Los claroscuros de la escuela madrileña

La Comunidad de Madrid comienza un nuevo curso escolar con 1.213.000 alumnos en las enseñanzas no universitarias, un nuevo récord. De ellos, 1.021.000 estudian en 2.100 colegios públicos y concertados. El rápido crecimiento demográfico de Madrid está poniendo a prueba la capacidad de respuesta de la Administración. Un análisis de la situación de la educación en Madrid revela luces y sombras.

Falta de centros: En los últimos cuatro años se sumaron 51.000 alumnos más a la población estudiantil no universitaria de la Comunidad de Madrid. La consejería de Educación dice que este año habrá 800 nuevos profesores pero las asociaciones de padres se quejan de que no son suficientes. Los últimos datos del Ministerio de Educación dicen que Madrid sigue teniendo la media de alumnos por profesor más alta de España (14,0).

Dinero: Muchos de estos problemas se deben, según la oposición, a una financiación muy escasa: el gasto público por alumno también es el más bajo, menos de 4.000 euros al año para las escuelas públicas y concertadas, según las últimas cifras disponibles. Madrid es la segunda comunidad con menos peso de la pública (que acoge al 55% de alumnos), solo por delante de País Vasco (51,1%).

Atención a la diversidad: Sindicatos y padres denuncian un recorte del personal dedicado a atender a grupos con necesidades, como terapeutas para alumnos con discapacidad o especialistas para alumnos no hispanohablantes. 

Desigualdad: Estudios recientes señalan un incremento de la desigualdad según las rentas sin precedentes ni comparación con otros países de la UE. Una investigación publicada este año de Javier Murrilo y Cynthia Martínez-Garrido (de la Universidad Autónoma de Madrid) concluyó que la Comunidad de Madrid tiene una segregación por nivel socioeconómico más alta que ningún otro país europeo con la excepción de Hungría.

Repetidores: El 30,7% de los alumnos madrileños de 15 años ha repetido algún curso. Es la cifra más baja desde 1991, aunque está lejos de la media de la OCDE, de 12,1%. En la Comunidad de Madrid, la tasa de repetidores a los 15 años —la edad a la que se estudia teóricamente el último curso de la educación obligatoria, 4º de ESO— osciló entre el 33% y el 37% en los años noventa, según las estadísticas del Ministerio de Educación y de la Consejería de Educación madrileña (se calcula usando la tasa de idoneidad, es decir, la cifra de alumnos que sí están en el curso que les corresponde).

Mejores notas: En mayo se examinaron los alumnos de la comunidad de las pruebas PISA pero no conoceremos los resultados hasta diciembre de 2019. En los anteriores exámenes, de 2015, Madrid obtuvo unos resultados "excelentes", según Ismael Sanz, director de Innovación, Becas y Ayudas de la Consejería de Educación. Sanz destaca que si Madrid fuera un país sería el quinto del mundo en lectura, el octavo en ciencia y el decimoquinto en matemáticas.

Bilingüismo: El peso del inglés ha crecido muy rápido en las escuelas de la Comunidad en la última década. Más de 286.000 alumnos recibían enseñanzas bilingües en el curso 2017/18, 10 veces más que los 29.000 de 2008/09. Pero la etiqueta de centro bilingüe es engañosa. Muchas de las escuelas que se definen así solo dan una hora diaria de lengua inglesa. "Es puro marketing", dice Isabel Galvín, secretaria general de Enseñanza de Comisiones Obreras Madrid.

El reto de las matemáticas: Es una materia clave para las profesiones que definen el presente pero las pruebas internacionales indican que los alumnos madrileños siguen puntuando en matemáticas por debajo de otras asignaturas. La consejería confía en mejorar el rendimiento extendiendo la aplicación del método Jump Math, de origen canadiense, que se basa en inculcar pasión por las matemáticas poniendo énfasis, entre otros, en una mejor comunicación de los conceptos.