La Acadèmia advierte de que está por encima de la Ley de Señas de Identidad

Dos días después de la aprobación de la polémica Ley de Señas de Identidad en las Cortes Valencianas solo con los votos del PP, la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) ha puesto en una declaración institucional las cosas en su sitio por lo que a la lengua, su normativa y su uso se refiere. La institución normativa del valenciano aprobó este viernes una declaración, a instancias de algunos de sus componentes, en la que “lamenta” no haber sido consultada por el Consell respecto a la mencionada norma, pese a haberlo pedido explícitamente. “Lamentablemente, a diferencia de otros proyectos normativos del Gobierno valenciano —como es el caso, por ejemplo, de los relativos a la enseñanza del valenciano—, nuestra petición fue desatendida”, señala la institución.

“Ante la inquietud que ha suscitado en algunos sectores de la opinión pública la Ley de Señas de Identidad, especialmente en aquello que afecta a la lengua valenciana”, añade la institución, “hay que recordar que tanto la Llei de Creació de l’Acadèmia Valenciana, como el Estatut d’Autonomia de la Comunidad Valenciana consagran la AVL como la única institución normativa del idioma valenciano. Asimismo, las citadas leyes establecen que la normativa lingüística de la AVL es de aplicación obligatoria a todas las instituciones públicas y entidades privadas que cuentan con financiación pública, el sistema educativo y los medios de comunicación”.

Jerarquía normativa

Sin citar para nada el Observatorio de Señas de Identidad que la ley crea, en el que se incorporan dos entidades contrarias a la Acadèmia y defensoras del secesionismo lingüístico del valenciano respecto del catalán, la institución defiende su rango competencial. “De acuerdo con el principio de jerarquía normativa, hay que entender que cualquier aplicación o interpretación de la Ley de Señas de Identidad que no respete las resoluciones de la AVL en materia de lengua vulneraría el bloque constitucional en el que se inserta nuestra norma institucional básica, el Estatut d’Autonomia de la Comunidad Valenciana, y la ley de mayoría cualificada que regula nuestra institución estatutaria”.

La Acadèmia concluye su declaración recordando el dictamen del Consell Valencià de Cultura de 1998 que dio pie a su creación, que apelaba a “sustraer” la cuestión de la lengua del “debate partidista”.