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El gobierno tripartito de Valencia cree que sale reforzado de las Fallas

"La política del miedo de una parte de la oposición ha fracasado", afirma el concejal de Fiestas

Ignacio Zafra
El balcón del Ayuntamiento de Valencia durante las pasadas Fallas.
El balcón del Ayuntamiento de Valencia durante las pasadas Fallas.MÒNICA TORRES

El equipo tripartito que gobierna desde mayo la ciudad de Valencia considera que sale de las Fallas fortalecido. El concejal de Fiestas, Pere Fuset, ha afirmado este martes que la "política del miedo" que en su opinión desplegó "una parte de la oposición" durante los meses previos a los festejos "ha fracasado", porque en contra de lo anunciado "por algunos" el Consistorio ha dado "más bombo" que nunca a los festejos.

Fuset ha señalado que "los bulos" que hicieron correr "determinados sectores minoritarios" en los que se vaticinaba que se iban a prohibir las mascletades —cuando en realidad se han programado más— o que no se iba a celebrar la tradicional ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados "no se han cumplido".

El concejal de Compromís, que ha acusado veladamente al Grupo Popular en el Ayuntamiento de alentar esos augurios desde planteamientos "identitarios" y apelando a los "sentimientos", ha mantenido que las Fallas "son de todos" y no deben identificarse "ni con la izquierda ni con la derecha". Fuset ha considerado que ya sucedió lo mismo en Navidad, cuando también circuló el rumor, por ejemplo, de que en la cabalgata de los Reyes Magos no se lanzarían caramelos a los niños desde las carrozas, como se ha hecho siempre.

"Al final la credibilidad de quienes siembran este tipo de especulaciones también se pierde. Es como el cuento de que viene el lobo, al final nadie se lo cree. Hay un efecto bumerán en el que la gente se siente engañada", ha dicho Fuset tras hacer un balance positivo de las primeras Fallas que se celebran con el gobierno que integran su partido, los socialistas y València en Comú después de 24 años de mandato de la exalcaldesa del PP y ahora senadora Rita Barberá.

Fuset ha dicho que la noche de la Cremà se le acercó una mujer que le reconoció que ella había recibido "con miedo" la llegada del nuevo gobierno local por temor a que introdujera cambios contrarios a la tradición de la fiesta. "Me dijo que al final se había quedado gratamente sorprendida y que se había enamorado de la forma en la que se habían desarrollado las fiestas este año", ha declarado el edil.

El mensaje crítico de los populares se ha visto muy amortiguado por el estallido, en enero, del caso Taula. Y especialmente por la imputación de nueve de los 10 concejales que componen su grupo municipal, así como de cerca de 40 personas más que han pertenecido al mismo, por un supuesto delito de blanqueo de capitales poco antes de los comicios locales del año pasado.

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La labor de oposición a la gestión de las fallas ha quedado así principalmente en manos de Ciudadanos, según destacan fuentes de este partido. La formación que dirige Fernando Giner, que fue la tercera más votada en las pasadas elecciones locales en Valencia, ha mantenido un discurso más moderado, alejado de pronósticos catastrofistas sobre la fiesta y que ha insistido en la necesidad de "despolitizar" las Fallas, conservar su tradición y mejorar su rentabilidad económica para la ciudad.

"Construir un relato"

La concejalía que dirige Fuset, y en general todo el equipo municipal, ha evitado modificar los símbolos de la fiesta grande de la ciudad y se ha dedicado a "construir un relato en todos los actos" dirigido a pedir que las Fallas sean declaradas patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco. Un relato —el de que las Fallas son "un patrimonio común valenciano y una fiesta valenciana que quiere ser mundial"— en torno al cual el Consistorio ha buscado "hacer piña" con el mundo fallero y el resto de actores de la ciudad.

Fuset ha señalado que estas Fallas también han sido "de diagnóstico" para el equipo municipal con el objetivo de "evaluar lo que funciona y lo que no funciona". "Los problemas de convivencia siguen siendo un asunto pendiente", ha admitido, como ponen de manifiesto los roces que ha habido entre algunas comisiones falleras, vecinos y hosteleros, si bien Fuset ha insistido en la buena marcha general de la fiesta.

El Ayuntamiento tiene previsto plantear cambios en las fiestas. Desde la "profesionalización" del jurado que decide los premios a los monumentos falleros hasta la introducción de algún tipo de "contribución" de la hostelería —uno de los sectores "más beneficiados" por la fiesta, ha comentado—, pasando por unas nuevas bases para la selección del autor de la falla municipal. Pero son objetivos que, según ha dicho el concejal, quieren alcanzarse desde "el diálogo" y dando el poder de decisión al mundo fallero y al resto de sectores implicados en la fiesta.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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