Ximo Puig afirma que no comparte la decisión del PSOE de impedir la candidatura de Jorge Rodríguez

El presidente de la Generalitat valenciana y líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha afirmado este miércoles que no comparte la decisión de la dirección federal del partido de vetar la candidatura a la alcaldía de Ontinyent de Jorge Rodríguez, detenido en junio por enchufar presuntamente a siete altos cargos en una empresa de la Diputación de Valencia, cuya presidencia se vio forzado a abandonar. Puig ha añadido que respeta la medida adoptada por el partido y espera que no sea irreversible.

Rodríguez, imputado por los supuestos delitos de prevaricación y malversación de caudales a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, parece, sin embargo, lejos del PSOE: ha criticado a su dirección y ha asegurado que se presentará "sí o sí" por su cuenta a las elecciones municipales de 2019 en Ontinyent, municipio del que ya es alcalde, aunque todavía no ha decidido con qué fórmula.

El regidor ha obtenido el respaldo de la ejecutiva comarcal del partido en La Vall d'Albaida, que ha rechazado la medida, la ha considerado arbitraria, y ha instado a corregirla y confirmar la candidatura de Rodríguez en un escrito dirigido a los niveles superiores del partido que no ha sido aprobado por unanimidad.

Horas antes, Puig, que el lunes avaló su candidatura, ha cuestionado que la intervención de la secretaría general del PSOE al frente de la cual está el valenciano José Luis Ábalos se haya adoptado "en el momento procesal oportuno".

La dirección del PSPV era partidaria de permitir que Rodríguez se convirtiera oficialmente en candidato este martes, después de que nadie se hubiera presentado para disputarle las primarias de Ontinyent. Y, una vez que se alce el secreto de la investigación que le afecta, tomar una decisión sobre su candidatura.

"Es fundamental saber de qué se le acusa", ha afirmado Puig, que sugerido que si se le atribuye "simplemente una decisión errónea en un momento dado en la designación de un consejo de administración", el de la empresa pública Divalterra, no sería tan grave. Y ha planteado por ello que el veto a su candidatura todavía puede deshacerse. Según los cálculos de los socialistas, si el alcalde se presenta con otras siglas, el partido perderá la alcaldía y probablemente la presidencia de la Diputación.

Rodríguez y los otros cinco detenidos en la Operación Alquería mantienen que las contrataciones de los altos cargos, miembros del PSPV-PSOE y de Compromís, se realizaron con tres informes jurídicos a favor y dos en contra. Y que se hicieron sin un proceso público como el que la Fiscalía considera que hubiera sido necesario porque eran puestos de confianza.

El enfrentamiento entre Rodríguez y la dirección federal del partido parece haber llegado, sin embargo, a un punto de no retorno. "El PSOE de Madrid no nos deja otra opción que buscar otras fórmulas para seguir defendiendo los intereses de Ontinyent y su gente, como hemos hecho todos estos años", ha afirmado el expresidente de la Diputación. "Se equivoca quien cree que desde Madrid se decide los futuros de los pueblos. El futuro de los pueblos se decide en los pueblos. Y hagan lo que hagan, el futuro de Ontinyent está en manos de la gente de Ontinyent".

Retrasar las primarias o nombrar candidato

El alcalde ha calificado la decisión de la secretaría de Organización de "completamente incomprensible". "Creo que no respeta el código ético, un principio constitucional como es la presunción de inocencia, y pertenecer a un partido que actúa de esa forma, se hace cada día más cuesta arriba", ha dicho.

Mercedes Caballero, secretaria general del partido en la provincia de Valencia y próxima a Ábalos, ha afirmado que la medida adoptada era la única posible después de que la dirección del PSPV desoyera su petición de retrasar las primarias de Ontinyent para dar tiempo a que se alzara el secreto de la causa contra Rodríguez. Ahora, las direcciones valenciana y federal del partido deben decidir si señalan otra fecha de primarias o eligen directamente un candidato, ha señalado Caballero, que ha defendido en el PSOE los proyectos son "colectivos, no personalistas".