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España aportará hasta 13 aviones de transporte a la operación humanitaria para Afganistán

Trillo explica al Congreso la contribución española a EE UU en vísperas de la entrevista Aznar-Bush

Miguel González

España aportará hasta 13 aviones de transporte -ocho ligeros CN-235 y cinco pesados Hércules C-130- a la operación militar que prepara EE UU para llevar ayuda humanitaria a la población afgana en las zonas liberadas del régimen talibán. La oferta, confirmada ayer por fuentes de La Moncloa, supone un esfuerzo considerable para el Ejército del Aire, pues compromete casi la mitad de sus Hércules. El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, informará hoy al Congreso de la contribución española a la guerra de Afganistán, en vísperas de la entrevista de mañana entre Aznar y Bush.

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Auque España ha hecho varias ofertas a EE UU para colaborar en la guerra contra el régimen talibán y la red de Osama Bin Laden, que el ministro de Defensa detallará hoy en el Congreso, su primera contribución efectiva será, con toda probabilidad, la participación en un puente aéreo para llevar ayuda humanitaria a la población afgana, ante la catástrofe que la amenaza con la inminente llegada del invierno.

La operación, que empezó a planear la OTAN y ahora ha pasado a manos de Estados Unidos, que la está diseñando en el cuartel general de la coalición internacional en Tampa, en el estado de Florida, consiste en el establecimiento de un puente aéreo estratégico, para llevar la ayuda a la región, probablemente a una base en un país vecino a Afganistán (Tayikistán o Pakistán), y otro táctico, que distribuiría la ayuda en el interior del país.

Se trata, en todo caso, de un dispositivo aéreo, que deja una grave incógnita sin despejar: quién escoltará y protegerá los convoyes y almacenes de las organizaciones humanitarias para evitar que sean asaltados, dada la caótica situación en las zonas donde se ha derrumbado el régimen talibán. Los países occidentales se resisten a desplegar un importante contingente sobre el terreno, como en la ex Yugoslavia, pero los expertos consideran que acabará siendo inevitable.

La contribución que el Gobierno español ha puesto sobre la mesa para colaborar en este puente aéreo no es desdeñable: hasta 13 aviones de transporte; ocho CN-235 y cinco Hércules. El Ejército del Aire cuenta con unos 20 aviones de transporte medio CN-235, fabricados por la empresa española CASA, con una autonomía de 3.900 kilómetros y una carga de 6.000 kilogramos, con experiencia en Guinea Ecuatorial, Namibia o Kenia.

El mayor reto, sin embargo, es la aportación de hasta cinco aviones de transporte pesado Hércules C-130H, con 4.000 kilómetros de autonomía y 10.000 de capacidad de carga, pues España sólo dispone de 12, por lo que la oferta obligará a reorganizar los cometidos de la actual flota, que presta servicio también a las tropas desplegadas en Aviano (Italia), Bosnia-Herzegovina y Kosovo.

Aunque se desconoce cuánto durará la misión, fuentes del Ejército del Aire sostienen que tendrá que limitarse forzosamente a unos pocos meses, entre cuatro y seis, y que la incorporación de los aviones a sus bases de despliegue se hará de forma escalonada.

Además de los aviones habrá que movilizar a un mínimo de 200 militares, entre pilotos, mecánicos, personal de seguridad y apoyo logístico. Con toda probabilidad se desplazarán elementos de la Escuadrilla de Apoyo al Despliegue Aéreo, ubicada en la base de Zaragoza, pero los efectivos totales dependerán de que algunos de los apoyos sean facilitados por terceros países.

La misión de ayuda humanitaria a Afganistán la dirigirá Estados Unidos, por encargo de la ONU y en colaboración con unas pocas agencias y organizaciones no gubernamentales selecccionadas por Washington.

Además de esta operación, la que más probabilidades tiene de ponerse en marcha a corto plazo, España ha ofrecido un contingente del Ejército de Tierra de entre 700 y 1.000 militares, compuesto por un Grupo Táctico de la Brigada de Cazadores de Montaña de Jaca (Huesca), equipos de operaciones especiales y ocho helicópteros Cougar, así como elementos independientes; entre ellos, un escalón médico avanzado.

La Armada, de su lado, participa con la fragata Santa María en la Flota de la OTAN para el Mediterráneo, que vigila los accesos al canal de Suez; con la fragata Extremadura y el buque de apoyo logísitico Patiño en la flota de la OTAN para el Atlántico, que actualmente navega rumbo a Tunez; y con el Tambre en la flota contraminas de la OTAN, de maniobras en Turquía.

La Marina de Guerra podría aportar otra fragata o enviar en marzo al Índico el portaaviones Príncipe de Asturias, para que releve a su homólogo italiano Garibaldi. Esta posibilidad fue planteada durante la reciente cumbre hispano-italiana en Granada aunque, aseguran las fuentes consultadas, aún no hay decisión.

Según como se hagan las cuentas, la contribución española al conflicto de Afganistán podría rondar los 1.500 militares.

La comparecencia de Federico Trillo-Figueroa, que se producirá hoy a petición propia ante la Comisión de Defensa del Congreso, estaba pendiente desde que, el pasado 5 de noviembre, cuatro militares españoles se incorporaron al cuartel general de Tampa. Su máximo responsable, el general estadounidense Tommy Franks, visitó el sábado la base de Morón de la Frontera (Sevilla), donde se entrevistó con el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante Antonio Moreno Barberá.

Habría sido escandaloso, advierten fuentes de la oposición, que Aznar, que mañana se entrevista en la Casa Blanca con George W. Bush, anunciara allí la contribución española sin que el Parlamento fuese informado antes.

El general Tommy Franks, izquierda, con el almirante Moreno-Barberá.
El general Tommy Franks, izquierda, con el almirante Moreno-Barberá.EFE

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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