Bush advierte a Irak de que Afganistán "es sólo el comienzo" de esta guerra
El Ejército de Israel refuerza su sistema de alertas por si EE UU ataca al régimen de Sadam Husein
"Afganistán es sólo el comienzo", ha advertido esta noche el presidente de EE UU, George W. Bush, al referirse a su ofensiva mundial contra el terrorismo en unas breves declaraciones en la Casa Blanca. Y ha lanzado un aviso: que "aquellos que fabriquen armas de destrucción masiva para aterrorizar a otros países, responderán por ello".
"Aquellos" son, entre otros Corea del Norte y, sobre todo, Irak, país al que el presidente de EE UU ha exigido que acepte de nuevo la llegada de inspectores de armas de la ONU, expulsados por el régimen de Sadam Husein en 1998.
En todo caso, Bush ha evitado, de forma cauta pero firme, decir qué podría ocurrir si el presidente de Irak rehúsa aceptar el retorno de los inspectores internacionales. "Ya se enterará", ha avisado con una amenaza velada.
Como explicación, George W. Bush ha esgrimido que "parte de la guerra contra el terrorismo consiste en impedir que los terroristas consigan armas" de destrucción masiva. En este sentido, a preguntas de los periodistas ha asegurado que no ha ampliado su definición de cuáles son los objetivos en la guerra contra el terrorismo, no sólo a los países que den cobertura y asilo a terroristas, sino también a los que fabriquen estas armas.
Varias informaciones de la prensa estadounidense y británica coincidieron en los últimos días en que Washington estudia seriamente la posibilidad de lanzar ataques aéreos contra objetivos en Irak, Yemen, Sudán y Somalia.
Recelos internacionales
Sin embargo, desde el comienzo de los ataques de EE UU contra Afganistán, el pasado 7 de octubre, varios países árabes moderados, especialmente Jordania, avisaron a la Casa Blanca de que una posible campaña contra Irak podría romper el apoyo internacional a la estrategia de Washington.
En los últimos días, otros países europeos, como Alemania, han insistido en que Europa no apoyaría la extensión del conflicto a suelo iraquí.
Fuentes de Occidente calculan que Irak, a pesar de la derrota sufrida, cuenta aún con cincuenta misiles tierra-tierra de los que, a una distancia de 500 kilómetros, llegaban en unos cuatro minutos a Tel Aviv o a la zona industrial de Haifa, en el norte de Israel. Asimismo, se supone que posee varias plataformas de lanzamiento y algunas ojivas para esos cohetes con armas químicas y biológicas.
Precisamente en previsión de un posible ataque, las Fuerzas Armadas de Israel han reforzado el sistema de alertas ante la posibilidad de que Estados Unidos ataque a Irak en un plazo de dos a tres meses.
Según ha informado hoy la radio pública israelí, jefes del Estado Mayor militar han estudiado ya las posibles reacciones de Bagdad en el caso de que, como insinuó el presidente George W. Bush ayer en Washington, EE UU atacase Irak después de la guerra contra los talibanes en Afganistán.
Los militares israelíes creen que en un caso así el presidente iraquí, Sadam Husein, volvería a atacar a este país, como hace una década, "si él o su régimen estuviesen en peligro de caer".
Irak lanzó 42 misiles balísticos contra Israel durante la guerra del Golfo Pérsico, entre enero y febrero de 1991, sin que este país interviniera en esa contienda emprendida por EEUU y sus aliados de Europa y del mundo árabe tras la invasión iraquí de Kuwait (1990).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.