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Canetti lee a Kafka

El escritor tiene 63 años, está aprendiendo a vivir, todavía no ha producido algunos de sus grandes libros. El breve ensayo ‘El otro proceso’ lo empuja y lo abre hacia todo lo que vendrá después

El escritor Elias Canetti en una lectura en el palacio Pálffy de Viena, en octubre de 1970.
El escritor Elias Canetti en una lectura en el palacio Pálffy de Viena, en octubre de 1970.Nora Schuster (Imagno / Getty Images)
José Andrés Rojo

En una anotación del 27 de febrero de 1968, Elias Canetti se reprochaba lo fanfarrón que podía llegar a ser al presumir delante de M. que todavía le quedaban por escribir cinco grandes novelas, “como Dostoievski”, cuando no era ni siquiera capaz de terminar el breve ensayo sobre Kafka en el que estaba trabajando. “Tienes que comprender que a los sesenta y tres años el tiempo de la jactancia ya ha pasado”, apuntó. “A los veinte, esos relinchos tal vez puedan servir para algo, al menos te obligan a hacer algo, el acto físico del trabajo. Pero a los sesenta y tres es todo una broma y lo que cuenta es solo el lado honesto del día”.

La primera de las notas de Canetti recogidas en Sobre Kafka es de 1946. Leyó por primera vez La transformación en otoño de 1930, y confiesa que amó esa pieza desde ese momento. En diciembre de 1953, escribió: “Kafka nos da solo los huesos. Eso sí, bien roídos”. Hasta finales de 1967, sin embargo, Canetti no llegó a comprometerse a escribir sobre Kafka, en concreto sobre las cartas que Kafka le envió a su prometida Felice, y que darían lugar a El otro proceso. Se embarcó, por tanto, en la obsesiva tarea de seguir royendo y royendo una escritura de la que, si le hacemos caso, solo quedaban los huesos. Kafka va hacia lo más mínimo, hacia lo más pequeño, observa desde muy pronto en sus reflexiones sobre esas cartas que aceptó analizar para el editor Rudolf Hartung una vez que este había empezado a publicar esa correspondencia en su revista, la Neue Rundschau.

El otro proceso ocupa en este volumen poco más de 100 páginas; los apuntes de Canetti y las dos conferencias en las que también trata de Kafka y que lo completan, más de 220. En su ensayo, que publicó en 1969, aborda el enorme desafío de hacerse con Kafka a través de las cartas a Felice, que considera una de sus más grandes obras y que, a diferencia de la mayor parte de cuanto escribió, “está acabada”. “¿Qué son esas cartas?”, se pregunta en un apunte. Y contesta: “Se podría definir como la verdadera función de Kafka la de extraer, concentrar y presentar con una claridad inmensa, dolorosísima y peligrosísima ciertos fenómenos de enorme, de sustancial importancia que otras personas viven de forma diluida y dispersa, con los que topan una y otra vez, pero que por su dispersión permanecen en una suerte de nebulosa”.

'Alegría del reino' (1905), uno de los dibujos de Franz Kafka incluidos en el libro 'Dibujos recuperados' de la editorial Libros del Zorro Rojo.
'Alegría del reino' (1905), uno de los dibujos de Franz Kafka incluidos en el libro 'Dibujos recuperados' de la editorial Libros del Zorro Rojo.FRANZ KAFKA

Sin leer a Kafka es seguramente más complicado acercarse a esos fenómenos de sustancial importancia que se viven de forma “diluida y dispersa”, como en “una nebulosa”. Canetti procura a través de sus lecturas y de su propia escritura atrapar lo que Kafka revela, que es también lo que le llega hasta el fondo y que en determinados momentos lo lleva incluso a odiarlo. Los apuntes que va tomando mientras lee los diarios y las novelas y las narraciones y las cartas de Kafka muestran ese fascinante proceso que es, al fin y al cabo, la lectura. Lee a Kafka pero Canetti también está leyendo y descubriendo su propia vida y su tiempo, la intensa relación que tiene entonces con Hera Buschor, a la que conoció antes de la muerte de Veza, la mujer con la que estuvo casi 40 años y que fue su gran cómplice pero con quien vivió situaciones tormentosas, complejas, dolorosas. Veza murió en mayo de 1963, muchos creyeron que fue un suicidio, y Canetti estuvo a punto de quitarse la vida. Hera lo rescató entonces, y unos años después es Kafka quien se convierte en la tabla a la que se agarra para sortear del abismo y recuperarse como escritor.

En El otro proceso, Canetti escribe que los fracasos y errores de Kafka no desembocan nunca en un logro. “Las dificultades siguen siendo siempre las mismas, como si se tratara de demostrar que son insuperables por naturaleza”. Kafka conoció a Felice Bauer el 13 de agosto de 1912 en casa de su amigo Max Brod. Tenía entonces 29 años, y Felice, 25. Empezó así una relación que fue durante mucho tiempo exclusivamente epistolar. Pasaron siete meses, y cientos de cartas en el camino, hasta que volvieron a encontrarse. Nunca llegaron a nada. Se prometieron, deshicieron el compromiso, volvieron a prometerse, pasaron juntos unos días en Marienbad en 1916, rompieron definitivamente en octubre de 1917. Fueron cinco años de cruzarse cartas en las dos direcciones. Kafka destrozó las de Felice, han quedado las suyas. Son cerca de 750 páginas que arrastran al lector como un torbellino y que recorren cuanto pueda haber de luminoso y de oscuro en la intimidad de dos personas que se quieren, y que también se destruyen.

Entre las ilustraciones de Franz Kafka incluidas en 'Dibujos recuperados' aparecen diversos textos escritos por el autor y varias notas de Max Brod, fechadas en torno a 1923.
Entre las ilustraciones de Franz Kafka incluidas en 'Dibujos recuperados' aparecen diversos textos escritos por el autor y varias notas de Max Brod, fechadas en torno a 1923.FRANZ KAFKA

Es el mundo de Kafka, frustrante y doloroso, inquietante y raro, y a la vez perfectamente próximo y familiar, el que Elias Canetti procura atrapar, y que tan bien queda recogido en Dibujos recuperados, una selección de los garabatos que hacía Kafka en sus papeles y que, en esta edición y de la mano de Jordi Llovet, incorpora pequeños fragmentos de sus obras que operan como cajas de resonancia de su singular obra gráfica.

Canetti lee a Kafka, “el fenómeno literario más puro del siglo”. Le fascina su ternura, le sorprende su obsesión por hacerse pequeño, su gusto por la lentitud, descubre que “sabe muchísimo”, toca su angustia, cómo se enreda en la culpa, observa que también se vuelve cruel, habla de su “miedo a permanecer de pie”. Canetti escribe después de haber estado en París en los disturbios de Mayo del 68 y luego recoge también su amargura por el fracaso de la Primavera de Praga —”Los rusos han vuelto a ser lo que eran en 1848, bajo Nicolás I, la potencia más reaccionaria del continente, pero más poderosos que entonces”— y no deja de tejer paralelismos entre Kafka y Felice y lo que vive con Hera. Tiene 63 años, está aprendiendo a vivir, todavía no ha escrito algunos de sus grandes libros. El otro proceso, ese breve ensayo, lo empuja y lo abre hacia todo lo que vendrá después.

Portada de 'Sobre Kafka', de Elias Canetti. EDITORIAL GALAZIA GUTENBERG

Sobre Kafka. El otro proceso

Elias Canetti
Edición de Ignacio Echevarría a partir de la edición alemana de Susanne Lüdemann y Kristian Wachinger
Traducción de Adan Kovacsis y Juan José del Solar
Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2023
436 páginas. 26,12 euros
Portada de 'Dibujos recuperado', de Franz Kafka. EDITORIAL LIBROS DEL ZORRO ROJO

Dibujos recuperados

Franz Kafka
Selección de textos, prólogo y cronología de Jordi Llovet
Libros del Zorro Rojo, 2023
168 páginas. 15,10 euros

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Sobre la firma

José Andrés Rojo
Redactor jefe de Opinión. En 1992 empezó en Babelia, estuvo después al frente de Libros, luego pasó a Cultura. Ha publicado ‘Hotel Madrid’ (FCE, 1988), ‘Vicente Rojo. Retrato de un general republicano’ (Tusquets, 2006; Premio Comillas) y la novela ‘Camino a Trinidad’ (Pre-Textos, 2017). Llevó el blog ‘El rincón del distraído’ entre 2007 y 2014.

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