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La movilidad eléctrica avanza en España: 21.500 puntos de recarga y un 13% de los coches nuevos son ya enchufables

Los vehículos eléctricos se multiplican por cinco en un lustro, según los datos del primer Anuario de la Movilidad Eléctrica

Recarga de un coche eléctrico en Sevilla, este martes.
Recarga de un coche eléctrico en Sevilla, este martes.PACO PUENTES
Miguel Ángel Medina

El año pasado, la movilidad eléctrica dio un gran salto en España. Los puntos de recarga de acceso público, una de las debilidades de los coches sin emisiones, aumentaron un 38%, pasando de 13.300 a 21.500. Mientras, las matriculaciones de vehículos eléctricos puros e híbridos enchufables (la gran mayoría, coches) aumentaron casi un 21% y ya son una flota de más de 325.000. “A pesar de la inflación y del contexto, ha sido un año excepcional para el sector”, ha explicado este martes Arturo Pérez de Lucia, director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive), durante la presentación del primer Anuario de la Movilidad Eléctrica.

“El 2022 ha sido un año importante por el incremento de matriculaciones de vehículos de toda tipología (eléctricos puros e híbridos enchufables), y en el despegue de infraestructuras, que ha ido a la par con el crecimiento del parque”, ha valorado Pérez de Lucia a EL PAÍS. “Pese a los datos positivos, todavía no es el año de inflexión, que se producirá cuando se vendan más vehículos electrificados que de combustión, pero sí que marca una tendencia importante de crecimiento”, ha añadido.

Según los datos, hechos públicos en la sede del Ministerio para la Transición Ecológica, el crecimiento fundamental se ha dado en puntos de recarga ―denominados Infraestructura de Recarga para Vehículos Eléctricos (IRVE)―: el año pasado se instalaron casi 8.200 nuevos puntos, ampliando la red hasta los más de 21.500. De ellos, el 65% tienen una potencia de más 22 kilovatios (kW) y, de estos, el 30% son rápidos y de alta potencia (de 50 hasta 400 kW). Además, hay otros 7.400 puntos instalados pero no operativos todavía por falta de licencia de las administraciones públicas, gestión de las distribuidoras eléctricas u otros problemas.

Transición Ecológica tenía como objetivo llegar a los 100.000 puntos de recarga a finales de este año, un objetivo prácticamente imposible de cumplir. “En cualquier caso, la media de uso nacional de cada punto es todavía del 4%”, ha indicado el portavoz de Aedive, que aglutina a más de 200 empresas de España y Portugal. El ministerio también tiene pendiente publicar un mapa con la ubicación de estas infraestructuras, algo en lo que ya están trabajando.

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En cuanto a la venta de vehículos eléctricos (puros e híbridos enchufables), ha seguido una progresión exponencial, multiplicando su número por más de cinco en un lustro: de los 18.900 de 2018 a los 100.000 de 2022. “El 31% de los 325.000 vehículos eléctricos que hay en España se vendieron el año pasado”, ha apuntado Pérez de Lucia. En este caso, sí se han sobrepasado los objetivos del Gobierno, que pretendía llegar a las 250.000 unidades a finales de año. Esos alrededor de 100.000 vehículos suponen casi el 13% del total de los 800.000 coches despachados en el país el año pasado.

El anuario, que se publica por primera vez con vocación de continuidad, analiza también los vehículos urbanos dedicados al alquiler por minutos en las ciudades. Así, en las grandes ciudades españolas hay 3.500 coches en esta modalidad (denominada carsharing), 22.000 motos (motosharing), y 17.250 patinetes eléctricos. El informe deja fuera las bicicletas eléctricas, el vehículo eléctrico más vendido en España con diferencia: según datos de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), en 2022 se despacharon 236.183 bicis con pedaleo asistido, y su número en España supera ya el millón.

Otro de los factores que impulsará el cambio de coches de combustión por eléctricos es la puesta en marcha de zonas de bajas emisiones (ZBE) en las 149 ciudades españolas más grandes. Se trata de áreas en el centro de las ciudades que ponen limitaciones a los vehículos de gasolina o gasoil, mientras que facilitan el paso de los eléctricos. Por ley, las nuevas ZBE deberían haber arrancado el pasado 1 de enero, pero la mayoría de las urbes las está posponiendo para después de las elecciones municipales de mayo. Las únicas dadas a conocer este año, las de Sevilla y Zaragoza, son pequeñas, con pocas restricciones y, de momento, sin multas. Madrid y Barcelona sí que cuentan con dos áreas restringidas grandes.

“Queda mucho por hacer, pero no podemos seguir dependiendo de los combustibles fósiles”, ha explicado durante la presentación Isabel del Olmo, jefa de Movilidad Sostenible en el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). “Por eso, desde el Gobierno ―al que pertenece el IDAE― estamos poniendo en marcha diferentes medidas para agilizar la penetración de la movilidad eléctrica, entre las que destacan las futuras zonas de bajas emisiones, la modificación del Código de Edificación para establecer dotaciones mínimas de puntos de recarga en los edificios, así como un reciente decreto para modificar la orden de acceso a las carreteras del Estado para agilizar la instalación de infraestructuras de recarga”

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Sobre la firma

Miguel Ángel Medina
Escribe sobre medio ambiente, movilidad -es un apasionado de la bicicleta-, consumo y urbanismo. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, ha ganado los premios Pobre el que no cambia su mirada y Semana Española de la Movilidad Sostenible. Ha publicado el libro ‘Madrid, preguntas y respuestas. 75 historias para descubrir la capital’.

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