Johanna Ortiz, un estilo que seduce al mundo

La diseñadora caleña es una de las grandes embajadoras de la moda colombiana y sus creaciones son lucidas por celebridades como Meghan Markle, Lady Gaga, Shakira o Jennifer López

Johana Ortiz, diseñadora
Johana Ortiz.Cortesía Johanna Ortiz

“Yo siempre digo que, en el fondo, la elegancia no es el vestido, sino que termina siendo la actitud de la persona”. Johanna Ortiz (Cali, 50 años) atiende esta llamada en medio del proceso creativo de su nueva colección. Cuando está en esas, casi no mira el teléfono. “¡No paro!”, dice y se nota el ímpetu en su voz. Está haciendo lo que más le apasiona, algo que descubrió siendo muy pequeña, cuando veía trabajar a su mamá, diseñadora de interiores, y sentía fascinación por el color y los textiles. “Yo me siento en mi oficina y soy una niña chiquita, feliz viendo las telas porque me voy a poner a crear”.

Ortiz es una de las diseñadoras más reconocidas de la industria de la moda. Desde hace unos años ocupa un lugar de privilegio en el top de los diseñadores que visten a grandes artistas y socialités del mundo. De la reina Rania de Jordania a Meghan Markle pasando por estrellas como Jennifer López, Lady Gaga o Shakira, por citar solo a algunas. Sus creaciones se agotan cuando una celebridad las usa y brillan en pasarelas de Nueva York y París. La marca está presente en 120 boutiques de lujo en 20 países y en almacenes icónicos, templos de la sofisticación como Le Bon Marché, en París, y Saks Fifth Avenue, en Nueva York, ciudad en la que abrirá una tienda el próximo año.

Los inicios de la marca se remontan a un local de vestidos de baño y ropa de playa que Ortiz abrió en Cali y que, rápidamente, fue ampliando su oferta. Han pasado 20 años desde entonces. El gran espaldarazo para su carrera llegó en 2014, cuando se convirtió en la primera marca de ropa colombiana que tuvo la poderosa plataforma Moda Operandi, fundada por la socialité Lauren Santo Domingo. “Lauren entendió muy bien lo que yo estaba proponiendo y lo encontró novedoso y diferente, ese fue un gran salto”, recuerda.

De ella han dicho que es la precursora del latin flair o del tropical chic, y que su estilo es elegante, pero bohemio y divertido. Puro glamour. Hoy, su marca produce unas 60.000 prendas al año made in Cali, 95% de ellas para exportación; saca seis colecciones al año, tiene 460 empleados y sigue apostando, a diferencia de la tendencia en la industria, por honrar la confección y la labor manual desde lo local, con el compromiso de trabajar con y para la comunidad donde creció. Si algo destaca a su marca es que se la juega por la autenticidad, por la vuelta al origen y por el empeño por buscar adentro, en los saberes y en la riqueza cultural y en la diversidad de su tierra.

“Lo que estaba pasando tanto en la moda latinoamericana y, obviamente, en la colombiana, es que siempre estábamos mirando qué estaban haciendo los diseñadores americanos o los ingleses, y nunca nos metíamos o nos inspirábamos en nuestras raíces y en lo que nos rodea para proponer algo diferente”, reflexiona.

Cuando habla de su trabajo no oculta la enorme alegría y orgullo que le produce la escuela Johanna Ortiz, un programa de formación gratuito en alta costura que impulsa desde 2016 y que ha graduado a unas 150 personas, la mayoría mujeres y ahora empleadas de su empresa.

“La escuela es nuestro motor”, dice Johanna Ortiz, una mujer –madre de tres hijos varones– que se percibe relajada, que todavía se parece un poco a esa chica apasionada que vendía vestidos de baño, que ama viajar y que le gusta estar descalza.

Apoyan Ecopetrol, Movistar y Fundación Corona.

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