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Sudan Archives, la reina de la promoción

Entre el funk, el pop y el hip hop, la estadounidense Brittney Parks entrega un apabullante segundo largo, lleno de capas, de ideas y de canciones que se caen y luego se vuelven a levantar

Brittney Parks Sudan Archives
La cantante Brittney Parks, conocida musicalmente como Sudan Archives.Edwig Henson
Xavi Sancho

Uno de los peores vicios de la crítica cultural es comparar el trabajo de mujeres solo con el de otras mujeres. Y no solo porque haya algo eminentemente femenino que las emparente sino porque el esquema mental androcéntrico provoca que una escritora sureña solo pueda parecerse a Flannery O’Connor, jamás a William Faukner. O una cantante de folk remite siempre a Joni Mitchell, casi nunca a Loudon Wainwright III o, dios nos libre, a Bob Dylan. En el caso de Brittney Parks, la mujer que opera musicalmente bajo el nombre de Sudan Archives, todas las comparaciones que se vienen a la cabeza cuando se escucha su apabullante segundo largo, son otras mujeres. Pero en este caso por un motivo bastante más justo y justificado que la holgazanería: hoy en día solo mujeres producen música así de rica, desprejuiciada, con una sana relación de amor-odio tanto con el pasado como con el futuro. Así, los nombres que se vienen a la cabeza al escuchar los 18 cortes que confirman este álbum son los de Janelle Monaé, FKA Twigs, Billie Eilish, Beyoncé o incluso Tracy Chapman.

Natural Brown Prom Queen llega casi tres años después de un debut, Athena, en el que la de Ohio dejaba atisbos de su capacidad como mujer orquesta, algo resabiada y bastante combativa. Pero donde aquel largo incidía demasiado en lo simpático y fotogénico que es aún para el discurso dominante que una mujer de color toque el violín, hasta terminar, víctima de su propio relato, conformándose con eso, Natural Brown Prom Queen hace todo lo contrario. Cuando creíamos que Sudan Archives iba a ser uno de esos proyectos muy de hoy, nada de mañana, que están bien pero ni molestan ni enamoran, Parks entrega esta auténtica maravilla. Este es el trabajo de una mujer que sabe que lo puede hacer todo y que ha llegado a la conclusión de que no existe ningún motivo para no hacerlo. Solo en los dos primeros cortes del largo, ‘Home Maker’ y ‘NBPQ (Topless)’, ya se puede entrever lo que va a suceder en este disco. Funk digital, hip hop, pop, fraseos sincopados, canciones que se caen, se levantan y se vuelven a caer. Un batiburrillo lleno de capas al que se le puede prestar toda la atención del mundo, como si fuera un sesudo ejercicio pluriestilístico, o simplemente bailarlo y hasta corearlo. En ‘Ciara’ o en ‘Flue’, Parks recupera su violín para estrujarlo y, más que hacerlo sonar, lo hace chirriar. Los dos cortes son una delicia. En ‘Loyal (EDD)’, el protagonismo es para los ritmos africanos y los arreglos de viento. El resultado es festivo y adrenalínico. Lo mismo sucede con ‘Selfish Soul’, aunque en este caso las armas utilizadas por la de Ohio se parecen mucho más usadas por Janelle Monaé en su Dirty Computer. En ‘Freakalizer’, se vale de una producción impecable de R&B digital para componer una melodía adhesiva.

En estos tiempos fragmentados, desprejuiciados y de justa y festiva celebración de lo más denostado por la cultura dominante, se ha intentado muchas veces hacer este disco. Y casi nunca se ha logrado. Solo Janelle Monaé lo ha hecho. Y solo una recopilación de los tres últimos largos de Beyoncé podría asemejarse en calidad a estos 18 cortes. Parece una exageración. Pero es que si algo es este disco es una exageración.

Portada del dico 'Natural Prom Queen', de Sudan Archives

Sudan Archives

'Natural Brown Prom Queen'
Stones Throw

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Sobre la firma

Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.

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