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El vehículo eléctrico avanza a trompicones en la Administración

EL PAÍS ha recopilado datos de una decena de entidades públicas con casi 60.000 vehículos que muestran que tan solo el 9% de la flota es sin emisiones

Dos trabajadores de recogida de residuos junto a uno de los nuevos camiones eléctricos adquiridos por el Ayuntamiento de Barcelona.
Dos trabajadores de recogida de residuos junto a uno de los nuevos camiones eléctricos adquiridos por el Ayuntamiento de Barcelona.Kike Rincón
Miguel Ángel Medina

El vehículo eléctrico cada vez es más habitual en nuestras calles y carreteras, pero todavía avanza a trompicones en la Administración. EL PAÍS ha recopilado datos de una decena de entidades públicas (cuatro estatales y seis grandes ayuntamientos) que suman casi 60.000 vehículos (56.916) y el resultado es que tan solo el 9% de la flota está electrificada (5.100). Hay ejemplos positivos, como el Ayuntamiento de Barcelona (con un 34,8% de eléctricos, excluyendo los autobuses), y otros que avanzan más lentos, como la Policía Nacional y la Guardia Civil (donde los vehículos sin emisiones no superan el 2,1% y 1,3% del total, respectivamente). Los fondos europeos Next Generation han impulsado un crecimiento del 756% de los autobuses con baterías —muchos destinados al transporte público municipal— y la llegada de coches y furgonetas limpios, pero otros modelos siguen lejos de lo esperado. Los expertos piden que el sector público sirva de ejemplo para lograr cuanto antes una movilidad sin emisiones.

“El Estado y la Comisión Europea han creado mucha normativa para favorecer los eléctricos, como la obligatoriedad de incluir vehículos cero emisiones en las flotas públicas o la instalación de puntos de recarga por cada 20 ó 40 plazas de parking en edificios públicos, pero hace falta que la Administración cumpla con su propia normativa”, señala May López, autora del informe Movilidad Eléctrica en España, publicado en septiembre. “Por ejemplo, la ley española obliga a la instalación en 151 municipios españoles de zonas de bajas emisiones, que favorecen este tipo de movilidad, pero por ahora tan solo las han implantado 20 localidades”. “Además”, prosigue, “la directiva de contratación pública exige que, cuando se liciten nuevos vehículos, el 36% de automóviles, el 10% de camiones y el 45% de autobuses de las Administraciones sean de bajas emisiones (eléctricos y ciertos híbridos) y no siempre es así”.

Según el recuento de EL PAÍS, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado tienen el nivel más bajo de electrificación. La Policía Nacional cuenta con 8.050 coches, 2.435 motos y otros 4.391 vehículos (principalmente, furgonetas), de los cuales tan solo son eléctricos 320 en total, es decir, un 2,15%. “Se procura dotar a la flota de vehículos cero emisiones, pero la electrificación total es complicada, ya que la diversidad de nuestros servicios demanda vehículos de diferentes tipologías y no todas encajan con la actual oferta de vehículos electrificados”, dice un portavoz policial. En cualquier caso, el cuerpo tramita ya la compra de 2.500 vehículos con etiqueta cero con cargo a los fondos europeos Next Generation. Además, cuentan con 600 puntos de recarga y han licitado otros 800.

Furgonetas eléctricas de la Policía Nacional adquiridas el pasado mes de julio.
Furgonetas eléctricas de la Policía Nacional adquiridas el pasado mes de julio. Policía Nacional

En la Guardia Civil, la cifra es todavía inferior: de los 16.442 coches y motos que poseen, tan solo 214 son cero emisiones (un 1,3%), aunque cuentan con 1.276 híbridos (no especifican si enchufables o no). En este caso, sigue siendo problemática la falta de electrolineras en las áreas rurales, donde desarrollan mayoritariamente su labor. El instituto armado cuenta con 300 puntos de recarga, a los que prevé sumar 1.600 en los próximos meses.

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“Las administraciones son las que tienen mayor capacidad económica, por lo que tienen que tirar del carro de las compras. Policía y Guardia Civil deberían tener ya electrificada la mayor parte de sus flotas. Además, eso supondría un ejemplo muy positivo para la sociedad, que vería más coches eléctricos en las calles”, resume Ladislao Montiel, experto en el sector de la Fundación Renovables. “Uno de los principales problemas es la falta de puntos de recarga: en España hay unos 20.000, por los 29.000 de Francia y los 41.000 de Alemania”, continúa.

Un vehículo 100% eléctrico de la empresa pública Correos.
Un vehículo 100% eléctrico de la empresa pública Correos. Correos

La empresa pública Correos, en cambio, ha electrificado ya el 16,8% de su flota de coches, motos y furgonetas: tiene 14.000, de los que 2.351 son ya sin emisiones, a los que prevé sumar otros 500 antes de fin de año. Cada vehículo cuenta con su propio punto de recarga. “Nuestro compromiso es disponer del 25% de nuestra flota electrificada para 2030″, apunta un portavoz. Mientras, el Parque Móvil del Estado, que presta servicios de movilidad a los altos cargos públicos, ha vivido una transformación en tan solo cinco años: si en 2018 no tenía ningún eléctrico, ahora son así 183 de sus 673 vehículos (un 27%). “Nuestro objetivo es lograr una movilidad eléctrica en 2026, aunque existen vehículos especiales (como los blindados) donde tecnológicamente aún no es posible”, señala un portavoz.

Nueva flota de vehículos eléctricos e híbridos del Ejército de Tierra.
Nueva flota de vehículos eléctricos e híbridos del Ejército de Tierra.Ejército de Tierra

De hecho, incluso el Ejército está comprando algunos cero emisiones: el pasado mes adquirió 530 furgonetas, cinco carretillas y un turismo eléctricos, además de otros 513 híbridos enchufables. Son un pequeño porcentaje de sus vehículos logísticos, ya que la tecnología todavía no ofrece versiones enchufables para los vehículos operativos (como blindados o tanques). Guardia Civil y Defensa adquirirán unos 800 vehículos con cargo a los fondos europeos durante los próximos meses, según una portavoz del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) del Ministerio para la Transición Ecológica.

Un autobús eléctrico de Zaragoza, junto a un tranvía de la localidad.
Un autobús eléctrico de Zaragoza, junto a un tranvía de la localidad. Carlos Gil-Roig

Los fondos europeos Next Generation están impulsando estas compras. El Ministerio de Transportes, que ha gestionado las ayudas, señala que ha otorgado casi 300 millones —en dos convocatorias— para la adquisición de autobuses para flotas de transporte público y de vehículos pesados para servicios públicos de ámbito municipal propulsados con energías alternativas. A ellas se suman las del plan Moves III del Ministerio para la Transición Ecológica, que ha repartido 9,5 millones entre las 2.600 solicitudes de las entidades locales, a los que habrá que añadir los repartidos por las comunidades (aún por determinar).

Los autobuses tiran del sector

Precisamente los autobuses son el sector que más crece: durante el primer semestre del 2023, las matriculaciones en España de autobuses con carga eléctrica (eléctricos más híbridos enchufables) crecieron un 760% respecto al mismo periodo del año anterior, siendo el mercado europeo con mayor crecimiento, según el informe Movilidad Eléctrica en España. En este sentido, los grandes ayuntamientos son clave, ya que prestan el servicio de autobuses municipales, así como de recogida de basuras, parques y jardines y otros (en ocasiones, con subcontratas que no entran en el recuento).

El consistorio madrileño tiene 2.513 vehículos, 335 de los cuales son eléctricos, a los que habría que sumar 2.142 autobuses, de los que 245 son cero emisiones: en total, un 12,5% de electrificación. Barcelona es el gobierno municipal más avanzado: de sus 3.484 vehículos, ya ha electrificado 1.213 (un 34,8%). Esta cifra no incluye buses, que dependen del Área Metropolitana de Barcelona: tienen 1.150 vehículos, de los cuales 100 son eléctricos (un 8,6%). Si se suman ambas cifras, se obtiene un 28,3% de electrificación. “El Ayuntamiento catalán ha comprado 79 camiones de residuos 100% eléctricos y es un ejemplo muy positivo, porque precisamente los camiones son el sector donde la electrificación está costando más”, apunta May López, que también es portavoz de Empresas por la Movilidad Sostenible.

Un coche eléctrico de la Policía Municipal de Madrid.
Un coche eléctrico de la Policía Municipal de Madrid.Policía Municipal de Madrid

Mientras, Valencia tiene 590 vehículos, de los que el 11,2% (es decir, 66) son cero emisiones. En Sevilla, donde EL PAÍS tan solo ha obtenido datos de los autobuses municipales, hay 420 unidades, con una electrificación del 4,3% (18 unidades). En Zaragoza los vehículos (que incluyen algunas subcontratas) llegan hasta los 946, de los cuales 112 son eléctricos (un 11,8%). Por último, Málaga cuenta con 825 vehículos y solo el 5,2% son eléctricos (43). Todos cuentan con adquirir más vehículos de esta tipología gracias a los fondos europeos.

Un camión de la basura eléctrico en Barcelona, el pasado miércoles.
Un camión de la basura eléctrico en Barcelona, el pasado miércoles. Kike Rincón (Kike Rincon)

Un caso interesante es el de los ayuntamientos de Gijón (Asturias) y Torrelavega (Cantabria), que han adquirido coches sin emisiones a través de la empresa Guppy que sirven tanto a sus funcionarios como a los ciudadanos. “En horario laboral, el Ayuntamiento tiene bloqueados unos vehículos para que su personal se desplace. Una vez termina su jornada, los vehículos quedan disponibles para cualquier usuario”, informa un portavoz de la compañía. Es una manera de que ciudades medianas o pequeñas cuenten con un servicio de coche compartido eléctrico, que normalmente solo funciona en grandes urbes.

EL PAÍS ha preguntado a las cuatro comunidades más pobladas de España, pero tan solo la Comunidad de Madrid ha respondido, señalando que cuenta con una flota de 450 vehículos oficiales de los que 397 son híbridos, pero ninguno 100% eléctrico. “Está previsto que en la próxima licitación de alquiler de vehículos, en 2024, se puedan adquirir los totalmente eléctricos”, apunta una portavoz. Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana no han contestado a la petición de información de este diario.

Falta mucho por hacer. Arturo Pérez de Lucia, presidente de la patronal Aedive —que aglutina a más de 200 empresas de España y Portugal—, resume: “Las administraciones públicas han de ser las primeras en dar ejemplo al resto de la ciudadanía y al sector empresarial en la transformación de la movilidad hacia el vehículo eléctrico, y, salvo algunas excepciones, no se percibe de forma generalizada ese compromiso”. May López también destaca “el poder tractor que ejerce el sector público a través de las contrataciones de servicios de movilidad”, por lo que pide un impulso a estas compras.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Medina
Escribe sobre medio ambiente, movilidad -es un apasionado de la bicicleta-, consumo y urbanismo. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, ha ganado los premios Pobre el que no cambia su mirada y Semana Española de la Movilidad Sostenible. Ha publicado el libro ‘Madrid, preguntas y respuestas. 75 historias para descubrir la capital’.
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