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Tui gastó 300.000 euros en un campo de fútbol que lleva tres años sin uso

El Ayuntamiento aún espera de recibir otros 235.983 euros de la Diputación. La secretaria municipal aprecia utilización fraudulenta de fondos públicos y fraccionamiento ilegal de la contratación.

Aspecto actual del campo de fútbol del Caldelas, con pintadas que reclaman su uso.
Aspecto actual del campo de fútbol del Caldelas, con pintadas que reclaman su uso.LALO R. VILLAR

El Ayuntamiento de Tui está a la espera de recibir un anticipo de 235.983 euros de la Diputación Provincial de Pontevedra para unas obras en el campo de fútbol del Caldelas, un club de segunda categoría regional, el principal del municipio pero que está a punto de desaparecer por causa de esas obras, para las que ya se han consignado 534.410,21 euros desde hace casi tres años sin que el campo esté operativo. Las irregularidades que han acompañado esa tramitación apuntan, por una parte, a un fraccionamiento ilegal de contratos y, por otra, a la duplicidad de partidas para obras ya ejecutadas y subvencionadas, lo que traduce un uso fraudulento de fondos públicos, que fue advertido por la secretaria municipal sin obtener el menor eco en el gobierno local del PP que preside Moisés ChesRodríguez.

Fue el anterior alcalde, suegro de hecho del actual, Antonio Feliciano Fernández Rocha, quien puso en marcha la operación en 2009, unos meses antes de las elecciones autonómicas. El Caldelas estaba en segunda regional, era el club más representativo de la localidad y Rocha decidió gastar una parte de lo que correspondía al Ayuntamiento en el Plan E a la “mejora de sus instalaciones”, dotándolas de “vestuarios, aseos públicos, alumbrado” y otros elementos, según el proyecto del arquitecto técnico municipal, José María Melero. El proyecto fue licitado mediante sistema negociado sin publicidad por 110.023 euros y el contrato definitivo se adjudicó en abril de 2010, un mes antes de las elecciones locales.

La obra fue realizada por la empresa Altrasán, cuyo dueño es compadre de Rocha, y el resultado fue impracticable. Pese a que se volvió sobre la obra como se dice más adelante, las puertas de los vestuarios a día de hoy no cierran, sus azulejos se desprenden de las paredes y la pintura está desconchada. Rocha trató de remediarlo con otra subvención de la Secretaría Xeral para o Deporte, dependiente de la Consellería de Presidencia y dirigida por José Ramón Lete, quien otorgó 57.998 euros para el mismo fin. Ches Rodríguez recepcionó la obra al mes de ser elegido alcalde.

A la vez, en marzo de 2011, el aparejador municipal redactó otro proyecto para “construcción del terreno de juego en el campo de fútbol”, lo que le dotaría “de todos los elementos que sean suficientes para dejar el campo de juego en condiciones de funcionar”, con un coste de 130.405 euros que se detraerían del propio presupuesto municipal. Unos meses después, sin embargo, en julio, el Ayuntamiento solicitó a la Caja de Anticipios de la Diputación 117.992 euros para afrontar la aportación municipal al proyecto, que en este trámite cambia su denominación por la de “remodelación campo de fútbol-césped artificial” y lo redacta el ingeniero Javier Carballo Núñez, sin sello de visado colegial. Las obras, según este proyecto, consistirían “en la construcción del terreno de juego que se dotará de una red de drenaje”.

El Plan E y la Secretaría Xeral para o Deporte hicieron las primeras aportaciones

Todas estas aportaciones, según el informe de la secretaria municipal, desvelan una vulneración de ley, ya que “no podrá fraccionarse un contrato con la finalidad de disminuir la cuantía del mismo y eludir así los requisitos de publicidad o relativos al procedimiento de adjudicación que correspondan”. Además, como destaca el mismo informe, resulta chocante que en 2010 se mejore un campo de fútbol, en 2011 se construya uno nuevo y que en 2012 se diga, de nuevo, que el objeto del contrato —a licitar por la Diputación— es la construcción de un terreno de juego, sin olvidar que en esas repetidas actuaciones se arreglan los vestuarios en todas.

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La misma duplicidad se produce con las partidas para la colocación del alumbrado, teóricamente ejecutada en su totalidad en 2010 pero que reaparece en 2011, lo que podría dar lugar a otro fraccionamiento fraudulento del contrato. Para colmo, en el proyecto actual que reclama el anticipo a la Diputación recoge partidas idénticas a las ya ejecutadas en 2011.

Al pleno y entre protestas del club

En aras de la obligada eficencia del uso de los fondos públicos, el BNG solicitó ayer la celebración de un pleno extraordinario para que el gobierno de Ches Rodríguez explique los despropósitos del campo de fútbol del Caldelas. Entienden los nacionalistas que, para una buena gestion, es imprescindible señalar las prioridades, programar adecuadamente y planificar con antelación las actuaciones que han de llevarse a cabo para permitir a los órganos de contratación conseguir las ofertas más ventajosas. Esto exige la definición previa de las necesidades a cubrir y, a continuación, la elección del tipo de contrato y del procedimiento adecuados que se ajusten a las normas y los principios que regulan la contratacion.

Nada de ello se ha respetado en los sucesivos proyectos, cuatro, del campo de fútbol, con justificaciones vagas e imprecisas en las memorias de los proyectos, duplicidades, incluso de partidas de contenido idéntico que denotan, según recoge el informe de la secretaria municipal, no ya una ausencia total de planificación, sino “un claro uso fraudulento de los fondos públicos” e incumplimientos obligados para toda contratación pública. El propio fraccionamiento fraudulento de un contrato puede dar lugar a la nulidad del mismo, según recuerda el informe.

A su vez, ayer mismo, la directiva, socios y jugadores del Caldelas, acordaron en asamblea trasladar su protesta al alcalde porque han de empezar otra temporada sin campo y se sienten a punto de desaparecer.

"Hemos tenido muchísimas reuniones desde hace casi tres años", dice el presidente del club, Juan Ángel Gándara, Tobi. "Todas, con promesas que no cumplen: que si los prespuestos, que si la Diputación... La última fue al acabar la temporada pasada y le comuniqué que, si no había campo, dábamos de baja al equipo". Ya habían aparecido las primeras pancartas y protestas de los jugadores, hartos de entrenar y competir en campos que no son el suyo. El alcalde les pidió discreción, que no protestaran para facilitar las soluciones y la hierba artificial para el terreno de juego. Pero no se ha hecho nada. El club tampoco tiene ingresos. Ayer reiteraron sus protestas ante la ineficacia municipal.

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