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FERDINANDO VILLA|ECOINFORMÁTICO

“Tenemos que aprender la manera de vivir con menos”

Villa, experto en herramientas informáticas para un desarrollo sostenible, ha dirigido en Bilbao una escuela de modelos de ecosistemas

El ecoinformático Ferdinando Villa, entes de la entrevista.
El ecoinformático Ferdinando Villa, entes de la entrevista.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

Ferdinando Villa (Cremona, 1961) ha unido en su carrera profesional la ecología teórica y la informática. Después de varios años trabajando en instituciones académicas de los Estados Unidos, desde 2010 forma parte del grupo de investigadores de Ikerbasque y del Basque Center for Climate Change (BC3). Villa ha dirigido en las dos últimas semanas en Bilbao una escuela de expertos en modelos de ecosistemas, organizada por BC3 y la cátedra Unesco sobre Desarrollo Sostenible y Educación Ambiental de la Universidad del País Vasco (UPV).

Pregunta. ¿Qué estudian en una escuela de modelos de ecosistemas?

Respuesta. En la escuela, de forma muy intensiva, estudiamos los valores que la naturaleza da a la sociedad. Abarca el agua, la calidad del aire, el ruido, la belleza o la creación de espacios recreativos al aire libre, entre otras muchas cosas. Los modelos de ecosistemas sirven para buscar la forma de utilizar la naturaleza, mejorarla y mejorar la calidad de vida con un programa informático que he desarrollado. La metodología que utilizamos permite hacerlo. Todos los componentes están integrados en una tecnología que llamamos ARIES (Artificial Intelligence for Ecosystem Services), que permite resolver automáticamente problemas en diferentes partes del mundo. Nosotros ponemos los datos frente a quien debe tomar las decisiones con un instrumento informático muy complicado, pero muy simple para el usuario. Se puede utilizar a través de Internet y en gran parte es un servicio público. Ese es su valor. Nuestro beneficiario es el planeta, no el comercio.

P. ¿Cuáles son las ventajas de su utilización?

R. La naturaleza es la cosa más compleja a la que nos podemos enfrentar. Los ordenadores permiten manejar esa complejidad. Utilizamos la inteligencia artificial para describir los sistemas y comprender la naturaleza y su interacción con las sociedades. En este punto de la historia, ya no existe la naturaleza aislada sino que tenemos que conectarla con las sociedades que viven en ella. Esa relación entre sociedad y naturaleza es el problema científico más importante de este siglo. Y en algunos casos la relación es violenta. En el mundo desarrollado hacen lo que quieren, y no pueden hacerlo para siempre.

P. ¿Cómo es la relación de la sociedad vasca con su entorno natural?

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R. En el País Vasco se vive un momento de reflexión, después de una relación terrible hasta los años 90, particularmente en la contaminación de las aguas. Ahora hay un gran interés. Trabajamos con el Ayuntamiento de Bilbao, por ejemplo. También tengo otro proyecto para aplicar esta metodología en España a un nivel mayor. Todos piensan lo mismo: ahora es el momento de recuperar la relación con la naturaleza.

P. ¿Qué dicen los modelos sobre la respuesta que dará el medioambiente a los errores del pasado?

R. Es difícil saberlo. Aquí, particularmente, se demuestra la gran capacidad de la naturaleza para manejar el agua. La erosión, la utilización de los bosques, el cambio del curso de los ríos ha sido malo, y en Bilbao saben cuáles son las consecuencias porque recuerdan las inundaciones de 1983.

P. ¿Hay que tomar decisiones urgentes?

R. No se puede generalizar. Lo principal es comprender que es tan complicado que sin tecnologías como la que tratamos de desarrollar es imposible saber las consecuencias de cada acción.

P. ¿Qué piensa de los pequeños gestos que nos recomiendan poner en práctica, como cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes?

R. No son importantes para conseguir resultados ahora mismo; son importantes para cambiar la mentalidad. Aquí tienen mucha agua, malgastarla es estúpido pero cerrar el grifo no es tan esencial. Tratar de conseguir que se comprenda que la naturaleza no es infinita, que se debe cuidar y respetar, es lo que de verdad cuenta en todos los lugares. No podemos tener otra generación que se comporte tan mal como la nuestra con el medioambiente.

P. ¿Qué ocurrirá si no cambia ese comportamiento?

R. Lo que sabemos es que esta sociedad no es sostenible. Tenemos que aprender a crecer menos y a disfrutar de nuestras vidas de otra manera; trabajar menos, producir menos, consumir menos, comer menos carne. Tenemos que aprender de países de Latinoamérica, por ejemplo, la manera de vivir con menos.

P. ¿Cómo afecta la crisis económica?

R. Permite reflexionar sobre nuestra forma de desarrollo.La sostenibilidad no depende de utilizar más, sino de utilizar menos.

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