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Lo nuevo de Depeche Mode, Lana del Rey, Janelle Monáe, Gorillaz, Shania Twain y otras canciones de febrero

Los críticos de ‘Babelia’ comentan los temas recientes más destacados en todos los estilos musicales

David Gahan, líder de Depeche Mode, durante su actuación en el Ziggo Dome de Ámsterdam, en octubre de 2022.
David Gahan, líder de Depeche Mode, durante su actuación en el Ziggo Dome de Ámsterdam, en octubre de 2022.Paul Bergen (Afp)

Depeche Mode – ‘Ghosts Again’

El sencillo de adelanto del que será el decimoquinto disco de Depeche Mode, titulado Memento Mori y escrito durante la pandemia, mantiene las constantes de la banda: texturas electrónicas e intensidad atada a una letra que refuerza las melancólicas y dramáticas emociones que desprende la música. En este caso, ‘Ghosts Again’ habla sobre la naturaleza fugaz de la vida. La única esperanza que nos queda es, canta Dave Gahan, que algún día “volveremos a ser fantasmas”. El videoclip, inspirado en El Séptimo Sello de Bergman y dirigido por Anton Corbijn, refuerza esa reflexión sobre la muerte, asunto que ha adquirido para el grupo y sus fans otro peso tras el repentino fallecimiento de su teclista, Andy Fletcher, hace unos meses. Gahan ha reconocido que hasta se planteó abandonar la música. Esta canción, escrita entre Martin Gore y Richard Butler (The Psychedelic Furs), le hizo cambiar de idea. BEATRIZ G. ARANDA

Caroline Polachek con Dido y Grimes – ‘Fly to you’

Durante años, el llamado drum’n’bass más noventero permaneció arrinconado en la música popular. Demasiado complejo, demasiado rápido. Su inaccesibilidad convirtió al género en un lugar que visitar en busca de autenticidad. Caroline Polachek vuelve a sorprender con una canción de ritmo de estilo drum’n’bass y formas barrocas, acompañándose para la ocasión de las voces de Grimes en los agudos y de Dido en las secuencias más dulces. ‘Fly To You’, incluido en el segundo disco en solitario de Polachek, que acaba de publicarse y que no deja de recibir elogios por su audaz propuesta pop, destaca por una producción que deja la complejidad rítmica al fondo para que las voces manejen la melodía y el ánimo final de la pieza. Los versos hablan sobre la fe ciega que mueve al ser humano y la evasión como espacio de confort. “Busco algo / que nadie más puede ver”, canta Dido, en un registro cercano a sus colaboraciones con la banda Faithless. Otro argumento más que confirma que los noventa son el exuberante trastero de la música actual. B. G. A.

Lana Del Rey – ‘A&W’

En el último lustro, Lana Del Rey se ha convertido en una de las voces más destacadas y sugerentes de la música norteamericana. Un prodigio que brilla con luz personalísima para alumbrar un universo donde Los Ángeles se presenta como un territorio onírico, donde las sensaciones de búsqueda y redención se sienten entre luces de neón y humo de madrugadas pasadas de rosca. Ese sonido nebuloso, absorbente y casi exclusivo de ella y el talentoso productor Jack Antonoff, está en esta nueva canción ambiciosa, dividida en dos partes, con guitarra, sintetizadores, teclados y una voz distorsionada, ofreciendo un toque de urbano, rapeado, tremendamente interesante y sutil tan propio de Lana. Está que lo rompe y es increíble cómo ensancha su universo de sueños rotos pero resplandecientes en cada nueva canción. ‘A&W’ —por American Whore— es el segundo adelanto del noveno álbum de estudio de Lana Del Rey, Did You Know That There’s a Tunnel Under Ocean Blvd, que sale a la venta el 24 de marzo. FERNANDO NAVARRO

Gorillaz con Bad Bunny – ‘Tormenta’

Quizá todavía haya prejuiciosos que pongan en duda el valor artístico de Bad Bunny. Damon Albarn, inquieto explorador musical, no va a ser uno de ellos. En el nuevo disco de Gorillaz –25 años ya de carrera—, Cracker Island, participan nombres respetados del pop como Stevie Nicks, Beck, Thundercat o Tame Impala. Que Albarn haya contado con el reguetonero no hace sino colocar al puertorriqueño en el mismo nivel de los citados. Ojo, hablamos de un tipo, el líder de Blur, que se ha formado escuchando a The Kinks y que no tiene problema es valorar una música bastante diferente. Y de la canción ¿qué? Pues está muy bien Tormenta, con un ritmo bossa y refrescante y el protagonismo de la voz de Bad Bunny, que, como si resumiese toda esta historia, canta: “Y que se joda el resto, ¿quién dice lo que está correcto?”. Canción del verano a la hora del cóctel desde ya. CARLOS MARCOS

Leslie Feist, en el vídeo de 'In Lightning'.
Leslie Feist, en el vídeo de 'In Lightning'.

Feist – In Lightning’

El anti-folk, o pop barroco, o experimento conceptual de Leslie Feist, suena más que nunca en este In Lightning a una sincopada y etérea Björk con gusto, aún, por la guitarra eléctrica —ese solo como arquitectura efímera en el epicentro del corte—, y la fragmentación. Parte del inminente Multitudes, su primer álbum en seis años, ‘In Lightning’ apuesta por la ruptura y el brillante desequilibrio, desordenado elementos en la canción y sirviéndolos bajo el prisma, sincopado y relampagueante, de una percusión que, como telón de fondo y a la vez esqueleto, vertebra tan extraña criatura, prima lejana de su decididamente aterciopelada antecesora, un Hiding Out In the Open que prometía un disco íntimo y personal, y que aquí se lanza a redescubrirse. Después de todo, dice la de Toronto que Multitudes es un álbum en el que oscuridad y luz van de la mano, y se muestran no como el reverso una de la otra sino como algo que está contenido en la misma cosa: nosotros mismos. Eso sí, el videoclip es poderosamente oscuro, por más que se ambiente en un lugar donde tiende a lucir el sol. LAURA FERNÁNDEZ

Jessie Ware – Pearls’

Jessie Ware, vestida de fulgurante blanco, manoseando un collar de perlas, con esponjosas plumas por todas partes, se dice a sí misma ante el espejo de su cuarto, en su tocador, que es una señora, una amante, una freak y una madre —”I am a lady, I am a lover, a freak, a mother”— en el arranque de este Pearls, un vitamínico chute de neo soul tan Donna Summer que parece estar resucitándola para un descreído siglo XXI en el que nada ni nadie debería tomarse en serio. “La canción no se toma en serio a sí misma”, ha dicho, de hecho, la propia Ware, y ha añadido que lo único que quiere, la canción en sí, es que la bailes. Que la bailes hasta que las perlas te salten por los aires. Y sí, hay ironía feroz, y diversión en cada línea de la canción —y en cada fotograma del videoclip—, que constituye en sí misma el relato de una metamorfosis de torpe soñadora ante el tocador a diva de un camp sofisticadamente sarcástico. Todo apunta a que That! Feels Good!, su disco respuesta a su anterior álbum pregunta, What’s Your Pleasure?, va a ser una pequeña gran fiesta. L. F.

Janelle Monáe – ‘Float’

Janelle Monáe ya no pertenece a quienes viven convencidos de que sus tres discos son de lo mejor que ha dado la música en la última década, a la altura de las aventuras de Beyoncé o las producciones de Kanye West. Pocos sonidos tan satisfactorios para el cuerpo, el alma, el intelecto y la tensión arterial hay como los editados hasta hoy por Monae. Pero ahora la de Kansas City pisa otro territorio, el de Netflix, gracias a su exitoso papel en la última de la saga Puñales por la espalda. Y para catar el éxito en Netflix hay que intentar —y lograr— gustar a todo el mundo. Float se asemeja más a la traducción musical de esa Janelle que es también actriz en una peli de misterio que le gusta a tu suegro que a esas vaginas gigantes y bailarinas que decoraban ‘Pynk’, el brillante y delirante sencillo que adelantó su anterior disco. ‘Float’ es mucho más convencional, con unos vientos cortesía de Seun Kuti and Egypt 80, un poco de trap y un algo de estribillo de aquellos que se caen casi sin querer al final de la estrofa. Todo suena bien, porque Janelle no sabe sonar mal, pero falta algo. XAVI SANCHO

El grupo californiano Gabriels, en una imagen promocional.
El grupo californiano Gabriels, en una imagen promocional.

Gabriels – ‘Offering’

‘Offering’ es el tema que sirve de adelanto de lo que será la segunda parte del disco con el que este trío de Los Ángeles debutó el pasado año, Angels & Queens Part One. Desde que irrumpieran en 2020 con ‘Love and Hate in a Different Time’, el grupo ha ido ganando adeptos al mismo ritmo que sus sencillos iban perdiendo algo en frescura y sorpresa. Esto último se revierte por completo con este apabullante ‘Offering’, lo mejor que han lanzado desde aquel ya mítico tema de debut. Suena a bautismo en Misisipí, entre sortilegios, invocaciones al demonio y gallinas decapitadas. Gospel, soul blues del delta, Marlena Shaw y Ramsey Lewis a tortazo limpio en un casino flotante para un tema que se escucha tan bien que casi se ve. Una maravilla tan precisamente vintage que no suena ni antigua, porque es perfecta. Y eso de la perfección no tiene época, solo gente que la ve y gente que no. X. S.

James Holden – ‘Contains Multitudes’

El 31 de marzo, el productor James Holden publicará su primer disco en seis años y ‘Contains Multitudes’ es el primer adelanto. Nueve minutos que empiezan con lo más parecido a música de baile que ha hecho en una década. Todo gira alrededor de un loop que manipula para que suene en todas las variaciones posibles. Pero cuando a los dos minutos y 46 segundos comienza a sonar la tabla, empiezas a sospechar que lo que está diciendo es: “Abróchense los cinturones que vamos a despegar”. Lo que sigue son siete minutos en los que Holden atraviesa varios sistemas solares. Aquí todo es caótico, pero ordenado, y eso es genial, porque a pesar de la confusión, estás siempre seguro y calentito. Él dice haberse inspirado en los collages de John Stezaker, que hacía cosas tan sencillas como pegar una postal en el retrato de una estrella de Hollywood, y con eso parecía haber abierto una ruta a sus pensamientos más profundos. Atando cabos con que la canción se titula Contiene multitudes, todo parece indicar que nos ha llevado de viaje por su cabeza. Entonces recuerdas que su nuevo disco se va a titular Imagine This Is a High Dimensional Space of All Possibilities y piensas: “Esto promete”. IÑIGO LÓPEZ PALACIOS

Pink – ‘Trustfall’

De entrada, parecía que Pink iba a ser la menos durable de todas las nuevas estrellas del pop que surgieron alrededor del último cambio de milenio. Y, sin embargo, la cantante ha tenido una carrera más longeva que casi todas sus contemporáneas. Desde su debut en 2000, se ha mantenido fiel a una fórmula eficaz: pop con actitud contestona de chica mala de barrio residencial (‘Get the Party Started’, ‘Raise Your Glass’, ‘So What’) y un puñado de medios tiempos y power ballads un tanto genéricos (‘Sober’, ‘Just Give Me a Reason’, ‘What About Us’), pero entonados siempre con su reconocible vozarrón. Su nuevo disco en cuatro años no se distancia de la receta original, aunque lo intente con el sencillo que le da título, coescrito con Johnny McDaid (Snow Patrol) y Fred Again, productor de Ed Sheeran y de nombres con más pedigrí como Charli XCX o FKA Twigs. ‘Trustfall’ aspiraba a ser un himno para la pista de baile digno de la mejor Robyn, aunque se acabe pareciendo más al tercer single de cualquier disco de Katy Perry. Con todo, es preferible al pathos con regusto a sacarina que Pink se gasta en otros temas del disco, como ‘When I Get There’, oda a su difunto padre donde confunde, como tantas veces, lo emotivo con lo edulcorado. Á. VICENTE

La cantante canadiense Shania Twain, en una imagen promocional.
La cantante canadiense Shania Twain, en una imagen promocional.

Shania Twain – ‘Giddy Up!’

Aviso para despistados: nos encontramos en plena Shaniassance, el renacimiento de Shania Twain más de dos décadas después de los días de ‘Man! I Feel Like a Woman’ y otros superéxitos finiseculares. Tras superar un relativo ocaso y una enfermedad autoinmune (como refleja su nuevo documental en Netflix, Not Just a Girl), Twain vuelve convertida en un referente para las nuevas generaciones. Ahí está el culto que le rinden las hermanas Haim u Orville Peck, el precedente que ella supuso para futuras reinas del country-pop como Taylor Swift y Miley Cyrus, los descarados guiños que le han dedicado Lady Gaga (‘Ayo’) o Rina Sawayama (‘This Hell’), o bien el homenaje que le hizo Harry Styles al invitarla a cantar con él en Coachella en 2022. Por todo ello, resulta decepcionante escuchar un regreso como este ‘Giddy Up!’, recalentado tema de reminiscencias vaqueras al que le falta la garra y el encanto de sus viejos hits. Previsible y olvidable. Á. V.

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