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La Guindalera se reinventa como espacio cultural

La sala reabre con un proyecto que combina teatro, cine, cafetería, tertulias y conciertos

Las actrices María Pastor (primer término) y Chusa Barbero en la obra de teatro 'Fuga mundi', representada el año pasado en la sala La Guindalera, en Madrid.
Las actrices María Pastor (primer término) y Chusa Barbero en la obra de teatro 'Fuga mundi', representada el año pasado en la sala La Guindalera, en Madrid.SANTI BURGOS

Hace poco más de un año, el madrileño Teatro Guindalera (calle Martínez Izquierdo, 20) echaba el cierre; sus responsables lo achacaron, entre otras causas, a la falta de apoyo institucional. Pero lejos de rendirse, la familia Pastor-Valentín-Gamazo (fundadora y responsable de Guindalera) decidió reconvertirlo en el nuevo Espacio Guindalera, un club, como dicen ellos, “exclusivo pero no excluyente donde se puede desayunar, comer, cenar, ver cine, teatro, asistir a una tertulia, a una lectura dramatiza, a un concierto o disfrutar de una exposición”.

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El nuevo espacio, abierto recientemente, está insipirado en la sala Lucernaire de París. “Hemos querido recuperar el espíritu de los cafés teatrales de antaño con tertulias que nos permitan convertir a Guindalera en un centro neurálgico de la intelectualidad artística, lo que de una forma orgánica sucedía cada día en el vestíbulo del teatro entre espectadores y actores en torno al famoso licor de guindas”, explica la actriz María Pastor. Se han creado tres nuevos espacios: un café, un bazar y una sala de exposiciones.

Entre las nuevas actividades de Espacio Guindalera se encuentran las catas literarias, musicales y de poesía interactiva, una fórmula que mezcla degustaciones gastronómicas y culturales. “El artista conduce a los espectadores a través de su obra y se alimenta del feedback para continuar con su proceso de creación”, explica la actriz y responsable de la nueva propuesta. “Además, recuperamos nuestra tradición en torno al vino, un placer cultural que se está descuidando”, añade. Para el dramaturgo José Cruz, protagonista de una de las catas literarias, es una herramienta fundamental: “Era la primera vez que el texto salía de mi ordenador. Estas lecturas te permiten observarlo con otra perspectiva y, con la posterior conversación con el público, reflexionar sobre el futuro montaje”.

Una de las cosas que más le interesan a Pastor de su profesión es la investigación. “Esta forma de trabajo es la que nos ha caracterizado a lo largo de nuestra trayectoria y la que nos ha permitido crear una metodología propia”, apunta. Vivero de Creadores es la nueva apuesta para continuar con el proyecto, un lugar de unión para dramaturgos que quieren replantearse su forma de escribir, y actores y directores que buscan más herramientas. “Emulamos el espíritu del Group Theatre de los años treinta en Nueva York, de donde salieron obras como El chico de oro y Esperando al zurdo, resultado de un proceso de investigación”, explica Pastor, que acaba de estrenar junto a su padre, Juan Pastor, El efecto Shinkansen, una obra sobre el modo de gestionar las crisis personales y de empresas o colectivos.

El nuevo Guindalera aspira a ser un espacio sostenible y ofrece varias opciones para asociarse y disfrutar de la programación de actividades: socio por un día (1 euro más el precio de la actividad), mensual (20 euros), trimestral (45 euros) y anual (120 euros).

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