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Carlsen sufre su mayor fracaso desde 2007 un mes después de renunciar al título mundial

El noruego no gana ninguna partida de nueve (modalidad clásica) y baja 18 puntos, pero sigue siendo el ‘número uno’ con gran margen

Magnus Carlsen, durante el torneo de partidas rápidas en Stavanger (Noruega), previo al de la modalidad clásica, en una imagen de @Norway Chess
Magnus Carlsen, durante el torneo de partidas rápidas en Stavanger (Noruega), previo al de la modalidad clásica, en una imagen de @Norway ChessLennart Ootes
Leontxo García

Que Magnus Carlsen se marche de un torneo sin ganar una sola partida (en la modalidad clásica) no había ocurrido desde 2007 cuando, a los 16 años, empezaba a emerger en la élite del ajedrez. Ahora le ha ocurrido en el torneo privado más duro del año, el Norway Chess, que ha terminado este viernes en su país, Stavanger (Noruega). Y justo cuando más necesitaba demostrar, a los 32 años, que sigue siendo el mejor a pesar de su renuncia al título mundial, que desde el 1 de mayo posee el chino Liren Ding.

Carlsen, ahora 6º de diez, había ganado las cuatro últimas ediciones del Norway Chess. Y esos triunfos coinciden con un cambio muy importante e innovador en el formato del torneo: las tablas sólo cuentan para la lista mundial, pero no para la clasificación del torneo porque son inmediatamente seguidas de una muerte súbita. En ella, el jugador de las blancas cuenta con diez minutos, pero está obligado a ganar, por siete del de las negras, para quien el empate equivale a victoria. De modo que el vencedor de una partida lenta se lleva tres puntos, el de una rápida 1,5, y los perdedores cero y uno, respectivamente.

Si solo se mira la tabla final del Norway Chess no sería la peor actuación de Carlsen, 5º con ocho empates y una derrota en las partidas lentas, y siete victorias y una derrota por tiempo en las muertes súbitas. Porque su resultado objetivo fue peor en la edición de 2015 (cuando era un torneo clásico normal), donde terminó con 3,5 puntos en nueve partidas (dos victorias, tres tablas y cuatro derrotas), lo que llevó al 7º puesto de diez. Ese mismo año también puntuó muy bajo (3,5 de 7) en el Europeo de Naciones.

Pero el primer puesto en la lista mundial de la modalidad clásica es el único argumento de Carlsen ahora para afirmar que sigue siendo el mejor. En el escalafón de partidas rápidas es el 2º, después de Ding. Y en la modalidad relámpago el 3º, tras el francés de origen iraní Alireza Firouzja y el estadounidense Hikaru Nakamura. Es verdad que su ventaja sobre el segundo sigue siendo muy grande (47,5 puntos) a pesar de los 18 que ha bajado en Stavanger.

Pero no ganar ninguna partida de nueve por primera vez en 16 años (cuando le ocurrió lo mismo en el torneo neerlandés de Wijk aan Zee y el alemán de Dortmund) crea una duda razonable sobre la hegemonía que exhibe desde 2011. Y también sobre sus probabilidades de igualar o batir la marca histórica de Gari Kaspárov, número uno desde 1986 hasta 2005, cuando se retiró. Además, Carlsen admitió hace poco que cada vez le motivan más las modalidades rápidas y menos la clásica. Hoy, en la última ronda, primero ha desperdiciado una posición ventajosa ante el emergente uzbeko Nodirbek Abdusattórov, y luego ha perdido por tiempo la muerte súbita en una posición claramente ganadora.

El sorprendente 2º del mundo ahora -y ganador del Norway Chess- es Nakamura, aunque tiene cerca a su compatriota Fabiano Caruana, a Ding, al ruso Ian Niepómniashi, a Firouzja y al neerlandés Anish Giri. Todo indicaba que Nakamura, jugador de inmenso talento que desde hace tres años dedica mucho más tiempo a sus programas en directo en las redes sociales que a su preparación o a jugar torneos, iba terminar el 2º en Stavanger, dado el impresionante estado de forma de Caruana, líder hasta la última ronda, que les ha enfrentado a ambos. Caruana ha cometido un error tremendo poco después de la apertura, muy bien aprovechado por Nakamura. Al mismo tiempo, Firouzja se pasaba de revoluciones y perdía ante el colista, el noruego Aryan Tari (también de antepasados iraníes), lo que le hace perder el 2º puesto del mundo en favor de Nakamura, quien cobra 750.000 coronas noruegas (64.815 euros).

Otra conclusión muy destacada de este gran torneo, además de su altísimo nivel de combatividad y emoción, es que el indio Dommaraju Gukesh, de 17 años recién cumplidos, se perfila como un serio aspirante al título mundial dentro de pocos años. Ya es el 13º del escalafón y el 2º sub 20, y exhibe un juego impresionante.

Clasificación final: 1º Nakamura 16,5 puntos; 2º Caruana 16; 3º Gukesh 14,5; 4º Giri 13; 5º So 12,5; 6º Carlsen 11,5; 7º Mamediárov (Azerbaiyán) 11; 8º Firouzja 10,5; 9º Abdusattórov 9; 10º Tari 6.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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