Ledania: grafitera bogotana, en el ojo del mundo

Su arte es una marca con reconocimiento internacional. El Museo del Graffiti en Miami la invitó a presentar su trabajo en solitario. Ha pintado sus murales en Singapur, Berlín o Kuala Lumpur, ha expuesto en Ciudad de México, Madrid y Tokio, y participado en festivales como Artscape (Suecia) y Bright Walls (Estados Unidos)

Ledania
Ledania, grafitera de Bogotá, es una de los 75 líderes de Colombia.LEDANIA

En octubre pasado, Ledania posaba, acurrucada y orgullosa, al lado de uno de sus murales en Nagoya, Japón. Había viajado a ese país no solo para intervenir un muro para la marca de gimnasios Zero Strength and Conditioning Lab, sino para pintar otros dos para la cadena BnA Hotel, en Tokio. Pocos días después de su visita, por medio de su cuenta de Instagram, anunciaba una colaboración exclusiva con la marca de gafas Ray-Ban en Bogotá.

Ledania, Diana Ordóñez (Bogotá, en 1987), se ha consolidado como referente de arte urbano en América Latina en los últimos 15 años. El año pasado, el reconocido Museo del Graffiti en Miami la invitó a presentar su trabajo en solitario. “Ledania es puro talento con el aerosol”, dijo en ese entonces Allison Freidin, cofundadora de la institución, quien define su obra como “una celebración del color y la naturaleza en escenas pobladas por criaturas imaginarias en un lugar improvisado, entre mágico y místico”.

Ha pintado sus murales en Bogotá, Singapur, Berlín o Kuala Lumpur, ha expuesto en galerías en Ciudad de México, Madrid y Tokio, y participado en grandes festivales artísticos como la Bienal de Curitiba (Brasil), Art Expo Malaysia, el Festival Artscape (Suecia) y Bright Walls (Estados Unidos). Este año, Ikea la escogió, junto a otros ocho artistas de la región, para crear una colección de 30 productos, con el fin de celebrar la apertura de las nuevas tiendas de la marca sueca en Latinoamérica.

Ledania –la mezcla de su nombre con el de la princesa Leda, a quien, según la mitología griega, Zeus buscó seducir convirtiéndose en cisne– nació en una familia de artistas. Su padre era muralista, hacía esculturas de madera y pinturas al óleo; su madre era artesana; y Martha Ordóñez, “su tía estrella”, como la llama, vivía en Nueva York y era ilustradora del diario The New York Times. De pequeña, recuerda haber pasado horas en el estudio de su padre acompañándolo a pintar. Ella se sentaba a su lado e intentaba copiarlo. Como era la mayor de la casa, su papá la incluía en sus planes, llevándola a museos y galerías para que su madre pudiera ocuparse de su hermana bebé. Él fue su primer profesor de arte.

Así que estudió Artes Visuales con énfasis en Gráfica en la Universidad Javeriana, en Bogotá. Al entrar a la universidad, soñaba con mostrar su obra en galerías y asistir a eventos con coleccionistas, pero salir a pintar en las calles le cambió esa idea. “Sentí esa afinidad con el arte y entendí el valor que tiene cambiar el aspecto de una ciudad y llenarla de cultura”, dice. Empezó a hacerlo en la segunda mitad de 2000. “Era divertido y también muy inocente. Salía con amigos, percibía cómo era la calle a distintas horas del día y la noche, y buscaba mi propio lenguaje”, recuerda.

A pesar de que no era muy usual en el mundo del grafiti, registraba su trabajo en las redes sociales. “Para mí no era simplemente pintar en las calles y que mi trabajo fuera visto por quienes pasaban por el lugar. Yo también quería mostrarles mis obras a otros”, explicaba en un pódcast (Nada está escrito), en noviembre del año pasado.

A la ventaja de tener una sala de exposición permanente en las redes sociales, en 2012 la suerte se sumó: “Le pinté una camiseta a una chica que se llamaba Renata, que vivía en México, y un día un galerista la vio y le preguntó quién había hecho esa camiseta. Le dijo que era de una artista colombiana y le mostró mi trabajo. A los seis meses estaba en México exponiendo en esa galería”, rememoraba en el pódcast.

Aquel encuentro ayudó a darle dimensión internacional, aunque Ledania también venía buscándola por otros lados: había participado en festivales de arte urbano en distintos países, aprovechando que apoyaban a los artistas con los tiquetes y la estadía. Años después llegaron Artscape, en 2017, y Bright Walls, en 2022.

Le atribuye el boom de su carrera a un detalle adicional, quizá el más importante, acota: “Mi obra dejó de ser solo decorativa y empezó a tener una intención. No solo quería cambiar el muro, sino impactar a la comunidad que estaba viéndolo. A partir de entonces empezaron a llegar propuestas de trabajo”.

Su reconocimiento le ha permitido, por ejemplo, cumplir uno de sus sueños de infancia. De pequeña viajó a Disney con su familia y, en una exhibición de los dibujos de los icónicos personajes de la marca, le dijo a su mamá que ella algún día trabajaría con Disney. En 2022 su sueño se hizo realidad. Fue una de las artistas que aportaron su talento a las colecciones de objetos exclusivos de Encanto.

Ledania ha dedicado su carrera a explorar y expandir su creatividad. A su faceta de muralista de gran formato –que sigue siendo central– le sumó trabajos en diseño digital, fotografía y maquillaje artístico. En 2021, abrió su propio sitio de exhibición y venta de obras, Espacio Ledania, ubicado en el barrio Chapinero, en Bogotá. Lo que más le gusta de su trabajo, concluye, es sentirlo como su esencia: “Es la manera que tengo de encontrarme conmigo”.

*Apoyan Ecopetrol, Movistar y Fundación Corona.

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