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Un hombre se quema a lo bonzo en Málaga frente a la sede de Salud

La víctima protesta por los retrasos de la Administración en tramitar las ayudas de dependencia

Agentes frente a la Delegación de Salud en Málaga tras el suceso.
Agentes frente a la Delegación de Salud en Málaga tras el suceso.garcía-santos

Un hombre de 36 años, L.C.M.G, se ha quemado a lo bonzo este lunes ante la sede de la Delegación Provincial de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía en Málaga, ubicada en la céntrica avenida Manuel Agustín Heredia. Todo apunta a que el individuo se prendió fuego en protesta por los retrasos de la Administración para otorgarle a su madre las ayudas de la Ley de Dependencia. En 2008, la Junta reconoció a la mujer en el Programa Individual de Atención (PAI), pero no llegó a resolver favorablemente el expediente por falta de documentación. La madre acabó falleciendo en el año 2011.

El suceso se produjo a las 12:45. Según relatan los testigos, el individuo se roció con gasolina, se prendió fuego con un mechero y entró corriendo en el edificio público. Los vigilantes de seguridad utilizaron varios extintores, ubicados junto a la puerta principal, para apagar las llamas.

Los Servicios de Emergencia 112 se hicieron cargo de la víctima minutos después del incidente. El hombre fue ingresado en la Unidad de Quemados del Hospital Regional Carlos Haya de Málaga. Horas más tarde, fue trasladado en ambulancia al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla ante la gravedad de las lesiones. El primer parte médico indicó que el hombre presentaba quemaduras de segundo grado en el 63% de su cuerpo y que le afectan, sobre todo, al tórax, la cabeza y los brazos. La víctima estuvo, en todo momento, consciente.

Los testigos aseguran que el individuo gritaba algo relacionado con su madre y la Ley de Dependencia. La Junta de Andalucía ha abierto una investigación y ha aclarado que, en este momento, ni la víctima ni ningún familiar se encontraban en trámites de completar el proceso para percibir algún tipo de prestación en materia de dependencia.

La Administración regional sí tiene constancia de que, en 2008, a la madre del herido se le reconoció por parte de la Delegación de Bienestar Social el grado dos de dependencia severa. Sin embargo, el Programa Individual de Atención (PAI) no llegó a resolverse favorablemente porque no se había entregado toda la documentación requerida. Fuentes de la delegación han aclarado que dicha documentación le fue solicitado hasta en dos ocasiones. La Junta finalmente archivó el expediente de manera definitiva tras el fallecimiento de la mujer en marzo de 2011.

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