entre ellas, una que ha compuesto especialmente y que cierra la función. Sisa, con su propia evocación nostálgica de la Barcelona de los barrios y la vida en la calle, se siente muy cercano a Marsé.

El montaje, una coproducción del Teatre Lliure y la Perla 29 —la compañía de Broggi—, se estrena el miércoles próximo en la sede histórica del Lliure en el barrio barcelonés de Gràcia. Se da la circunstancia de que es el mismo local de la antigua cooperativa la Lealtad, cuyos bailes el joven Marsé, vecino de la cercana barriada de La Salut, en lo alto de Gràcia, frecuentaba.

Ayer en la presentación del espectáculo en el Lliure Marsé recordó aquella época en la que por lo visto no se comía una rosca. “Venía con los amigos, me acuerdo de las orquestas que tocaban boleros, tangos, valses y con mucho éxito el bugui-bugui. Yo bailaba poco, porque no bailaba bien y eso se lo decían entre ellas las niñas. Entonces me iba a fumar un cigarrillo en el balcón haciéndome el interesante, inútilmente”.

Preguntado por qué gusto tienen para él aquellos tiempos, el novelista respondió: “Un poco de macarrones”.

La pieza de teatro emplea material básicamente de cinco de las novelas de Marsé, Caligrafía de los sueños, Si te dicen que caí, El embrujo de Shanghai, Un día volveré y Rabos de lagartija, con un pequeño homenaje al Pijoaparte de Últimas tardes con Teresa en forma de breve irrupción del personaje —equivocado de “aventi”—, que pega una meada y parte en motocicleta rumbo a una fiesta en San Gervasio...

El argumento, compuesto de pequeñas historias, se centra en un chico de 15 años, Ringo (Oriol Giralt), que deja atrás la infancia para entrar en la vida adulta y bajo cuya mirada desfilan un grupo de personajes con el telón de fondo de la Barcelona de la posguerra, mientras aparecen los temas y obsesiones recurrentes de las novelas de Marsé: la figura ausente del padre, el cine como forma de conjurar la miseria, la brutalidad del poder franquista, la memoria estafada de los vencidos, el erotismo mezclado con la sordidez... “Es un remix, un recocinado del material de Marsé”, recalcó Broggi.

Marsé confesó no tener experiencia teatral directa excepto unos Pastorets en un centro parroquial. “Hubo una adaptación de El amante bilingüe [dirigida por Josep Pere Peyró] que me resbaló mucho y en la que no participé. En este caso les he dicho lo mismo que a los peliculeros, que respeten el espíritu de la obra en todo caso pero que no hace falta que respeten a los personajes y situaciones. Pueden darles la vuelta como un calcetín”.

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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