_
_
_
_
_
La crisis del coronavirus
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La vacuna de Pfizer no es de Pfizer

El socio alemán BioNTech inventó el fármaco y recurrió al gigante para los ensayos clínicos

Javier Sampedro
Inyecciones desplegadas frente al logotipo de BioNTec.
Inyecciones desplegadas frente al logotipo de BioNTec.DADO RUVIC (Reuters)

El cerebro detrás de la vacuna de Pfizer (pronúnciese faiser) se llama Ugur Sahin, y es el cofundador y director ejecutivo de BioNTech, el modesto socio alemán del gigante farmacéutico estadounidense. La velocidad a la que se ha desarrollado la vacuna es en sí misma un prodigio biotecnológico, pero se debe en parte a la rápida percepción de Sahin, que se puso nervioso por las noticias que llegaban de China en enero, cuando los países occidentales ni se habían olido la que se les venía encima. Ni siquiera había acabado ese mes cuando Sahin puso a 40 empleados de su empresa biotecnológica, basada en Maguncia, a trabajar en la vacuna contra un virus que aún no tenía ni nombre.

Sahin aprovechó una tecnología que ya tenía a punto para otros propósitos, como el tratamiento del cáncer, y de la que era propietario intelectual, basada en el ARN mensajero (mRNA en sus siglas inglesas). Si se me permite la brutalidad de comprimir los fundamentos de la biología molecular en medio párrafo, diré que la información genética de una célula humana está escrita en el ADN (gatacca…) y confinada en el núcleo de la célula, donde no puede hacer gran cosa. Cuando un gen se activa, sin embargo, genera copias de ARN mensajero, que puede salir del núcleo y llegar a las factorías (ribosomas) que traducen esa información en proteínas, las nanomáquinas que hacen el trabajo real. Las espículas del coronavirus son proteínas. Los anticuerpos que las bloquean, también.

Las vacunas convencionales consisten en virus atenuados o modificados, o en proteínas virales sueltas. Las vacunas de mRNA, que nunca hasta ahora se habían probado en humanos, inyectan directamente el mRNA de forma intramuscular. Las células humanas lo captan y hacen con él lo que harían con cualquier mRNA autóctono: traducirlo a proteínas. En el caso de la vacuna de BioNTech, el mRNA significa la proteína de la espícula del virus. Nuestras células la fabrican y la presentan en su superficie, donde son reconocidas por el sistema inmune. Eso dispara, después de dos dosis, una respuesta defensiva que prepara al cuerpo para la futura invasión por el virus completo.

La vacuna de Pfizer que no es de Pfizer se basa en una ciencia muy sólida que, como ahora parece obvio, merecía la pena poner a prueba contra la covid

Los científicos de BioNTech diseñaron 20 candidatos a vacuna en cuestión de semanas, y los probaron en animales de laboratorio. Pero ya no podían seguir más adelante. El siguiente paso eran los ensayos clínicos en humanos, y ninguna empresa de tamaño medio puede costear eso. De modo que Sahin llamó a la jefa de desarrollo de vacunas de Pfizer, Kathrin Jansen, en busca de colaboración. Jansen solo tardó un día en aceptar y las dos firmas anunciaron su acuerdo a mediados de marzo.

Ni Sahin ni Jansen soñaban con lograr un 90% de protección. Eso ha sido un regalo de la diosa fortuna. Pero la vacuna de Pfizer que no es de Pfizer se basa en una ciencia muy sólida que, como ahora parece obvio, merecía la pena poner a prueba contra la covid. Y que ha batido todas las marcas de velocidad en el sector. Las buenas ideas funcionan a veces.

Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter, Instagram o suscribirte aquí a nuestra newsletter


Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_